Luis Francisco Esplá y Nicolás de Maya, »paran el tiempo en Cehegin evocando a Dámaso» / Texto: Pepe Castillo Abreu.
Luis Francisco Esplá fue nombrado Socio de Honor del Club Taurino de Cehegin.
III CICLO TAURINO CULTURAL.
CEHEGIN (Murcia). Miércoles, 28 de Febrero de 2018. Texto: PEPE CASTILLO ABREU. Fotos: PACO SASTRE. En ocasiones los sueños se cumplen, y todo salió como se había soñado, un rotundo éxito, como se merecía el gran esfuerzo realizado para una Jornada Excepcional, resultó inolvidable para la gran historia taurina, cultural y artística de Cehegín. Aconteció el pasado viernes, 23 de febrero, en la Casa de la Cultura de la localidad, una interpretación artística y encuentro con las artes titulado: «De Dámaso al Cielo…», con Luis Francisco Esplá y Nicolás de Maya. Era el segundo de los relevantes actos que componen el III Ciclo Taurino Cultural organizado por el Club Taurino de Cehegín, con la colaboración del Excmo. Ayuntamiento.
Antes, Luís Francisco Esplá y su encantadora esposa visitaron la singular bella sede del Club Taurino de
Cehegin, en todo momento acompañados de la Junta Directiva del Club, encabezada por su presidente Pedro Moreno ‘’Zapatando’’ y por Nicolás de Maya. Como ya es tradición, Esplá procedió al ‘’herrado’’ de la piel de toro, acto ceremonial de las personalidades que visitan el Club. El dinástico alicantino lo hizo con el hierro con el que tantas tardes de gloria está jalonada su dilatada y envidiable carrera, el de la ‘’A’’ coronada, como es sabido, de Victorino Martin.
Precisamente, en los próximos días Esplá será distinguido en Madrid por la Asociación Taurina Parlamentaria, junto a los otros componentes de aquel grandioso cartel de la llamada ‘’Corrida del Siglo XX’’, Ruíz Miguel, José Luis Palomar y el ganadero Victorino Martin.
La gran promoción realizada en este acto, con inédito, interesante y atractivo cara a cara, sin necesidad de moderador, entre Luis Francisco Esplá y Nicolás de Maya, dos grandes y personalisimos artistas había despertado gran expectación; y la Casa de la Cultura se llenó, a pesar del intenso frio y de que el acto era retransmitido en directo por la Tv, de Cehegin. Hubo quiénes comentaron que no se recordaba un lleno así con ningún otro motivo.
Se rompieron los arquetipos al uso para la puesta en escena; así, el escenario estuvo iluminado por tan solo una luz cenital con la sala a oscuras, como en la ópera o el teatro, y el marco lucía con elegante clasicismo haciéndose cómplice para una noche mágica; dos cómodos sillones, una mesa de centro, se prescindió del agua, y sobre la mesa dos copas y una botella de un vino excepcional para la ocasión, gentileza del ilustre enólogo ceheginero Pedro Martínez Fernández, quién lamentó no poder asistir por coincidir con la inauguración de su exposición en Bullas a la misma hora. Completaron la decoración dos bibliotecas con los tomos de El Cossío, un bonsái y distintas plantas ornamentales, en el centro al fondo un precioso naranjo, todo un símbolo del paisaje Mediterráneo tan ligado a la Dinastía Esplá, y en primera línea a la izquierda el capote de brega que el maestro Esplá lució en su puntual última reaparición en la goyesca de Arles. La ambientación predispuso, y la ensoñación del momento no se puede describir, había que estar allí y sentir todas las sensaciones, emociones, que se vivieron.
Quién firma esta crónica hizo la presentación del acto con la brevedad requerida, y pasé a presentar a la catedrática Verónica de Haro, una verdadera autoridad cultural, ilustrada cabal, defensora comprometida con los valores de la tauromaquia. Verónica, en su brillante introducción para presentar a los protagonistas –Esplá y Nicolás de Maya-, estuvo verdaderamente magistral, ofreció toda una lección ‘’cum laude’’, fueron unos delicados intensos minutos que calaron hondamente, vaticinando el extraordinario desarrollo de una noche que nos llevó ‘’De Dámaso al cielo…’’. La lorquina Verónica enfatizó en la importancia ancestral de la tauromaquia en la cultura y en las artes, y ensalzó las excepcionales virtudes humanas y artísticas que agigantan al recordado Dámaso González, y que de igual manera brillan en los dos genios que a continuación intervenían.
Esplá comenzó recordando muy emocionado a su gran amigo Dámaso, declaró: ‘’Se ganó el respeto y el cariño de todos con profunda admiración, fue un gran un maestro intratable en el ruedo; pero, una persona excepcional en todos los aspectos y con todos, un inmejorable compañero y mi gran amigo. Dámaso fue todo un ejemplo de generosidad y humildad. Restaba importancia a todo lo grande que hacia por los demás’’. En ese momento Esplá no pudo contener la emoción, y el primer gran aplauso fue un »quite» espontáneo y necesario del respetable que le permitió retomar aire para continuar.
