Cesar Pacheco, «Cara y Cruz» de la Fiesta», el alto precio por alcanzar la gloria de un bello sueño / Por Pepe Castillo Abreu
Cesar Pacheco y Angelín cortan una oreja en la segunda de Calasparra
Cogida y cornada espeluznante a Pacheco en el avieso peligroso quinto.
CALASPARRA (Murcia). Miercoles 04 set. 2024. Por PEPE CASTILLO ABREU.- (Fuente: TOROMEDIA COMUNICACION). Cesar Pacheco marcó la tarde por su verdad y entrega, traspasó todos los limites por su ganas y noble ambición. Su valor fue desmedido se tiro de hinojos en el inicio de la faena de muleta de su primero. En su segundo, un toro más que novillo, por cuajo y por cara, un ejemplar de Los Chospes muy exigente y de alto riesgo por comportamiento, no le volvió la cara Pacheco a un novillo que lo esperaba y se orientaba, arriesgo lo indecible; se excedió en tiempo y el novillo seguía aprendiendo, al entrar a matar con rectitud y entregándole su vida, no le dio ni salida y se quedó a merced de un avieso enemigo.
Le prendió feamente al entrar a matar «este quinto muy malo de intenciones» y se ensañó de forma espeluznante. La plaza enmudeció porque se temió lo irremediable. Sin entrar en detalles que sobran. Uno de los subalternos tuvo la providencial visión de taponar con su puño la alarmante hemorragia, lo demás fue un milagro, obra del Dr. Ricardo Robles y su equipo, la Providencia y el bendito de Ntra. Señora la Virgen de la Esperanza. Tras despachar este quinto novillo, por la megafonía se anunciaba la suspensión del festejo con una sentida favorable respuesta del respetable, toda vez que el Dr. Robles y su equipo medico, tras estabilizar a Pacheco, salian con urgencia con el herido en UVI Movil hacia el Hospital Comarcal de Caravaca de la Cruz. Después de una prolongada intervención, Pacheco, salía de quirófano fuera de Peligro, a falta de exhaustivas pruebas que determinen el alcance de las lesiones.
Pablo Páez no lo tuvo fácil en el primero de la tarde, un novillo que fue castigado con dureza en el caballo y que llegó bastante parado y reservón a la muleta. Lo intentó el novillero por el lado derecho pero el viento fue otro inconveniente. Por el izquierdo el de los Chospes fue intratable. Mató de estocada y descabello. Silencio.
En el segundo de su lote, Pablo Páez se encontró con un novillo brusco que puso en apuros a la cuadrilla y que llegó a la muleta embistiendo a oleadas. Esto hizo que el novillero no pudiera confiarse y que la faena no pudiera tomar vuelo. Mató de estocada casi entera efectiva.
César Pacheco hizo una completa faena al segundo de la tarde, un novillo bravo y colaborador que le dejó mostrar sus buenas formas y su capacidad de conexión con el público. Comenzó la faena de rodillas y más tarde dio buenas series por ambos pitones construyendo una faena de triunfo. Mató al segundo intento resultando volteado y cortó una oreja.
El quinto fue un novillo de gran trapío que resultó rajado y complejo en la muleta al que César Pacheco no le volvió la cara. A base de dejarle la muleta puesta y de tragarle mucho logro algunas series con la derecha de mucho mérito, demostrando su valor y sus ganas de ser. Al entrar a matar resultó prendido y el novillo hizo por él en el suelo. Lo llevaron a la enfermería y Pablo Páez mató al novillo.
El festejo tuvo que ser suspendido tras la muerte del quinto al tener que desplazarse el equipo médico con el novillero herido al hospital de Caravaca, donde iba a ser intervenido de urgencia.
Angelín tuvo la colaboración de un buen novillo de Los Chospes en su debut con picadores. No le faltó en ningún momento entrega a este novillero murciano, que recibió a su enemigo a portagayola, inició la faena de rodillas y dejó buenos pasajes con ambas manos a pesar de la molestia constante del viento. Mató de espadazo defectuoso y le fue concedida una oreja.
FICHA: Se lidiaron novillos de Los Chospes, bien presentados y de juego desigual.
Pablo Páez, silencio y silencio.
César Pacheco, oreja tras aviso y cogido en el quinto.
Angelín, oreja en el único que mató.
CUADRILLAS: Saludó en banderillas Jesús Fernández. Entrada: Casi dos tercios.