ARTICULOS
PEPIN JIMENEZ: «El compás sobre la arena» / Por RAFAEL COMINO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>>
»El maestro Pepín Jiménez ha sido uno de los toreros de más personalidad, de más compás, de más arte, de más creatividad y torería que yo he visto, y por tanto de los que más me han emocionado en una plaza de toros.» / Rafael Comino Delgado.
JUEVES, 28 de Junio de 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO – Fotos
cedidas por el autor: LUIS GODINEZ. Una cosa es torear con temple, es decir, haberle cogido el ritmo al toro, y otra es «torear a compás», aunque algunos, tal vez muchos, confunden, o hacen similares ambos conceptos, cuando son distintos.
«Templar -como ya expusimos, en otro artículo– consiste en llevar el engaño a la misma velocidad del viaje del toro, pero unos centímetros por delante, sin que los pitones lo rocen, siempre al mismo ritmo que el toro, es decir, adaptarse al ritmo de la embestida”
El Compás es otra cosa, pues éste surge cuando se templa con todo el cuerpo y no solo con el brazo y la muleta. Se puede Templar muy bien solo con el brazo, o brazos si se torea con el capote, pero, cuando además se templa con la cintura, con el pecho, con todo el cuerpo, se transmite al público una sensación diferente, más honda, de más sentimiento. Todo el cuerpo va girando a la misma velocidad que el engaño (aunque los pies permanecen clavados en la arena), y así todo el cuerpo expresa el sentimiento del pase. Cuando se torea a Compás, a ojos del espectador aparece toro, muleta (o capote) y torero como un conjunto escultórico que gira rítmicamente, armónicamente, con los pies clavados en la arena, en cada pase, lo cual genera una gran estética y una gran emoción.
Entendemos que el Compás fue introducido por el maestro Curro Romero, hasta el punto de que representa una de sus grandes aportaciones al Toreo.
Por ello, el maestro Romero, al principio impresionaba con su forma de torear a Compás, nunca antes vista, por lo que don Gregorio Corrochano dijo de él que “era el torero de la armonía”, pues al fin y al cabo el Compás es armonía entre la embestida del toro y como la conduce el torero, expresada con todo el cuerpo. Algunos, a este concepto, le llaman “acompañar”, pero nosotros creemos que, cuando solo se acompaña no se manda. Compás sería, pues, acompañar la embestida con el cuerpo pero templando y mandando. Entendemos que hay que procurar Templar con todo el cuerpo, es decir torear a Compás.
Cuando se Templa con todo el cuerpo surge el COMPÁS y se genera ESTETICA, BELLEZA, en definitiva, ARTE. Cuando se Torea a Compás se lleva al toro enganchado con la Muleta, con el Brazo, con todo el cuerpo pero, sobre todo, se le lleva enganchado con el Alma.
Rafael de Paula, que toreaba a Compás, dijo, “Se torea a Compás, como se baila y se canta, a Compás, pero también como se vive, o ha de vivirse, a Compás”; enorme frase, sobre todo la segunda parte, que suscribo y practico en su toda su amplitud.
Yo estoy viendo toros desde el año 1950, y debo decir que los dos toreros que mejor he visto torear verdaderamente a Compás han sido Curro Romero y Pepín Jiménez.
Con respecto a este último recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y lo mucho que me
impresionó. Fueron tres o cuatro verónicas, más o menos en la primera raya, que me llegaron hasta lo más profundo del alma. Pensé, ¡Dios mío que estoy viendo! ¡Qué estética! ¡Qué obra de arte! ¡Qué pellizco en el corazón! Aquello era sentimiento, creatividad, arte puro derramándose sobre la arena. Todo hecho con gran naturalidad, como debe ser el buen toreo. Lógicamente la plaza enloqueció, porque fue de una belleza inenarrable, como lo es todo el buen arte, en cualquiera de sus ramas. Luego vino la faena de muleta, y lo que había visto con el capote se multiplicó por mil. Naturalmente me dije, ¡a este hay que seguirle! y le seguí. Pues uno de los mayores gozos, para mi espíritu, ha sido ver torear a Pepín Jiménez, cuando le salían las cosas.
Cada torero tiene unas características que le hacen diferente a los demás, y el maestro Pepín Jiménez ha sido uno de los toreros de más personalidad, de más compás, de más arte, de más creatividad y torería que yo he visto, y por tanto de los que más me han emocionado en una plaza de toros. Cada faena suya era completamente distinta a las demás, dependiendo del toro, como es lógico, pero sobre todo de su estado de ánimo, de su estado de inspiración, porque el arte es sentimiento, inspiración, diferencia, expresión, creatividad y emoción. Fue creativo y original incluso el día que, de pronto, sin que nadie lo esperara, hizo el Cristo, tumbándose con los brazos en cruz delante del toro. Aquel, desplante, si se puede llamar así, ha quedado para siempre en la historia del torero, porque fue un detalle genial de un torero genial. Otros hicieron después algo parecido, pero lo de Pepín Jiménez fue otra cosa, en todos los aspectos.