Y Esplá continuó preguntando a su interlocutor: ‘’Que le pides a un torero cuando estás sentado en el tendido esperando verle actuar?. Y Nicolás de Maya, respondió de inmediato con determinación y contundencia: ‘’Maestro, yo le pido a un torero autenticidad, porque en lo auténtico está la verdad que es la varita mágica en todo’’. Y fue en este punto inicial en el que surgió una complicidad que estuvo hasta el final, la complaciente sonrisa de Esplá rubricaba: ‘’Sabía que así iba a ser tu respuesta. Así era Dámaso en todo, un ser auténtico y único’’.
A partir de ese momento, con un Nicolás de Maya, que ya de entrada se había ganado todas las simpatías y respeto del maestro Esplá, surgió un tiempo de verdadera ensoñación que cautivó a todos y donde no faltaron curiosas anécdotas. Los temas fluyeron con cadencia, en encadenada estructura, y con doctos conocimientos en las distintas disciplinas que tanto les apasionan, y que eran de interés conocer desde su personal perspectiva y experiencia. De Maya, con evidentes muestras de respeto y admiración a Esplá, jugó un papel clave, no condicionado por lo cotidiano habitual, y propició que Esplá se sintiera especialmente cómodo, relajado, parecía estar como en su casa, y sacó ese frasco de las esencias con el que el ecléctico »Medalla a las Bellas Artes» es consagrado cautivador. Y Esplá y Nicolás, y todos, perdimos la noción del tiempo, el reloj se había parado, o mejor dicho no existia, pero habían transcurrido más de dos horas y nadie se había movido de su asiento. Fue tal, que alguien tuvo que indicar la hora a los protagonistas.
Finalizó este entrañable y excepcional encuentro con las artes recordando Nicolás de Maya las triunfales tardes de Dámaso González en la Plaza de Toros de Cehegin, y en las que en algunas de ellas coincidió con Esplá. Por su parte, Esplá, agradeció se hubiera contado con él en este Ciclo dedicado a su gran amigo Dámaso, y, también, por todas las atenciones recibidas. Dijo haber estado encantado en Cehegin: ‘’Realmente ha sido una noche en la que Dámaso nos ha llevado a todos al cielo’’.
A continuación el Presidente del Club Taurino de Cehegín, Pedro Moreno, por acuerdo unánime de la Junta Directiva nombraba Socio de Honor del Club al maestro Luis Francisco Esplá, haciéndole entrega del nombramiento junto a una obra de Nicolás de Maya.
Cerraron el acto Pedro Moreno –Pte. C.T. Cehegin-, que manifestó su gratitud a todos y su satisfacción de que el maestro Luis Francisco Esplá engrandezca al Club como Socio de Honor. Por su parte, José Rafael Rocamora -Alcalde de Cehegín- que siguió con toda atención y el mayor interés el desarrollo de la noche en la Casa de la Cultura, se mostró gratamente sorprendido por la relevancia de lo que había sido testigo, y reitero su apoyo al Club Taurino y a la tauromaquia.
Entre la numerosa asistencia: Antonia Moya -Juez del Juzgado de Instrucción Nº. 3 de Caravaca de la Cruz-, Concejales de los partidos políticos locales: PSOE, Partido PP y Ciudadanos, los matadores de toros Antonio Puerta y Carlos Pacheco, el novillero con picadores David Fernández, el subalterno Pascual Mellinas, Felipe de Paco y Máximo Liria. Desde Cartagena llegó Matias Barco -Pte. AA. Benéfica Cartagena Por La Caridad-, y conocidos aficionados llegados de distintos puntos de la Región. Por causa mayor no pudo asistir Juan Carlos López Alfonso -Director del Festival Internacional del Cante de Las Minas de La Unión-, quién envió un cariñoso mensaje a Luis Francisco Esplá y a la afición de Cehegín.
»MI ENHORABUENA AL CLUB TAURINO DE CEHEGIN, SE MERECEN EL MAYOR DE LOS RESPETOS Y TODO EL APOYO INSTITUCIONAL POR LOS RELEVANTES ACTOS CULTURALES QUE VIENEN REALIZANDO CON GRAN REPERCUSIÓN MEDIÁTICA. UNA SERIA CONTINUADA LABOR DE TANTA ENTREGA Y VERDAD PARA LA RECUPERACIÓN DE SU GRAN AFICIÓN, Y QUE SU CENTENARIA PLAZA DE TOROS VUELVA A BRILLAR CON EL ESPLENDOR DE LA MEJOR ÉPOCA».