Archivo del 2 agosto, 2023
Fallece el decano de los toreros murcianos Pepe Castillo Navarro / Informa: Pepe Castillo Abreu

PEPE CASTILLO NAVARRO
Pertenece a aquella gloriosa y legendaria generación de toreros murcianos, entre otros, Juan Muñoz, Ramón Sánchez, Niño del Barrio, Domingo España, Maera, el genial Manolo Cascales…
En Cartagena, feudo de los Bienvenida y los Girones, el murciano Pepe Castillo fue un auténtico ídolo, como lo fueron los Esplá, principalmente el patriarca, Paquito Esplá.
Capilla ardiente instalada en el Tanatorio de Jesús, Sala 8. Misa funeral en la Capilla del Tanatorio a las 13:00 horas.
MURCIA. Miercoles, 03/agosto/2023. Texto: PEPE CASTILLO ABREU.– Foto de archivo de MANOLO GAMBIN. Esta mañana ha fallecido Don José Castillo Navarro – «Pepe Castillo» en los carteles -, a la edad de 92 años, persona muy conocida, respetada y querida, dentro y fuera del mundo del toro. Fue novillero con caballos de gran proyección de mediados de los años 50 y década de los 60 del pasado siglo.
En Cartagena, feudo de los Bienvenida y los Girones, Castillo fue un auténtico ídolo, como lo fueron los Esplá, principalmente el patriarca, Paquito Esplá.
Pertenece a aquella gloriosa y legendaria generación de toreros murcianos, entre otros, Juan Muñoz, Ramón Sánchez, Domingo España, Niño del Barrio, Maera, el genial Manolo Cascales, quién precisamente tuvo de mozo de espadas al padre de Pepe Castillo, taurinamente conocido por «El Mochila»; Rodolfo Castillo, hermano menor de Pepe, hizo sus pinitos como subalterno, pero no tuvo la dedicación ni la gran afición de su hermano. A ambos la afición a los toros les vino de forma natural a través de su padre, Sebastián Castillo «El Mochila».
Fueron muchas las tardes que Pepe Castillo toreo y triunfó ante la entendida gran afición de entonces
en Cartagena; llegó a alzarse con el Trofeo «Oreja de Plata»; en entrevista en radio que me concedió hace más de veinte años, relataba emocionado sus vivencias y triunfos en Cartagena y el cariño incondicional que siempre tuvo de los cartageneros. Con devoción declaró que aquel prestigioso trofeo, «Oreja de Plata», se lo ofreció y llevó personalmente a la Patrona de Cartagena, la Virgen de la Caridad.
Aunque fue un novillero con caballos que creó un gran ambiente y con brillante trayectoria, no lo vio claro y desistió tomar la alternativa, entonces tomar la alternativa era algo muy muy serio. Llegó a ser un subalterno muy solicitado, incluso por algunas figuras de la época, llegó a estar alguna tarde a las órdenes de Antonio Ordóñez.
En aquella entrevista, aquel programa en Cadena Cope, para mi inolvidable, recordó con honda tristeza aquella fatídica tarde en Almeria, finales de diciembre de 1969, cuando los altos riesgos de la temporada han pasado y cuando nadie augura pueda sobrevenir nada importante, surgió la tragedia en un festival económico en el albor de la Navidad de aquel año. Tras parear al novillo, una suerte que dominaba, el novillo le hizo hilo y lo alcanzó corneándole con violencia contra la barrera, cornada gravísima de mas de 40 cms. que le pudo costar la vida; fue un milagro que sobreviviera, pero le costó perder la pierna derecha.
Recuerdo que relataba aquellos dramáticos momentos, expresando en su mirada y su gesto, todavía no dar crédito a lo que le marcó aquel fatídico festival para el resto de su vida, cuando contaba 38 años; apenas podía contener las lágrimas un hombre cabal y serio curtido con la fuerza del sufrimiento, con lo que tuvo que sobrevivir el resto de su longeva vida ante el infortunio.
Y de la tristeza y el drama ante lo irreparable por lo cruel de su destino, Castillo, como si de «un quite providencial» se tratara, «cambiaba de tercio», su contrariado semblante se tornaba al brillo de su noble mirada y su discreta torera sonrisa, manifestó: «Pepe, ese es el alto riesgo y alto precio de esta maravillosa y dura profesión, para los que tenemos la vocación de ser toreros. Somos conscientes de que cada tarde nos jugamos la vida.», añadió: «y con todo lo que he pasado, no tengo ni un reproche al toro, todo lo contrario; nosotros los toreros, sí amamos y respetamos de verdad al toro, hasta ese punto, el de entregarle nuestra propia vida».
En Murcia, el 21 de febrero de 1970, PEPE CASTILLO recibió un grandioso Festival Homenaje en el que actuaron DIEGO PUERTA, PACO CAMINO, MANUEL CASCALES Y FRANCISCO RIVERA «PAQUIRRI».
Pepe Castillo, hombre culto, supo rehacer su vida y ser persona de reconocido prestigio e influencia en todos los ámbitos de la sociedad. Desempeñó con gran capacidad y amplias competencias su responsabilidad en Información y Turismo. Estuvo ligado al mundo del toro toda su vida; así, formó parte de la primera Escuela Taurina de la Región de Murcia, tertuliano y conferenciante muy solicitado, prácticamente hasta el final estuvo en el Palco de la Autoridad de la Plaza de Murcia como Asesor Taurino, igualmente en multitud de festejos en toda la región de Murcia y fuera de Murcia.
No quiero dejar en el tintero, que no teníamos parentesco familiar, pero el me pidió que nos tratáramos como primos, porque me había elegido como «primo pequeño». Y así fue, siempre que coincidíamos, me abordaba con el generoso cariño que lo hacía con todos, con un matiz, a mi siempre, además de un abrazo, me decía: «¡ Primo, cuanto me alegra verte !».
Muchas gracias admirado y querido «PRIMO, PEPE CASTILLO, TORERO», por tu leal, noble y sincera amistad, por tu generosidad, por todas las lecciones que me enseñaste, y por los paternales mejores consejos que siempre me diste.
YA DESCANSA EN LA PAZ DEL SEÑOR. AMÉN.
Desde Toros Noticias Murcia, expresamos nuestras más sentidas condolencias a su esposa Doña Celia Larroca López, a sus hijos Pepe, Celia, Yoli y Luis Miguel, demás familiares y allegados y, naturalmente, a toda la familia taurina.

