Fíjense si sería creativo que hasta la muleta la liaba, sobre el estaquillador, al revés que todos, para entrar a matar.
El problema es que de esos toreros, con esos dones, nacen muy pocos, poquísimos, y uno de ellos es el maestro Pepín Jiménez, al que nosotros, los aficionados de mi época hemos podido disfrutar.
Al compás / Por Juan TOMÁS FRUTOS.
MARTES, 26 de Junio 2018. Por Juan TOMÁS FRUTOS. Miro algunas de tus obras, efímeras, como el viento, con el
paso del tiempo. Todo ha ido, va, muy deprisa.
Te has adecuado a esas circunstancias que miden con raseros que han de complementarse. Lo has procurado, y así lo advierto.
Nos has invitado con constancia a un interior en el que creemos. Te has relajado y has hecho que seamos en tu extraordinaria actividad, en la que nos realizamos contigo.
Nos comportaremos, tú y yo, al unísono en una travesía que nos ha de dar un acopio de buenos intereses, con los que nos expondremos.
Todo ha ido al compás de una belleza que nos serena. Escuchamos. Podemos con sensaciones nobles. Al final, has consolidado tus anhelos.
Te doy las gracias por ese don que compartes en un ejemplo de vida que sigo porque eres honesto, coherente, voluntarioso y bueno. No se puede pedir más. Suena la música, contemplo tu estampa en la plaza. Todo es soberbio. Hay un ritmo estupendo.
Ser figura del toreo / Por Rafael COMINO DELGADO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>>
Francisco Ruiz Miguel cuenta que el maestro Rafael Ortega le decía, «para ser figura hay que tener doce cualidades diferentes, y solo con que falte una ya no se es figura».
Para nosotros la principal cualidad para ser figura o gran figura es la Inteligencia. Se puede tener mucho valor, mucho arte, mucha técnica, pero si no se es muy inteligente jamás será figura del toreo.
JUEVES, 21 de Junio de 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO.
Hablando con aficionados, buenos aficionados, muy buenos aficionados, profesionales se da uno cuenta de que los conceptos Figura y gran Figura son diferente según cada cual, hecho bastante frecuente en el mundo del toro, que cada uno tiene su propio concepto de multitud de cosas que deberían estar claramente definidas para todos.
Ello nos llevó, hace años, a preguntar a distintos profesionales sobre que entendían por ser figura, estar en figura y gran figura; las respuestas obtenidas fueron muy diversas, que resumidamente expondremos.
Para «Figura» o «Estar en Figura» fueron las siguientes:
- «Figura es el que está en todas las ferias”. Pero yo pregunto ¿cuántos años debe estar para ser considerado figura?
- «Figura es el que se hace rico toreando”. Pero el hacerse rico o no depende de lo que haya ganado y de cómo lo haya administrado. Pudo ganar mucho y administrarlo mal. Podríamos matizar diciendo que “Figura es el que se hace rico toreando si no derrocha lo que gana”.
- “El que cuando llegan Fallas ya tiene firmadas, al menos, 60 corridas”. Pregunto lo mismo. Bien pero, ¿cuánto años?
- «Figura es el que mientras está en activo torea cuando quiere, donde quiere, con los compañeros que quiere y los toros que quiere”. Sí, pero hay toreros que durante muchos años de su vida profesional esto no se cumplió, porque tardaron años en triunfar, y otros que eso lo pudieron hacer solo uno o dos años, por tanto tendríamos que quitar lo de “mientras está en activo”.
- ”Figura es el que una vez logrado el éxito va a Sevilla en farolillos, mientras esta en activo y lo desea”.
- «Figura es el que tiene la admiración y el respeto de los profesionales”. Pero sabemos que hay muchos toreros admirados y respetados por todos los profesionales, por ser muy buenos toreros, pero no han sido o no son figuras.
- Algunos señalan que se puede ser figura en un momento determinado, por ejemplo una temporada y a la siguiente no serlo. Aceptando esto tendríamos que decir, “este o aquel torero fue figura solo un año o dos, o los que sea». Creo, también, que aceptando la anterior opinión podríamos decir, “este o aquel torero está en Figura”, que no es lo mismo que “ser Figura”. Puede estar en Figura un año o dos, pero en conjunto, y al final de su carrera, no se puede decir que haya sido Figura.
Para Gran figura fueron las siguientes:
- «Gran figura es aquel que ha aportado algo al toreo que queda para siempre y, además, toreó cuando quiso donde quiso, con quien quiso y a los toros que quiso». Para la segunda parte de la respuesta, de nuevo nos tenemos que hacer la pregunta, ¿cuánto tiempo?
