OBITUARIO
Fallece Don Pedro Guirao Fernández, “Luto en el Mundo del Caballo y la Afición Taurina Murciana” / Informa: Pepe Castillo Abreu.
Nuestro gran amigo Pedro ha fallecido a la edad de 67 años, tras un duro año de lucha contra el cáncer.
La Capilla ardiente esta instalada en el Tanatorio de Calasparra. La Misa será mañana viernes, 9 de mayo, a las 6 de la tarde, en la Parroquia de San Pedro, de Calasparra. A las 19:30 horas recibirá cristiana sepultura en el cementerio de Cehegín, su pueblo natal.
CALASPARRA (Murcia). Jueves 08 de Mayo de 2025. Texto: Pepe Castillo Abreu. Fotos: Archivo de TNM, cedidas por la familia y «El Quite de Calasparra. A primera hora de esta mañana, las 7:45 horas, a través de su inconsolable hija Tamara, me llegaba la triste noticia del fallecimiento de mi gran amigo, a quién he querido como al mejor buen hermano, extraordinaria persona de callados grandes valores humanos y cristianos. Su recuerdo queda imborrable en todos los que tuvimos la fortuna de su ejemplo y leal generosa amistad.
Pedro, ceheginero de nacimiento y sentimiento (11/11/1957), pero calasparreño de adopción y un enamorado de la Ciudad del Arroz; había hecho de Calasparra su segunda patria chica, donde por motivos profesionales se había afincado hace treinta y cinco años, donde ha sido muy respetado y querido, y hasta donde recibió un muy merecido reconocimiento de la Asociación Taurina “El Quite de Calasparra”.
En Calasparra debutó como alguacilillo con sus preciosos caballos “Pura Raza Español” a mediados de los años 80; después tomaron el relevo Roman e Isa, una joven aficionada amiga de la familia; la siguiente etapa y durante muchos años, Tamara y Román fueron pareja de alguacilillos en Centenaria Plaza de Toros “La Caverina”. Verdaderamente, la apertura del paseíllo tantos años en tantas Ferias de Calasparra con los bellos ejemplares de Pedro, convertían a La Caverina en Plaza de Primera Categoria. Cuanto me comentaba Pedro, con triste lamento, qué en los últimos años, muy a su pesar, no volvieron a ejercer de alguacilillos.
Con cuanto esmero, cuidados, mínimos detalles preparaba y enjaezaba sus caballos cada festejo en Calasparra. Igualmente, en todos los eventos donde se contaba con el lujo de su participación; bien fuera en la Semana Santa de Lorca, donde participó más de cuarenta años, o en Caravaca de la Cruz… También abrieron otros tantos paseíllos en Abarán, Lorca, su pueblo natal Cehegin, en Caravaca…
Pedro Guirao, en el Mundo del Caballo alcanzó un gran reconocimiento a nivel nacional de los profesionales, aficionados e importantes certámenes, donde ganó y mereció gran prestigio; obtuvo importantes premios en la especialidad de doma clásica. Y todo, desde su pasión y amor a los caballos, a los que les que vocacionalmente dedicó gran parte de su vida. Sin duda que fue también un amor correspondido, tuve ocasiones de ver como Pedro «hablaba a sus bellos caballos, y ellos corresponderle en gestos inequívocos equinos, miraban con respeto al Maestro y como un caricia apoyaban su cabeza en su hombro». Se veía entre Pedro y sus amados caballos una armonía y entendimiento que conmovía a los observadores, como yo.
Compartí burladero en La Caverina con Pedro, Tamara y Román durante muchos años; infinidad de inolvidables tardes donde disfrutamos ver tardes de puertas grandes y gloria, como también sufrimos tardes de mucho miedo en duras cogidas. Y siempre, en la mitad del festejo, siempre que estaba cerca de Pedro, compartía conmigo su merienda taurina y nuestros comentarios sobre la tarde, los toreros y los toros. Sabia tanto de caballos como de toros.
