Archivo del 1 diciembre, 2010
RAFAELILLO CAE HERIDO DE GRAVEDAD EN LA FERIA DE QUITO
RAFAELILLO CAE HERIDO DE GRAVEDAD LA TARDE DESU CONFIRMACIÓN. ANDY CARTAGENA TRIUNFA AL CORTAR OREJA Y OREJA.
QUITO. Miércoles, 1 de diciembre de 2010. El diestro Rafael Rubio «Rafaelillo»resultó cogido de gravedad por el segundo de su loteen la tarde de su confirmación de alternativa en la que ha mostrado muchas ganas y ambición de triunfo. La primera información, junto a la foto,la recibimos de nuestro gran amigoJuan Lamarca, que sigue in situ la Feria del Jesús del Gran Poder,y nos comentaba: »Noha tenido suerte Rafaelillo,al dar un pase de pecho con la izquierda tras levantarse de una serie de rodillas en tablas. El toro muy astifino le pegó un derrote seco en el muslo derechoy losoltó de inmediato-menos mal-. La sangre brotó rápidamente y fue llevado a la enfermería.La primera impresión es que sufreuna cornada grave de 25 ctms., que no afecta a vasos importantes.»
En su primero el murcianohizo una faena vibrante de principio a fin, la espada le privó de trofeos, pero se reconoció su entrega y se le obligó a saludar desde el tercio. Por su parte, Andy Cartagena abrió la puerta grande tras cortar una oreja a cada uno de su lote.
AMPLIAREMOS INFORMACIÓN
QUITO: PONCE CORTA EL RABO A UN TORO DE TRIANA
Ponce corta el rabo a un toro de vuelta al ruedo de Triana. Morante sin suerte, enfadó al respetable. Curro Rodriguez tomó la alternativa.
PUBLICADO EN DEL TORO AL INFINITO.
Quito, 30 de Noviembre de 2020
Y “Triana” tuvo que ser. Un toro del hierro del ganadero José Luis Cobo permitió a Enrique Ponce desplegar una auténtica lección de toreo del que se privó a la afición quiteña en las tres temporadas anteriores por equívocas estrategias empresariales cimentadas en asesoramientos arteros y ajenos al verdadero interés del fiel público y excelente afición que llena cada día el coso de Iñaquito. Este año no ha habido más remedio que recurrir al concurso del torero de Chiva, a pesar de estar anunciado en el Festival de la Plaza de Belmonte cuyo solo pronunciamiento supone motivo de anatema y mayor correctivo para los que osaren asomarse por el barrio de San Blas dispuestos a hacer el paseíllo sobre la arena de esta joya arquitectónica rescatada por su empresario y ganadero de hoy.