- «Gran figura es el que en su época cobraba más que los otros”.
Después de oír las opiniones de muchos profesionales, nosotros tenemos claro, o creemos tener claro:
- Figura es aquel que durante varios años (algún crítico taurino lo establece en cinco, pero nosotros decimos varios, cuantos más mejor) mandó totalmente en su carrera, es decir, estuvo en todas las ferias, toreó cuando quiso, donde quiso, con quien quiso, a las ganaderías que quiso, y cobró como el que más o parecido. Y ello es consecuencia de que lleva mucha gente en la plaza, interesa no solo a los aficionados sino también al gran público
- Un torero que tiene que torear todo lo que le ofrezcan no es una figura, aunque toree 90 corridas al año. En cierta ocasión presencié una conversación en la que estaba, entre otros, -todos ellos autoconsiderados figuras –Paco Ojeda.
Uno de los presentes decía: «Yo he matado tantas de Miura, tantas de Victorino, tantas del Cura de Valverde, tantas de Adolfo… ¿a ver quien tiene esos números?» El maestro Paco Ojeda le preguntó, y ¿cuántas has matado de Juan Pedro?, a lo que contestó, «ninguna». Pues las figuras matan las de Juan Pedro y ninguna, o muy pocas de Miura o Victorino, contestó Ojeda. Creo que el dialogo es bastante explicito.
- Que no es lo mismo ser Figura que ser un buen torero. Pienso que todas las figuras son buenos toreros, pero no todos los buenos toreros han sido figuras. Podríamos poner muchos ejemplos de antes y de ahora.
- Para ser Figura o Gran Figura no basta con ser buen torero, es necesario tener, personal y profesionalmente, algo especial que conecta con los aficionados y públicos, que son los que al fin deciden y, desde luego, en los momentos clave nunca fallar. Unos llaman a ese algo especial carisma, otros lo llaman personalidad, etc.
A Antonio Ruiz «Espartaco» padre le he oído decir que para ser figura hay que tener «algo especial». Francisco Ruiz Miguel cuenta que el maestro Rafael Ortega le decía, «para ser figura hay que tener doce cualidades diferentes, y solo con que falte una ya no se es figura». No sé exactamente cuáles son las doce cualidades a que se refería el maestro Rafael Ortega; probablemente afición, valor, arte, etc., pero para nosotros la principal cualidad para ser figura o gran figura es la Inteligencia. Se puede tener mucho valor, mucho arte, mucha técnica, pero si no se es muy inteligente jamás será figura del toreo.
Por eso pensamos que todas las figuras del toreo, las pasadas y las actuales, fueron o son muy inteligentes (no confundir con listo, que es diferente a ser inteligente), aunque no todos los muy inteligentes son figuras, figuras.
Con respecto a Gran Figura creemos que, efectivamente, son aquellos que marcaron una época porque aportaron algo que quedó, fueron imprescindibles en las ferias , torearon lo que quisieron y cobraron más que los demás, y por ello tienen el respeto de todos los profesionales.
A modo de resumen entendemos que lo de Figura o Gran Figura lo otorgan los públicos, acudiendo a las plazas cuando torean, y ello viene determinado por lo que hacen en el ruedo, pero también por lo que hacen en la vida ordinaria, por su carisma, por tener algo especial como decía Espartaco padre. Lo de buen o muy buen torero lo otorgan los buenos aficionados, pero sobre todo profesionales.
En ti, el mundo / Por Juan TOMÁS FRUTOS.
MARTES, 19 Junio 2018. Por Juan TOMÁS FRUTOS. Aseguras tus deseos con hechos. Es un buen camino. Nos
anunciamos una conversación mutua, unos eventos que unen. Complementas las realidades.
Reconstruyes lo que fue de interés. Nos hemos buscado hasta sin saberlo. Somos agua libre. Lo percibimos cuando nos miramos. Eres referencia en el campo con y sin batalla.
Albergas devoción. Escenificas lo mejor del ser humano. No crees en tópicos. Con naturalidad avanzas, te mueves, eres tú.
Cruzas esos umbrales que otros divisan con expectación. La valentía te libera. Te has explicado a través de los sentidos. La normalidad es idealismo en ti.
Tu versión es única, real, basada en acontecimientos que has ido sumando desde la honestidad de creer y de compartir lo más hermoso.
La sencillez, la preparación, la humildad, la solidaridad y las buenas intenciones desde el trabajo constante son el sustento de la Humanidad. Tú sales al albero con decisión, y por eso sé que en ti está el mundo. Es el tuyo, e imagino que el de todos.
