LOS PALOMO LINARES. »CONFESIONES MANO A MANO»

UNA TARDE CON EL TORERO SEBASTIÁN PALOMO LINARES Y SU HIJO.

PUBLICADO EN www.XLSEMANAL.es Nº 1215. Por CRISTINA CARRILLO DE ALBORNOZ. Fotos.- CARLOS SPOTTORNO. Sebastián fue un niño prodigio. Con solo 16 años ya levantaba pasiones en las plazas. Uno de los grandes a la altura de nombres míticos como El Cordobés. Su hijo iba para abogado de éxito cuando los toros se cruzaron en su camino. Tenía 29 años. Los Palomo Linares nos invitan a una tarde de confidencias en su finca de Aranjuez. Un mano a mano entre maestro y discípulo.
Es una mañana fría, pero de luz muy intensa, como la que le gusta plasmar en sus cuadros a Sebastián Palomo Linares…En El Palomar, la finca cerca de Aranjuez que el genial diestro (pintor y ganadero) compró cuando tenía 19 años, justo después de tomar la alternativa, se respira un olor a paraíso. Es en esta finca donde entrena al mayor de sus tres hijos, Sebastián Palomo Danko, con buena planta de torero y trazas de Clint Eastwood; personalidad inquietante y sorprendente, fue a los 29 años, tras ejercer sus dos carreras -de Derecho y Economía-, cuando sintió «la imperiosa necesidad» de sucumbir a la llamada del toro y se hizo también torero. A punto de comenzar una nueva temporada taurina, padre e hijo, ambos con una mirada viva y rápida, pero con sonrisas y visiones muy distintas, se sientan ante una botella de buen vino, un queso y un jamón excepcionales, elaborados en la casa.
Sebastián Palomo Linares. Te confieso que jamás pensé que ninguno de mis hijos fuera a ser torero. A ti siempre te gustó mucho estudiar y eras muy bueno.
Sebastián Palomo Danko. Así es; mi historia no es la de un hijo al que el padre lo obliga a terminar sus estudios y luego se pone a torear.
Padre. Nadie ha dicho eso…

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