J.M. De Prada
La propaganda oficial se desvive por convencer a la pobre gente expoliada de que las privaciones y sacrificios que ahora se le exigen redundarán en su beneficio.
PUBLICADO EN XLSEMANAL. Nº 1230. Cuando era joven, no leía las páginas económicas de los diarios porque se me antojaban un coñazo; y la petulancia propia del hombre de letras me obligaba a desdeñar los números. Ahora que soy mayor procuro no leerlas tampoco, pero en mi elección ya no intervienen la petulancia o el desdén, sino el horror al mal. El mal, sin embargo, posee una fascinación hipnótica, una suerte de magnetismo turbio, como la Gorgona; y aunque sepamos que mirarlo de frente nos petrificará, acabamos haciéndolo. Hace un par de semanas, las páginas económicas de los diarios publicaban los resultados de las principales compañías eléctricas: así, sabíamos que una de ellas había obtenido un beneficio neto, durante el primer trimestre de este ejercicio, superior a los 1000 millones de euros, un 10 por ciento más que el primer trimestre del año anterior; y que otra había cerrado el pasado ejercicio con un beneficio de más de 4100 millones, un 20 por ciento más que el ejercicio anterior. El consejero delegado de esta última, para celebrar tan opíparos resultados, reclamaba al Gobierno una subida de la tarifa de acceso de entre el 15 y el 20 por ciento durante los dos próximos años, que se traduciría en un alza del recibo de la luz de entre un 7,5 y un 10 por ciento; un alza que debería acumularse a las sufridas en los últimos tiempos. Con un par…..