La verdad de Ureña / Por Rafael COMINO DELGADO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>>
Paco Ureña es el paradigma de la integridad, de la verdad, de la entrega, de la pureza… ¿Por qué no está en gran figura? Pues creemos nosotros que hay dos razones fundamentales:…
Jueves, 14 Junio 2018. Por Rafael COMINO DELGADO

RAFAEL COMINO
En el toreo todo debe ser de verdad por parte del toro y del torero. El toro debe estar sano e integro cuando sale al ruedo, y el torero debe ser integro, de verdad, en el ruedo y fuera de él.
Dicho esto, hoy día en el toreo, a nuestro modo de ver, Paco Ureña es el paradigma de la integridad, de la verdad, de la entrega, de la pureza. Todo lo que hace ante el toro es pura verdad, y también pura pasión, tanto que a veces esa pasión que pone en su actuación incluso creo que llega a perjudicarle. Pero no es solo verdad y pasión, es que torea muy bien, con muchísima pureza, con gran profundidad.
En estos últimos años le hemos visto muchas veces, en Madrid, en Sevilla, en otras plazas; incluso he tenido el privilegio de verle en el campo, y siempre Ureña es la pureza y la verdad.
La última actuación que le he visto fue el pasado día 10 de junio en la corrida de la Prensa en las Ventas. Fue el Ureña de siempre, entregado, puro, apasionado, hasta en el brindis que hizo a su majestad el rey don Felipe VI, lleno de contenido.
En general estuvo muy bien; creo que si su primer toro hubiese caído antes le hubiera cortado una oreja. Lo cierto es que se tiró a matar con toda la verdad del mundo, pero la espada cayó algo perpendicular, el toro tardó en doblar y aquello se enfrió.
La faena tuvo momentos muy brillantes, pero no fue redonda, quizás porque quiere ser tan puro, tan de verdad, que en varias ocasiones estuvo a punto de ser volteado, sufrió empujones, le tropezó la muleta, en definitiva que tuvo altos y bajos, pero hizo cosas de muchísima calidad.
Por como torea Paco Ureña, por su entrega , por su verdad debería estar en gran figura, pero la realidad es que no lo está, aunque entra en las ferias y los buenos aficionados van a la plaza con gran ilusión cuando se anuncia, cosa que no pueden decir todas las figuras.
Claro, la pregunta es obligada: ¿Por qué no está en gran figura? Pues creemos nosotros que hay dos razones fundamentales: a) Porque en momentos clave ha perdido triunfos sonados en Madrid y otras plazas importantes por la espada; b) Porque los toros le cogen demasiado, aunque hasta ahora ha tenido suerte de que no le han herido de mucha gravedad. Está bien que arriesgue tanto, que se entregue tanto, que lo haga todo con mucha pureza y verdad, pero el torero tiene que emplear su técnica y su inteligencia para evitar volteretas, cogidas, evitables. Y es en este aspecto donde creemos que su demasiada pasión puede resultar más negativa que positiva, pues puede llegar a nublar algo la mente.
Espero, deseo, y estoy seguro de que con el tiempo él ira perfeccionando su técnica, y sobre todo haciendo que su inteligencia predomine sobre su pasión, y ocupe el puesto que le corresponde de gran figura, de torero muy importante.
Orgullosos de ti / Por Juan TOMÁS FRUTOS.
Los valientes nunca andan solos, y yo, en mi humildad, quiero ser uno de ellos, aunque esté a años luz de ti.
MARTES, 12 Junio 2017. Por Juan TOMÁS FRUTOS. De pronto lo
captamos. A veces lo reconocemos, esto es, palpamos, percibimos lo que acontece, y en otras oportunidades lo dejamos ir por la senda del interior. Los vuelos son dispares, y en ocasiones vamos demasiado a ras del suelo para notar lo que es esencial. El caso es que siempre hemos pensado que se nos escapan cosas y personas muy interesantes en nuestras relaciones desiguales. No obstante, hemos de movernos en una mejor dirección.
Durante mucho tiempo hemos considerado que no había valentía, o ben que ésta se sustentaba en el disparate, o puede que estimáramos que no se hallaba en el ámbito adecuado. La ponderación de la belleza y del aprendizaje es relativa.
La fortuna ha sido generosa. Ahora te veo a ti, icono anónimo. Has crecido en un mundo sin medida. Te has curtido en trances que nos han invitado a ignorar. El coraje es tu divisa, pero no siempre la hemos descubierto. Lo sabes. Ha sido peor cuando creíamos conocerte. Como el iceberg, la masa más relevante está fuera de nuestra vista.
Dicen que la vida es perseverancia: aludimos a lo que algunos llaman voluntad. En verdad precisamos de empuje y de tesón para que salgan las cuestiones básicas en las que creemos. Hay que saber esperar. La tolerancia, la aceptación del destino, es igualmente crucial.