Hace un año se le detectó la oculta traicionera cruel enfermedad, ha sido un año muy duro para él y para su familia; en ningún momento flaqueó ni se rindió, hasta que sus mermadas fuerzas se lo permitieron estuvo al pie del cañón con su hija Tamara. Tan solo hace un mes, no podía evitarlo y se revelaba ante lo imposible, su coraje le seguía llevando a su yeguada a ayudar a cuidar sus caballos y preparar potros. Daba los mejores sabios consejos con su ejemplo y su magisterio. Me dice Tamara con la voz rota: “Se resistía no hacerlo cuando ya las fuerzas no se lo permitían”.
Pedro, pertenece a aquella generación de principios de los años 60 del pasado siglo, heredó de su padre el amor a los caballos y su afición a los toros. Con ocho años, despertó en Pedro una muy precoz conciencia de ayudar a sus padres; y a tan temprana edad comenzó su infatigable e incesante andadura laboral para ayudar en la casa. Su primer trabajo fue en el campo, donde tan niño el encargado le pagaba doble jornal por su capacidad y alto rendimiento, más tarde en la construcción; pero ya entonces su fijación estaba en los caballos.
EL TRABAJO: Sagrado principio y fin de su vida, del que nunca se quejó, todo lo contrario, marcó su sino y su destino, sin horas ni días de descanso, ni festivos ni vacaciones hubo para él; fue así por su natural condición y para dar lo mejor a su familia, y hasta compartir calladamente con los necesitados. Así, es algo que solo conocen sus íntimos, hoy me he enterado por Tamara, en las señaladas fechas de Navidad, se iba con su hija Tamara a comercios de alimentación para hacer compras que entregaban a familias necesitadas. Ese era el generoso cristiano corazón de un hombre forjado a sí mismo en el duro trabajo, la perseverancia, el esfuerzo y el sacrificio, una faceta humanitaria que solo conocían los suyos. Hombre de apariencia dura como una roca y de fuerte carácter, justificado genio con razones; pero, con tan especial sensibilidad y tan nobles sentimientos. Esa era la parte desconocida de Pedro, que él celosamente no quería que se conociera.
Hombre de grandes principios heredados, era una persona de una fuerza interior inquebrantable, ante todo, frente a cualquier contratiempo o problema; siempre encontraba una solución, una salida. Para él la máxima autoexigencia en todo, no rendirse jamás, ni claudicar ante nada ni ante nadie. Eran sus claves para superar la adversidad. Su amor propio, su afán de superación le hacían invencible. Inculcaba sus valores con amor y rigor a sus cuatro hijas, “les predicaba con Amor de Padre”, pero también con firme contundencia: “Mejor que os tengan envidia a que os tengan lástima. No afligiros ante los problemas, los problemas afrontándolos todos tienen solución, y el que problema que no la tiene deja de ser un problema”.
A Tamara, era natural que le gustaran los caballos, su padre intentó convencerla de que no era un mundo para ella, se lo puso muy difícil, para que no estuviera cerca del mundo del caballo por los peligros y riesgos que conllevan; y Pedro, era muy protector de sus amadas hijas. No pudo con Tamara porque había heredado su gran afición y su gran pasión, los caballos.
El bueno de Pedro junto a Ascensión, su amada esposa, educaron a sus hijas con el mayor primor, preocupación, dedicación, máxima responsabilidad. Les dieron carreras universitarias a las cuatro. Recibieron la mejor influencia con el mejor ejemplo de sus padres, y al que sus hijas son respetuosamente fieles. Pedro, con su férrea firmeza, convicciones y su fuerte carácter, les decía muy serio a sus hijas: “Quiero que os sacrifiquéis en estudiar, para que tengáis total independencia, que no tengáis nunca que depender de nadie. Quiero que seáis libres para que siempre toméis las mejores decisiones que tengáis que tomar en vuestra vida”.
