Antonio Linares, que sobre actúo en exceso, corta la única oreja a un mal encierro de Pallarés.

Lo más destacado de la tarde fué la soberbia actuación en banderillas de Carmelo González Mateo, al parear al 2º, y, la simpatía que brindó el respetable cuando irrumpió en el ruedo en el 5º el picador Miguel Angel Infantes Díaz »Pastelito», que no pudo agarrar ningún puyazo digno de mención, pero fue espectacular y ortodoxo en los intentos, y acabo recibiendo por méritos la ovación más cerrada de la tarde. Dió la vuelta al ruedo en clamorosa ovación junto a su matador Antonio Linares que cortó una oreja.

CALASPARRA (Murcia). Sábado, 6 Septiembre 2014. Feria Taurina del Arroz. 3ª. Trofeo ”Espiga de Oro”. Texto.- Pepe Castillo Abreu. Fotos.- TNM.com. No acaba de romper la Feria, ni por una tarde redonda de novilleros y novillos, ni tampoco por la asistencia de público, algo más de un cuarto de plaza, lo habitual en lo que vá de feria. El encierro de Pallares malo de conjunto, el 1º devuelto por inválido, pitados en el arrastre al 1º (bis), 3º, 4º y 6º. Algunas generosas palmas a 2º y 5º. Tomás Angulo nada pudo hacer a su primero, de extraña embestida, gazapón, sin clase y con media embestida. Pinchazo y desprendida. Pitos en el arrastre y silencio. En el 4º tampoco se pudo a ver al novillero. No se pudo recibir con el capote. En banderillas se oyeron pitos. Y en la muleta fue un estar al gato y al ratón, lo incomprensible fue un desplante en las postrimerías, que no vino a cuento, y se le pitó. Tras pinchazo despenó huyendo de sartenazo. Antonio Linares, con una chocante puesta en escena, por momentos de matiz circense, que el público aceptó con simpatía. Aunque, reconocerle, se puso delante con verdad y firmeza. Exageró en las formas y en los cites, restando méritos a lo esencial. Se gustaba en exceso, la parsimonia se acercaba más a la cámara lenta. Faena de poca monta y a la que además le sobraron los adornos finales. Despenó de bajonazo. Tras leve petición, saludó en el tercio, para, dar improcedente vuelta al ruedo, que se protestó de inició, pero después el público disculpó y acabó aplaudiendo. En el 5º, no pudo lucirse en el recibo. Y lo más destacado fue cuando irrumpió en la plaza Miguel Angel Infantes »Pastelito», su simpático y buen picador, que nos trajo a la memoria obras de Botero, al que yá el respetable le brindó una cerrada ovación al entrar al ruedo. Pero, entrando en su labor, destacar la verdad, pureza y ortodoxia en los cuatro encuentros, aunque no pudo agarrar ningún buen puyazo por salirse del embroque el novillo. Pero, la gran ovación muy merecida con el público puesto en pie. Linares, se pudo de verdad y consiguió algunos buenos muletazos, pero el novillo acabó rajándose y recurrió a su »personalísimo» repertorio. Vicente Soler, se las vió con un mal novillo que salia muy suelto, consiguió sujetarlo y ser aplaudido en el recibo. El novillo se descubrió como reservón, mirón y rajado. Se paró y no hubo forma de hacerle nada. Se alivió en exceso con el estoque. Tras tres pinchazos huyendo metió la mano con habilidad. En el 6º, el único que apretó en el caballo, no acabo de cogerle el sitio, de acoplarse, dificultades aparte del novillo. Estuvo algo eléctrico e impreciso. Volvió a aliviarse con el estoque en los blandos. Banderilleó con soltura a sus dos novillos. Dos silencios.

FICHA: Novillos de Pallarés, desiguales de presentación, y de nulo juego de conjunto, aunque se aplaudieron en el arrastre 2º y 5º, el resto pitados. TOMÁS ANGULO, palmas con saludos y silencio. ANTONIO LINARES, vuelta por su cuenta y oreja. VICENTE SOLER, silencio en ambos. ENTRADA: Más de un cuarto de plaza.