Has surgido. Procuras, sí, tú, un acopio de entereza. Te haces caso a ti mismo. Vas hacia delante, y no como huida, sino como óptima opción de existencia. Puedes mucho, desarrollas más y más.
Por todo ello te subrayo que nos sentimos orgullosos de tenerte. Justo es que lo digamos. Los valientes nunca andan solos, y yo, en mi humildad, quiero ser uno de ellos, aunque esté a años luz de ti.
Cada toro tiene su lidia / Por Rafael COMINO DELGADO.

DAVID GALVAN. Las Ventas. 29 Mayo 2018
<<LECCIONES MAGISTRALES>> Lo que no puede ser es intentar lidiar a todos los toros de igual forma aun a sabiendas de que no es posible.
Jueves, 7 Junio 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO.

RAFAEL COMINO
El toreo de mano baja, enganchando al toro delante y llevándolo muy largo, para vaciar la embestida detrás de la cadera y por debajo de la pala del pitón, en series muy bien ligadas de seis o siete muletazos templados más el de pecho, es toreo muy bueno, que gusta a todos, que nos gustaría ver todas las tardes, y que podríamos llamar la «faena ideal», pero para torear de esa forma tiene que salir un toro que embista humillado, con gran recorrido, sin soltar la cara, en definitiva que embista con mucha calidad y tenga la suficiente raza, casta y fuerza para repetir las embestidas; y de esos salen muy pocos. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que la mayoría no reúne esas características, embisten de otra manera pero embisten, y además tienen su lidia, que el torero, si es buen profesional, debe conocer y ser capaz de ejecutar.
Sin embargo en el Toreo actual vemos que casi en el 100 % de los casos los toreros intentan torear como hemos expuesto desde el principio, pero no lo consiguen porque el toro no reúne las condiciones necesarias para ese toreo, y aun así el torero insiste una vez y otra, cuando está clarísimo que no lo va a conseguir, y los aficionados lo saben y el torero también lo sabe, pero tiene que justificarse (es lo que se suele decir). Finalmente después de 6-8 minutos intentándolo, o como hoy se dice «enseñando el toro al público», desiste, se va por la espada y lo mata más o menos decorosamente.
Todo ello hace que, por una parte los públicos solo valoren ese tipo de «faena ideal» que hemos referido y, por otra el torero solo intenta esa faena, con lo cual todo resulta muy monótono, no hay inventiva, no hay creatividad, no hay variedad. O esa faena o ninguna.
Pero si hay otras formas de lidiar a un toro, de hacerle otras cosas, pues cada toro debe tener su lidia, porque cada toro es diferente, y todo lo que se haga a un toro, si se hace bien y adecuado a sus características es bueno, aunque no sean pases largos, arrastrando la muleta y muy templados. El verdadero buen aficionado así lo entenderá.
Es lógico que el torero, en principio, intente hacer ese toreo profundo de mucha calidad, pero si el toro no va largo pues habrá que dar pases más cortos, habrá que retrasar algo la muleta, si tiene poca fuerza habrá que aliviarle al vaciar el muletazo, si repone mucho habrá que torear en línea recta, si no humilla habrá que torear a su altura, si por arriba cabecea y derrota mucho habrá que torear por abajo y no dar tantos pases de pecho, si es tardo habrá que cruzarse para provocarle, en otros toros habrá que colocarse al hilo del pitón porque si el torero se cruza se afligen y no embisten, si es muy bravo habrá que intentar ganarle la acción en cada pase, si busca los tobillos habrá que perderle pasos tras el muletazo, si solo quiere coger habrá que doblarse con él por un lado y por otro, etc. En definitiva sea el toro como sea habrá que dominar la situación mediante inteligencia y técnica. Lo que no puede ser es intentar lidiar a todos los toros de igual forma aun a sabiendas de que no es posible.
El pasado día 29 de mayo vimos en Madrid como el maestro David Galván, en su segundo toro lo estaba toreando a media altura pero muy bien, con muletazos artísticos, templados, no muy largos porque el viaje del toro no lo permitía, y una pequeña parte del público empezó a pitar, exigiéndole que le bajase la mano, cuando estaba clarísimo que si se la bajaba el toro se acabaría en el primer muletazo, lo que le obligó a irse por la espada y matarlo a ley, de una gran estocada, haciendo la suerte con mucha pureza y verdad. Incluso en las Ventas hay muy malos aficionados, causantes en parte de que los toreros siempre quieran hacer la misma faena a todos los toros, es decir, de la monotonía, de la falta de variedad imperante en el Toreo actual.
