La Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia, «No tenía el menor conocimiento ni sospecha alguna de los hechos investigados»
La Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia jamás ha tenido el menor conocimiento, sospecha ni la más remota idea de que se pudieran estar produciendo los hechos que en la actualidad están siendo investigados.
Dejar expresa constancia de que lamentamos profundamente los hechos investigados y nuestra firme voluntad de estar junto a nuestros alumnos y, en especial, junto a los afectados, estando en la actualidad en estudio la posibilidad de personación de esta Escuela como Acusación Particular».
MURCIA. Domingo, 13 sep. 2020. -Prensa-E.T.R.M.- La Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia, a la vista de los acontecimientos recientemente acaecidos en los que se han visto involucrados, entre otros, algunos alumnos de esta y protagonizados, al parecer, por una persona que venía colaborando en la labor de formación de dichos alumnos, quiere dejar rotundamente claros los siguientes extremos:
En primer lugar, que la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia es una entidad sin ánimo de lucro, con la que no se pretende sino promover el arte de la tauromaquia entre el público interesado, así como la formación teórico-práctica en el arte de la Tauromaquia destinada a jóvenes aficionados.
Se trata de una actividad por la que los alumnos no abonan cantidad alguna, salvo la correspondiente al seguro de responsabilidad civil obligatorio. En consecuencia, nadie percibe retribución alguna, ya sea por pertenecer a la Junta Directiva o por colaborar con esta en sus fines, ni existe relación laboral alguna con ninguno de estos.
La Dirección Técnica de la Escuela está atribuida al Maestro Pepín Liria, al que prestaba su colaboración la persona relacionada con los hechos que se están investigando, por su condición de antiguo novillero, aficionado y que, por estar jubilado, disponía de tiempo libre para ello, de la misma forma que podía haberlo hecho cualquier otro aficionado que reuniera las cualidades para ello.
La Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia jamás ha tenido el menor conocimiento, sospecha ni la más remota idea de que se pudieran estar produciendo los hechos que en la actualidad están siendo investigados. Hemos de insistir ¡Jamás! Nadie se ha dirigido, en ningún momento, a ninguna persona relacionada con esta Escuela Taurina – ya sea por parte de los alumnos, familiares o amigos de estos – para denunciar la existencia de tales hechos, manifestar la posible sospecha de su comisión o, incluso, de actuaciones que pudieran ser calificadas siquiera de inadecuadas, circunstancias estas que ya habrían sido suficientes para la inmediata adopción de las más contundentes medidas oportunas para erradicarlas.
La Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia quiere dejar meridianamente claro y con toda rotundidad esta absoluta falta de conocimiento o sospecha alguna de tales hechos, máxime tras haber tenido conocimiento de la publicación de determinados comentarios en algunos de los cuales se afirma expresamente lo contrario y se imputa a esta Escuela una inexistente pasividad ante tan gravísimos hechos, motivos estos por los que nos reservamos y tenemos intención de ejercitar cuantas acciones, tanto civiles como penales, pudieran corresponder en defensa de los intereses de los integrantes de la Escuela, y ello sin perjuicio de las responsabilidades que se pudieran derivar de la inactividad de quien, pese a afirmar que se tenía esa pretendida seguridad con la que se afirma que se tenía conocimiento por su parte de tales hechos, nada hizo para denunciarlo ante la autoridad competente.
Dicho lo anterior, hemos de dejar expresa constancia de que lamentamos profundamente los hechos investigados y nuestra firme voluntad de estar junto a nuestros alumnos y, en especial, junto a los afectados, estando en la actualidad en estudio la posibilidad de personación de esta Escuela como Acusación Particular, a fin de contribuir, en la medida de nuestras posibilidades, a que se aclaren los hechos y se depuren las oportunas responsabilidades y, caso de quedar acreditada la realidad de los mismos, se aplique la ley con la máxima contundencia.