El destino le dio al final una gran alegría que no ha podido ser completa, se trata de que Pedro ha estado rodeado siempre de mujeres: Su encantadora esposa, Ascensión, amiga y compañera toda su vida, las cuatro hijas del matrimonio: Maravillas, María Magdalena, Tamara y Tania, y para culminar el dominio femenino en la familia, ¡tres nietas!, a las que adoraba; y la última gran alegría de Pedro, es que le llegó la buena nueva de que su hija Maria Magdalena está en estado de buena esperanza muy avanzado, en un mes dará a luz el nieto varón que tanto anhelaba Pedro. En su memoria se le impondrá el nombre de Pedro. Lástima que no ha podido conocerlo.
Pero a ese tan esperado nieto no le faltará información de la familia de “QUIÉN FUE SU ABUELO”; y de la admiración, respeto y cariño que Pedro Guirao Fernández se ganó de todos los que tuvimos el privilegio y el honor de su amistad.
La Capilla ardiente está instalada en el Tanatorio de Calasparra. La Misa será mañana viernes, 9 de mayo, a las 6 de la tarde, en la Parroquia de San Pedro, de Calasparra. A las 19:30 horas recibirá cristiana sepultura en el Cementerio de su pueblo, Cehegín.
Desde Toros Noticias Murcia, muy especialmente de quién firma, nuestras más sentidas condolencias a su esposa, hijas, nietas, familiares, allegados y la gran legión de amigos de Don Pedro Guirao Fernández.
Descansa en la Paz del Señor. Amén.
Fallece Vargas Llosa, un gran aficionado y defensor del toreo / Gonzalo I. Bienvenida
«Prohibir las corridas, además de un agravio a la libertad, es también jugar a las mentiras. Es una seña de identidad que no puede ser desarraigada de manera prepotente y demagógica», escribió en El País con motivo de la prohibición en Cataluña.
Lunes 14 abril 2025. Publicado en www.AplausoS.es – Por Gonzalo I. Bienvenida / Foto: Arjona. Vargas Llosa nunca tuvo problema en mostrar su afición a los toros. En su obra hay numerosas citas a la tauromaquia. En el año 2010, el programa Tendido Cero emitió una larga conversación con el autor peruano bajo el título: «El Nobel más torero». En ella, Belén Plaza -actual directora del espacio televisivo- le preguntó por el origen de su afición, sus ídolos y su sentimiento del toreo.
«Crecí en una familia muy taurina, respiré en el aire desde niño. Todavía era un niño de pantalón corto cuando fui a mi primera corrida en Cochabamba. Pronto empecé a ver toros en Lima. Recuerdo faenas de los hermanos Bienvenida, que iban mucho a Lima, donde eran muy queridos. Inolvidables. Luis Miguel Dominguín, Rovira, Procuna, tengo admiración por muchos toreros pero quizá si tuviera que quedarme con uno sería Antonio Ordóñez».
Definía la tauromaquia como algo sensorial, por encima de la razón: «El toreo es algo que transporta, inefable… no es solo la belleza del espectáculo. Nos remite a ciertas situaciones existenciales, la condición humana se expresa entre la vida y la muerta que es nuestra existencia». Y destacaba la presencia del mundo en la literatura y en el cine, como en una de sus películas preferidas: «Sangre y Arena».
En plena vorágine prohibicionista en Cataluña, publicó un sublime artículo en El País en defensa de la tauromaquia: «Prohibir las corridas, además de un agravio a la libertad, es también jugar a las mentiras. Es una seña de identidad que no puede ser desarraigada de manera prepotente y demagógica».
En definitiva, un intelectual que ha ensalzado la tauromaquia durante toda su vida, como muestra recogió en Estocolmo el Premio Nobel de Literatura con una montera de Curro Romero y no sólo ha hablado de toros en su obra si no que ha visto corridas por todo el mundo. En estos últimos años siguiendo a su paisano, primera figura del toreo: Roca Rey.
Fallece Doña Fina Muñoz Ibáñez – Mamá de Manolo Guillén – Informa: Pepe Castillo Abreu.
Doña Fina Muñoz Ibáñez, yeclana de nacimiento, ha fallecido hoy en Cartagena a la edad de 94 años.
La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio Estavesa, de Cartagena. La misa de funeral tendrá lugar mañana lunes, 31 de marzo, a las 12:30 horas, en la Capilla del tanatorio.
