Lole Montoya y Rocío Márquez »conquistan La Catedral del Cante»
Lole Montoya y Rocío Márquez ofrecieron un flamenco jondo en pureza que perdurará en el recuerdo.
LA UNIÓN. Viernes, 4 de agosto 2017. – REDACCIÓN – (Fuente: Prensa-FICM) – Abría la noche Rocío Márquez, gran conocida del público unionense desde que ganó la Lámpara Minera en el año 2013 y todos los demás primeros premios de la categoría: tarantas, fandangos mineras, levanticas y cantes abandolaos. No defraudó la onubense, una de las artistas flamencas más polivalentes que puede y canta lo que quiere. Quiso comenzar con una guajira. Con los »Mellis” al compás y Miguel Ángel Cortés al toque, encadenó una serrana con abandolaos y un cante por tangos.
Salieron los »Mellis» y se quedó la onubense a solas con la guitarra del maestro Cortés que la acompañó por peteneras. Y le llegó el turno a un romance cordobés recitado y cantado. Siguió por tarantos y con cantes mineros entonó la Elegía a Ramón Sijé.
Levantó al público con las seguirillas que dedicó al pueblo de La Unión y “a los amigos del Malacate y la Mesa Café”. Y tras la gran ovación que el público le rindió cuando se despedía, en el borde del escenario de pie y sin micro ni altavoz regaló unos fandangos que levantaron al público de la Catedral en una explosión de los aplausos y emoción.
Con todas las entradas vendidas, nadie quiso perderse el recital, no faltó a la cita el periodista Carlos Herrera, gran aficionado al flamenco y habitual en el Cante de Las Minas, muy vinculado el almeriense a La Unión, ha sido pregonero del Cante de Las Minas y ostenta el galardón »Castillete de Oro»; también asistió el embajador de Bélgica en España, Marc Calcoen, en una noche de flamenco que perdurará en el recuerdo.
A que fuera una noche mágica contribuyó Lole Montoya que volvía a La Unión, después de muchos años. Los incondicionales del dúo Lole y Manuel no salieron defraudados. La cantaora acompañada de Juan Carmona a la guitarra fue desgranando sobre el escenario algunos de los temas con los que la pareja refundó el cante jondo en la década de los 70 y dieron paso a lo que se conoció como “nuevo flamenco”. Lole comenzó con “Cuento para mi niño”, siguió con “Dime” y por alegrías. “Tangos canasteros”, “Tu presencia” o “Cabalgando” fueron otros de los temas que la cantaora rescató de las míticas canciones del dúo. Ante un público entregado, Lole dejó para el final su mítico “Nuevo día”, y animó al público a acompañarla con “Todo es de color”. Y para cerrar Romero Verde. Lole salió del escenario con el público en pie y aplaudiendo con las tablas ya vacías.