Roca Rey, tres orejas reflejan su rotundo mérito personal con toros sin fuste en La Deseada.

El peruano se lleva con rotundidad el mano a mano con Paco Ureña, quién se fue de vacío en tarde extraña del lorquino. 

El rejoneador Diego Ventura, con toros de su ganadería, facilona salida a hombros.

CIEZA (Murcia). Jueves, 24 Agosto 2017. Por Pepe Castillo Abreu. Fotos.- TNM.com. Se guardó minuto de silencio por las victimas de los recientes atentados islamistas en Cataluña y por el Centenario de »Manolete», los burladeros lucieron motivos conmemorativos de la efeméride del inolvidable diestro cordobés.

Tarde de expectación, ya se sabe…, no fue de decepción total, pero sí las ha habido e importantes, las decepciones. Vayamos por partes. Hubo decepción, preocupante, me refiero a la entrada, tan solo algo más de media plaza. Lo que ya de entrada desluce, y llega a contrariar, sobre todo a quién se la juega por aficionado romántico, el empresario Antonio Soler. Al respecto, téngase en cuenta la considerable reducción de festejos en la Región, y nos ponen un cartel, además de »caro» con muchos atractivos, y el sol de pena, y la sombra con muchos lunares…. Se esperaba otro resultado mucho mejor en todos los aspectos.

Diego Ventura no estuvo al nivel que le caracteriza, ni ganas ni efectismos, ni tan siquiera esa teatralidad, tan fácil y recurrente como tan banal, y que en ocasiones un público fácil se le hace cómplice para jalearle. Anduvo Ventura profesional, medido, y en plan de cubrir el expediente. Más entonado en el que abrió plaza, cabe destacar tan solo momentos a dos pistas con el astado de su propiedad cosido a la cabalgadura que tuvieron respuesta en los tendidos. Ni siquiera estuvo a la altura al quiebro ni a dos manos. El rejón definitivo tan trasero como efectivo y paseo dos orejas que le garantizaban titulares y la foto a hombros. En su segundo el portugués cubrió trámite, le sobró a un toro justo de fuerzas un segundo rejón de castigo que lo dejó inservible. En este su segundo Ventura estuvo muy reservón. además, muchos capotazos en los tiempos muertos entre caballo y caballo, por cierto muy pitados. Tras pinchar rejonazo con derrame y silencio. Tras el arrastre salió el caballero al tercio a saludar y el respetable correspondió con aplauso.

Paco Ureña no tuvo su tarde, ciertamente los toros de La Palmosilla no fueron material propicio para lucimiento y mucho menos para su tauromaquia; pero, Ureña, vencedor en mil imposibles batallas, tampoco acabó de encontrarse a gusto ni sobreponerse a las evidentes dificultades ante un material inservible. Su primero fue un toro muy justo de fuerzas al que cuidó en los tres tercios. Tan solo el recibo fue aseado, con la franela puso voluntad sin acabar de encontrar ni el sitio ni la forma. Tras pinchazo estocada entera y dos descabellos. Silencio y pitos en el arrastre. En su segundo el recibo fue discreto. En el caballo el castigo fue duro y prolongado, al probarlo en los medios el toro sufrió un volteretón tremendo que lo quebrantó. En la muleta fue imposible, el toro se puso aún muy dificil y pegajoso, no permitió el toreo en redondo y entre pase y pase obligaba perderle muchos pasos. Más complicado fue el cuadrarlo, escarbaba y se arrancaba, Ureña se desesperó y se oyeron pitos. Tras pinchazo media lagartijera. Ovación con saludos.    

Roca Rey, por fin, se presentaba en la Región como matador de toros, tras distintas frustradas ocasiones que otras tantas cogidas se lo impidieron. Sí estuvo en Calasparra en su última temporada de novillero con caballos. El peruano no defraudó, todo lo contrario, llevó todo el peso de una tarde en la que los toros pintaron bastos; estuvo en figura del toreo, lo que es. No es casualidad ni cuestión de suerte el lugar que ocupa siendo el revulsivo de carteles y ferias de postín. Roca Rey ve los toros de salida, es, más que un privilegiado, un sabio, y su toreo es de belleza, poder y conocimiento de los terrenos, que desde una entrega total, convence, somete y vence a toros imposibles y pone de acuerdo a los aficionados más intransigentes. En lo referido quedan expresadas las dos faenas de hoy en Cieza, intensas, de gran mérito por lo variadas y completas, se las inventó con su personal y apabullante repertorio tapando todo lo negativo de una tarde condicionada por unos toros de no se prestaron. Rubricó con la espada como un auténtico cañón. Oreja con fuerte petición de la segunda y dos orejas. Apoteósico momento fue cuando paseó Roca Rey las orejas del último de la tarde sonando el pasodoble »Chocolatero», entre los aplausos de un público entregado puesto en pie.

FICHA: 2 Toros de Diego Ventura, aceptables en juego para rejones y 4 de La Palmosilla, correctos de presentación, sin clase, complicados y sin opciones de lucimiento. DIEGO VENTURA, 2 orejas y silencio. PACO UREÑA, silencio y ovación con saludos. ROCA REY, oreja con petición de la segunda y 2 orejas. ENTRADA: Más de media plaza. SUGERENCIA: Se debe regar el ruedo en el descanso, hoy no se hizo y hubo que sufrir un terregal en la segunda parte.