Repetimos, cada toro tiene su lidia, su faena, lo único que no tiene solución es cuando el toro carece de casta, de fuerza y de raza o bravura; ese toro bobalicón, que más que embestir solo pasa por allí, que no transmite absolutamente nada al tendido, incluso aunque meta la cabeza bien, y tenga cierta calidad. Pero siempre que el toro tenga poderío, casta, se mueva, y embista, aunque no sea con mucha calidad, será posible torearle y emocionar a los aficionados, que es de lo que se trata, pues si en el Toreo no hay emoción la Fiesta se acaba.
MADRID. EL CÍRCULO T. A. DINASTÍA BIENVENIDA ENTREGA PREMIOS A D. ANDRÉS AMORÓS Y D. GONZALO CABALLERO
XV PREMIO «FÁBULA LITERARIA VICENTE ZABALA” a D. Andrés Amorós Guardiola.
XIV PREMIO “ANTONIO BIENVENIDA” A LOS VALORES HUMANOS a D. Gonzalo Caballero.
Implicado / Por Juan TOMAS FRUTOS.
MARTES, 4 Junio 2018. Por Juan TOMAS FRUTOS. Estaba debidamente entrenado para ese momento. La vida
nos ofrece circunstancias, y, aunque hay un destino escrito, somos nosotros los que debemos elegir entre las condiciones para definirnos a través del comportamiento.
Los hábitos nos amoldan, y las respuestas también. Lo sabía. Él conocía bien lo que se jugaba en esa situación, que era crítica, pero también la llave para un desenlace a favor o en contra.
Lo contemplamos con benevolencia, con altura de miras. Ha evolucionado. Ha sabido adaptarse con la máxima curiosidad. Se ha formado cono persona, como un ser bueno. Le mostramos gratitud.
Se ha convertido en embajador de la gracia, de la simpatía, del maravilloso hacer. Coopera, y eso se ve en ese instante que es compendio de un estilo de vida.
Realiza todo lo que puede con brillo. Es distinguido. Se ha creado a sí mismo, seguramente sin propuestas determinadas.
Ha asumido riesgos, muchos, y sabe que las iniciativas están ahí para interiorizarlas y tirar hacia delante. Se ha implicado, y ahora lo va a demostrar. Estamos con él.
RAFAELILLO, con los de MIURA Y JOSE ESCOLAR en LAS VENTAS – Domingo 3 y Martes 5 de Junio / Por Pepe Castillo Abreu
FERIA DE SAN ISIDRO
Domingo 3 de Junio. RAFAELILLO – PEPE MORAL Y ROMÁN. Toros de Miura.
Martes 5 de Junio. RAFAELILLO – FERNANDO ROBLEÑO Y LUIS BOLIVAR. Toros de José Escolar.
MURCIA. Viernes 1 de Junio de 2018. Por PEPE CASTILLO ABREU. Fotos archivo: TNM. El gran torero murciano Rafael Rubio »RAFAELILLO», tan incomprensible como injustamente ausente en Castellón, Valencia y Sevilla, entre otras ferias, vuelve a la Feria de San Isidro en dos extraordinarios carteles, de los más esperados por los grandes y más exigentes aficionados; carteles en los que la emoción sublimada del toreo está asegurada con dos ganaderías legendarias –Miura y José Escolar– ante las que se enfrentan toreros de la dimensión de Rafaelillo, obligadamente encasillados en las corridas duras al no darles las empresas otras opciones donde puedan competir en el circuito de las llamadas figuras.
De antemano, más que interés, la expectación es máxima para estas dos corridas del domingo 3 y martes 5 de junio, como siempre, a estas alturas de la Feria estos carteles son el revulsivo de mayor interés y la absoluta garantía de éxito de la empresa en taquilla. Ojalá que los muy díficiles y siempre muy complicados toros de Miura y José Escolar respeten y permitan a los toreros dos grandes tardes de toros. ¡¡ Que DIOS reparta suerte!!
Rafaelillo comenzó esta temporada con un gran triunfo en La Campana (Sevilla), fue el 18 de marzo en el Festival a beneficio del banderillero Emilio Fernández (hijo), esa tarde cortó las dos orejas a un toro de Miura. Su primer paseillo de luces fue en Cieza el 8 de abril, esa tarde cortó tres orejas a dos toros sin opciones de Talavante, el murciano salió a hombros junto a Roca Rey. El 22 de abril, ansiado regreso a »Su Plaza de Toros de Murcia» en el Festival del Cáncer, fue vía sustitución in extremis de Manuel Diaz »El Cordobés», y Rafaelillo tuvo una gran actuación ante el astado más complicado de La Palmosilla, cortó dos orejas con petición de rabo que no se concedió. El 12 de mayo tercer festival de la temporada hasta el momento Rafaelillo, volvió a triunfar en esta ocasión en Villamanta de la Fuente (Albacete), paseo dos orejas. Y el 18 de mayo volvía Rafaelillo al gran circuito, en Nimes (Francia), Feria de Pentecostés, tarde muy esperada donde todas las ilusiones y su total entrega se vieron frustradas ante unos imposibles toros de Partido de Resina. Y el pasado 20 de mayo, cambio de escenario y de suerte, no de facilidades en cuanto al ganado, porque Rafaelillo volvía a enfrentarse a toros de Miura en Santisteban del Puerto (Jaén), fue una gran tarde, cortó tres orejas de mucho peso, siendo el gran triunfador y salida a hombros en solitario.
