Alfonso Romero, homenaje «Bodas de Oro Taurinas» en el Club Taurino de Torre Pacheco / Texto: Pepe Castillo Abreu
Alfonso Romero Rocamora -Decano de los matadores de toros murcianos en su 50 Aniversario de alternativa-
En una entrañable «noche para la historia taurina» de Torre Pacheco, se dieron cita la «Plana Mayor» de los toreros murcianos.
TORRE PACHECO (Murcia). Domingo, 12 de noviembre de 2023. Texto: PEPE CASTILLO ABREU.- Fotos: RR.SS. TORRE PACHECO RADIO (sin firma de autor). El pasado viernes la sede del Club Taurino de Torre Pacheco registró un «lleno hasta la bandera» para rendir un merecido homenaje al decano de los matadores de toros murcianos, Alfonso Romero, en el 50 Aniversario de su alternativa, que recibió un lejano 7 de septiembre de 1973, en plena Feria de Murcia; una alternativa de lujo con José Maria Manzanares como padrino y Pedro Gutierrez Moya «El Niño de la Capea» de testigo, el toro del doctorado «Zarco» de Joaquín Buendia. Aquella tarde, con gran expectación en la plaza, se vislumbró un toricantano con un toreo de arte y poder, fue un comienzo triunfal con salida a hombros, cortó cuatro orejas, ilusionando a la gran afición murciana.
Torero de vocación y de férrea permanente convicción, toda su vida ha estado, está y estará ligada al toro. Vistió su primer vestido de luces el 21 de febrero de 1971, en la Finca Los Felices, propiedad de Manuel Cascales; en Murcia debutó con picadores el 29 de marzo de 1972. Confirmó en Las Ventas el 22 de agosto de 1976, Vicente Fernández «El Caracol» fue su padrino y José Ibáñez el testigo, se lidiaron cuatro toros de Prieto de la Cal y dos Celestino Cuadri, no fue una confirmación precisamente cómoda, sino todo lo contrario; confirmó con el jabonero primero de Prieto de la Cal, de nombre «Hociquero». El 27 de agosto de 1988, en Cieza, fue su última tarde como matador de toros, y el año 1994 cambió el oro por la plata. Durante treinta años, ha sido Director Artistico de la desaparecida Escuela Taurina de Murcia. Mas tarde viene acompañando como apoderado a distintos novilleros, en la actualidad dirige al matador de toros Cristián Pérez.
Con este emotivo y festivo homenaje a Alfonso Romero, primero y único que ha recibido hasta el momento, el Club Taurino de Torre Pacheco congregó presencialmente a la plana mayor de los toreros murcianos. En primer lugar, su hijo el tambien matador de toros Alfonso Romero Caravaca, después, su entrañable amigo en «mil batallas», el matador de toros Pepe Soler, Rafaelillo, los hermanos Soriano y Maera, Antonio Puerta, El Melillano, José Mora, Niño de las Delicias, Enrique Portillo, Alberto Lopez «Niño del Barrio», David Lorente, «Morenete», «Parrita» padre e hijo, Francisco Montiel, Joaquin Agudo, entre otros; por video quisieron sumarse Ortega Cano, Pepin Jimenez, El Niño de la Capea, Tomás Campuzano, Mariano de la Viña, Basilio Mateo, Paco Ureña, Lucas Carrasco y Luis Pérez, los ganaderos de Ana Romero, el periodista Luis Miguel Parrado, entre otros.
Realmente, se vivió un ambiente mágico y de muchas emociones compartidas por la gran mayoria de los asistentes; de una parte, los compañeros, por su estrecha relación de amistad y profesional con el homenajeado; y a los aficionados por lo que disfrutaron de conocer las mil y una vivencias y anécdotas que se recordaron con emocionada alegría.
Charla coloquio que fue dirigida y moderada por el veterano periodista Miguel Massotti, quién hizo una ilustrada introducción y semblanza de Alfonso Romero, y en la que participaron muy activamente su hijo Alfonso Romero Caravaca, Pepe Soler, Rafaelillo, el padre de Rafaelillo, Paco Ojados y Paco Sastre, entre otros.
Citar la asistencia del alcalde de Torre Pacheco, Pedro Angel Roca, y la concejal Rosario Sánchez.
Tras la tertulia se celebró una cena en conocido restaurante de la localidad.
Cabe esperar, con este especial motivo, que no sea el primer y último homenaje que reciba el maestro Alfonso Romero, y que se sumen en brindarle honores otros Clubes y Peñas de la región de Murcia o de fuera de Murcia.
Desde esta publicación, quien la firma, no pude asistir, pero sirva en modo de afecto y para unirme en este homenaje. Con gratitud, por su siempre apoyo, y con todo mi reconocimiento a los méritos de mi leal amigo ALFONSO ROMERO ROCAMORA. ¡¡ENHORABUENA, MAESTRO!!