CARTAGENA (Murcia). Domingo 30 de marzo de 2025. Informa: Pepe Castillo Abreu. (Fotos de archivo de la familia). Esta mañana me llegaba la triste noticia, directamente de mi amigo Manolo Guillén, del fallecimiento de su Mamá, respetada querida amiga por todos quiénes la conocimos y tratamos, y tuvimos el honor de su amistad; y de aprender tanto de ella, como gran aficionada a los toros, y por su discreta ejemplaridad en la vida. UNA GRAN SEÑORA.
Doña Fina, pertenece a aquella irrepetible generación de ejemplares mujeres, niñas de la Guerra Civil y adolescentes de la dura post guerra. Después, jóvenes maduras «Madres Coraje», sacrificadas, abnegadas, entregadas incondicionales, sin quejas de nada ni a nadie. Su vocación sin limites a sus familias, siendo niñas y después como verdaderos pilares de las bonitas entrañables y sólidas familias que crearon y forjaron, junto al compartido esfuerzo de sus buenos maridos.
En la Mamá y el Papá de Manolo, veía reflejadas ejemplaridades intrínsecamente significados en mis ancestros. En Don José Guillén, además, reforzado por su condición de Guardia Civil, como mi inolvidable abuelo materno. Con los padres de Manolo, fuimos buenos amigos, nuestro afecto y saludo era tan cercano como sincero. Eran fuertes razones -Los Toros y La Benemérita- las que nos unían y en las que nos veíamos reflejados.
Con el matrimonio, coincidimos en multitud de ocasiones durante muchos años, en tantas Plazas de Toros, en eventos taurinos de clubes, etc. Con mi amigo Manolo, su hijo; en mis muchos años en la radio, en la que sus padres eran fijos entre los fieles oyentes, fueron algunos momentos inolvidables tanto en incontables festejos, actos culturales y de sociedad, como también en familia.
No olvidaré un sábado, hará mas de veinte años, terminado un programa de radio en Cadena COPE, cuando con el amigo y compañero Guillermo Lorente, protagonista en aquel programa, teníamos invitación para comer en casa de los padres de Manolo Guillén; allí, nada más terminar el programa, nos dirigimos los dos. Después del suculento almuerzo que con tanto cariño había preparado Doña Fina, en los cafés, fue momento de emocionante y apasionada tertulia taurina entre los cuatro, donde los padres de Manolo sacaron el vestido de luces de José Maria Manzanares, padre, que guardaban celosamente, y con el que «Manolo Guillén en los Carteles» debutó en público en su etapa de avezado novillero; vimos amplia hemeroteca y nos sorprendimos con la amplia biblioteca taurina de la familia.
Cuantas corridas de toros, novilladas y otros eventos de clubes taurinos, cuando nos «buscábamos» para contrastar nuestra personal visión crítica de lo acontecido en el ruedo. Y siempre, con el mejor ambiente de aficionados y buenos amigos, aunque no siempre teníamos que coincidir, como «debe ser».
Fallecido el papá de Manolo, Doña Fina, diría que casi sumó a su gran afición la de su difunto marido; porque nunca dejó de asistir a los toros con su hijo Manolo. Doña Fina y Manolo, hasta que el tiempo inexorable e implacable lo permitió, han sido inseparables en los tendidos. Manolo, con la especial compañía de su mamá, cámara de video y cámara de fotografía, junto a lápiz y papel, que Manolo como auténtico prestidigitador nos viene regalando como importante fuente de información. En los últimos tiempos con su extraordinario pod cast «Hasta el rabo todo es toro».
La capilla ardiente está instalada en el Tanatorio Estavesa, Paseo Alfonso III, de Cartagena. La Misa de funeral se oficiará en la Capilla del Tanatorio este lunes, 31 de marzo, a las 12:30 horas.
En estos momentos de luto y dolor, sirva como mi especial homenaje de admiración y afecto a mi buena amiga Doña Fina, con mis más sentidas condolencias a mi amigo Manolo, a sus hermanos Pepe, Pedro, Carmen y Concha, familiares y allegados. Descansa en la Paz del Señor.