Es el balance de Rafaelillo hasta el momento en la presente temporada, con toda su atención y concentración pensando en los dos grandes retos que le esperan en Las Ventas este domingo y el próximo martes. ¡¡SUERTE TORERO!!
La brusquedad es enemiga del toreo / Rafael COMINO DELGADO
<<LECCIONES MAGISTRALES>> Por ello nosotros pensamos que: «El Toreo es valentía, es arrojo y corazón. Es sentimiento, es arte y emoción. Torear es acariciar con pasión».
JUEVES, 31 de Mayo de 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO. Foto PEPIN JIMENEZ archivo: CANO – El toro es un animal irracional, muy violento, que ataca embistiendo porque es bravo, y precisamente
gracias a su bravura puede torearse. Es decir, el hombre, que es racional, inteligente, aprovecha la acometida del toro para crear su obra de arte.
Pero claro, el toro es mucho más poderoso que el hombre, y si se tratara de un enfrentamiento violento por ambas partes siempre ganaría el toro. Pero el enfrentamiento toro-torero no es violento por parte del torero, debe ser justamente lo contrario.
El Toreo consiste en aprovechar la embestida del toro y con capote o muleta conducirla, llevarla, por donde el hombre cree conveniente, y poco a poco atemperarla, pero no venciendo al toro, o pudiéndole, como se suele decir, sino convenciéndole, si Vds. quieren engañándole, para que siga el trapo (capote, muleta) que se le ofrece. Le ha podido porque le ha convencido.
Ese convencimiento tiene que estar basado en la inteligencia, en la suavidad, en la sutileza, en hacerlo todo despacio, nunca en la brusquedad, en los tirones, es decir, en todo lo contrario a la brusquedad, para de ese modo poder convertir la embestida en arte. El maestro Curro Romero dijo en cierta ocasión que, «en el toreo se convierte algo tan violento como embestida del toro en algo bello». Llevaba toda la razón.
Nosotros explicamos el enfrentamiento entre el hombre y el toro para torearle de la siguiente forma: «El Toreo, en realidad, es como una discusión entre dos personas. Si una levanta mucho la voz, empieza a gritar y la otra responde gritando también, incluso más, la cosa acabará mal. Si cuando una grita (el toro embiste muy violentamente) la otra (el torero) responde con tranquilidad, no grita, sino que se calma, ofrece suavidad (temple), nada de brusquedad, la otra (el toro) dejará de gritar (disminuirá su violencia, embistiendo más lentamente), se convencerá de que debe seguir el engaño y lo hará; colaborará con el torero ayudándole a crear su obra de arte. La discusión se habrá convertido en un diálogo».
Por eso decimos que la brusquedad es enemiga del Toreo, debe estar proscrita en el Toreo, si de verdad se quiere dominar la situación en general (que incluye al toro), pero convenciéndole, y así poder crear una gran obra de arte.
Ahora bien emplear esa suavidad, esa delicadeza, esa sutileza, esa despaciosidad frente al toro, requiere tener mucho valor, arriesgar mucho, para al mismo tiempo expresar un sentimiento, el sentimiento torero, que engendra arte. Es decir, hacerlo todo con gran sentimiento, como si con capote y muleta se estuviese acariciando al toro.
Por ello nosotros pensamos que: «El Toreo es valentía, es arrojo y corazón. Es sentimiento, es arte y emoción. Torear es acariciar con pasión».
Milagro, comida y medicina / Por Juan TOMAS FRUTOS
MARTES, 29 de Mayo de 2018. Por Juan TOMÁS FRUTOS. La vida es eso que pasa mientras nos organizamos. Es verdad, y, a veces, los planes, como
decía aquel famoso héroe de una serie norteamericana, salen bien. Es de suponer que fraguan la mayoría de las oportunidades, fundamentalmente cuando somos conscientes de la importancia de salir adelante con la necesaria salud.
Una reflexión: no hemos de considerar nada normal, o puede que debamos considerarlo todo. Lo que sí es cierto es que hemos de avanzar desde la perspectiva amplia de considerar que lo que acontece tiene algo de milagroso. Esto decía la otra tarde alguien que había salvado su cuerpo de esta guisa.
