La hospitalidad y el señorío familiar, marca de la casa, con
César, su hermana Rocío y el papá Rincón, presidieron la magnífica jornada campera vivida en la calurosa tierra extremeña, por el
Javier Hurtado y su eficiente equipo técnico,
Javier Morales y Juan Lamarca.
Buena sobremesa donde los recuerdos iluminaban los rostros y el análisis de la realidad actual los ensombrecian, aunque sin conseguir quebrantar las ilusiones del ganadero, como siempre firme y abnegado, y las del novillero caleño Juan Viriato, poderdante de don Gonzalo Rincón, que el próximo domingo se las verá en Las Ventas con una corrida de Montealto. Allí departía también el entusiasta americano de Florida, Robert Mykle, fiel partidario de Rincón, y peregrino de las ferias colombianas y españolas.
El recorrido por la dehesa ofreció el disfrute de la maravilla ecológica que supone el toro en el campo, y la triste actualidad del excedente de ganado bravo en la cabaña española asolada por la crisis… y por lo que no es la crisis, situación también que amenaza al lujoso grupo de sementales con una segura abstinencia.