CONCHI RÁOS: «Decidí ser torera de repente»

PUBLICADO EN www.LAVERDAD.es GONTZAL DIEZ. Foto.- ENRIQUE MARTINEZ BUESO. Sonríe y mira de frente. Ojos grandes, perfilados, también sonríe con los ojos. Dos tatuajes en los tobillos: una estrella de cinco puntas, «que significa equilibrio», y unas alas, «símbolo de la libertad». En la espalda se tatuó una golondrina cuando debutó con caballos y lo volverá a hacer el día de su alternativa. ¿Cuándo? «Cuando esté preparada, eso ya lo sentiré, la próxima temporada o quizá la siguiente; hay que estudiarlo con calma». Fue una niña aplicada que estudió en los Maristas. Un tintineo de vírgenes y medallas en el pecho. Torera de arte, dicen los entendidos. Murciana nacida en 1991, del barrio de San Andrés.

¿De qué están hechos los toreros? De carne y hueso, de músculo y pasión. Un fondo físico muy exigente que logra que los accidentes y cogidas parezcan que no son para tanto, aunque lo sean. Es fundamental la ilusión, las ganas de salir y disfrutar en el ruedo. Todo está en la mente.

¿Cuándo decidió que quería ser torera?, no creo que uno se despierte una mañana y se diga: lo mío es el toro y allí voy. Pues sí, pasó algo similar. Yo no he sido la típica niña que ha cogido un trapo de cocina y se ha puesto a dar pases o la que le han comprado un capote de chiquitita. ¡Para nada! Yo estudié hasta séptimo en el Conservatorio de Danza de Murcia y mi vida estaba encauzada por otros derroteros. A los 14 o 15 años se despertó un día esa vena. De repente….

¿Qué ocurrió? Estaba en la plaza de toros de Murcia, en la Feria de Septiembre, junto a mis abuelos maternos, viendo al maestro Pepín Liria y …….

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