Como la suerte es caprichosa, en ocasiones nos fortalece con sus resultados óptimos, positivos. Hay quien los relata: felicitamos esa postura, y la corroboramos desde aquí. No olvidemos que hallamos en los extraordinarios trances la mejor medicina, de la que hemos de tomar las dosis perfectas para que nos surtan efecto y para que nos quede lo suficiente.
Hay igualmente quien glosa que el pan nuestro de cada jornada es, sencillamente, que todo vaya como esperamos: ve en ello la propia comida por las diversas tareas desarrolladas, que, como dice el Evangelio, es algo a lo que tenemos derecho, pero, asimismo, hemos de saber ponderar.
Con frecuencia, frente a la humillación, la exigencia y las embestidas de la existencia, el azar nos regala un milagro, o puede que una medicina y/o una comida. Es entonces cuando sabemos que ésa era, es, nuestra tarde, y con ella haremos, hacemos, nuestra particular historia. Esto es la vida, ni más ni menos.
«El toro no tiene temple, tiene ritmo» / Por Rafael COMINO DELGADO.
-LECCIONES MAGISTRALES»- Desde Belmonte se habla de «Parar, Templar y Mandar» como tiempos de una suerte, y del concepto «Templar» se han propuesto múltiples definiciones.
JUEVES, 24 de Mayo de 2018. – Por RAFAEL COMINO DELGADO – Para COSSÍO (1997) Templar es “adecuar el movimiento del Capote o Muleta a la violencia, velocidad, etc., de la embestida del toro». Pepe ALAMEDA dice que «Templar es torear despacio”, mientras que José Luis BENLLOCH insiste en que algunos confunden el Temple con torear despacio y no es lo mismo. En este sentido Santiago Martín “el VITI” afirma que “el temple es más que lentitud, es dar la impresión de que paras al toro y en realidad no se para sino que te adaptas a su ritmo”.
Nosotros entendemos que “Templar consiste en llevar el engaño a la misma velocidad del viaje del toro, pero unos centímetros por delante, sin que los pitones lo rocen, siempre al mismo ritmo que el toro, es decir, adaptarse al ritmo de la embestida”. Cuando esto se consigue, y no es fácil, surge la armonía, la estética, el arte y la emoción. Por tanto, en modo alguno debe confundirse Templar con torear despacio, pues se puede torear rápido, porque la embestida del toro es rápida, pero templando, y al templar llevar al toro por donde se desea, es decir, «Mandar». Algunos, para expresar que el torero está templando dicen que, «le ha cogido el ritmo al toro». Otros hablan de Compás para referirse a lo mismo.
Queda claro, de la definición de Templar, que quien templa, quien tiene más o menos facilidad para templar es el torero. El toro no templa, el toro tiene un ritmo u otro en su embestida. Viene esto a colación porque oigo a los comentaristas de TV, de Radio y, en general a muchos taurinos, decir con bastante frecuencia, ¡que temple tiene el toro! ¡este toro tiene mucho temple! etc.
Pues no señores, o al menos eso es lo que creemos nosotros, el toro en sí mismo no tiene temple, ni templa, ni se templa, el que tiene temple, templa y se templa es el torero; el toro lo que tiene es un ritmo en su embestida, que pude ser más o menos rápido, más o menos uniforme, más o menos armónico, es decir, más o menos fácil de cogerle ese ritmo , más o menos fácil de templar. En todo caso podríamos decir que el torero ha templado en ese toro.
Un ritmo uniforme, siempre armónico, ni muy violento ni demasiado suave (queremos decir lento), es un ritmo que se puede templar más fácilmente que un ritmo irregular, a veces muy rápido, otras más lento, incluso en la misma embestida pude tener varias velocidades, pero el toro ni tiene temple, ni templa , ni se templa. Lo que hace el toro es que a medida que va transcurriendo la faena, lógicamente, está más cansado y embiste con menos violencia, menos rápido. El ritmo de su embestida se va enlenteciendo.
No obstante todos sabemos lo que quieren expresar al decir que el toro tiene temple (que tiene un ritmo muy uniforme y armónico, no demasiado rápido, más fácil de cogérselo), pero en castellano es incorrecto, como otras muchas expresiones que se emplean en cualquier aspecto de la vida cotidiana. Por ejemplo, también se suele decir, «el torero enterró la espada en el hoyo de las agujas», lo cual es totalmente incorrecto porque el toro no es tierra, es musculo, tejido conjuntivo, grasa, etc., en definitiva carne, pero entendemos lo que se ha querido significar.
Por tanto creo que está claro, y ha quedado claro, que el toro tiene ritmo, pero no temple, y quien si tiene, o debe tener temple es el torero.



































