Javier Castaño, triunfador del mano a mano en Hellín / Mi crónica.- Texto y Fotos: Pepe Castillo Abreu
Javier Castaño sale a hombros en solitario, corta oreja y dos orejas.
Rafaelillo, con peor suerte en el sorteo, corta una oreja al primero y pierde la puerta grande con la espada con el infumable quinto de Nazario Ibáñez.
HELLIN (Albacete). Sábado de Gloria, 4 Abril 2015. Mi crónica.- Pepe Castillo Abreu. Fotos.- TNM.com. En tarde de agradable temperatura, lo que se podía vaticinar se cumplió, y ni los toros de Prieto de la Cal, tampoco el sobrero de Nazario Ibáñez lidiado en quinto lugar, el peor de la tarde, estuvieron a la altura de sus lidiadores, Rafaelillo y Javier Castaño, que derrocharon entrega y brillaron, una vez más, por actitud, disposición, honradez y profesionalidad ante encierros como este, de muy complicado y difícil lucimiento, además del siempre alto riesgo asumido. Toros aparte, tampoco respondió la afición como se podría esperar ante este interesante atractivo mano a mano torista, tan solo un tercio de plaza; sí bien, resaltar la muy destacada presencia de aficionados murcianos: expedición en autobús desde Calasparra de la Asociación Taurina “El Quite”; así, entre otros, representaciones de Clubes Taurinos de Murcia, Cartagena, Calasparra, Cehegín, los amigos de todos del Club Taurino of London, la Peña Taurina Pepín Líria de Cehegín”¦, y conocidos buenos aficionados de toda la región de Murcia, incluido Rafael Laorden, alcalde de Blanca, el Dr. José Hernández, el profesor Miguel López Bachero y Marcial García (entre los que pude divisar).
Glosando la tarde en el ruedo: Con el capote, en general, salvo algunos aseados lances sueltos, larga cambiada de Rafaelillo, fue imposible ver buenos momentos en los siete toros que se saludaron. Y con la muleta, tanto Rafaelillo como Javier Castaño, pusieron su mayor empeño ante unos oponentes deslucidos en general, complicados, y que desarrollaron mucho sentido, con peor suerte para el murciano, que pechó con los más complicados y peligrosos, infumable el sobrero de Nazario que lidió en 5º lugar. No se aliviaron los espadas, estuvieron firmes y decididos, tirando de oficio, hicieron gala de su condición de consumados especialistas y todo el mérito fue para ellos de lo que aconteció, y que la tarde, a pesar de los toros, y que para los aficionados y público fuera interesante, y emocionante por el esfuerzo y riesgo afrontados. Rubricaron los espadas en la suerte suprema con verdad y rectitud encomiables. Las cuadrillas estuvieron a la altura de sus matadores y realmente en banderillas se vieron pares espectaculares en su ejecución, la brega fue de gran mérito. Se desmonteraron en el 4º Fernando Sánchez Martín y Angel Otero, de la cuadrilla de Castaño; el subalterno murciano Pascual Mellinas fue muy aplaudido al parear en la tarde de su reaparición, tras varios meses en dique seco por grave lesión. En varas se pitaron a los picadores de Rafaelillo, al contrario fue muy aplaudido el picador Fernando Sánchez Muriel, que picó al 6º como se tendría que hacer siempre. Lo hizo de largo, con espectacularidad cobrando un buen y medido puyazo en lo alto, sin ensañarse -nunca hay que hacerlo, queda muy feo, y es cargarse al toro y frustrar un posible triunfo-, el segundo puyazo de puro trámite. A Castaño el buen hacer de su picador le fue fundamental para su triunfo, y aficionados y público le tributaron al buen picador una cerrada ovación. Como sobresaliente un viejo-joven conocido en la región de Murcia Antonio Caro Gil, que fuera apoderado por Juan Reverte, que dado lo visto declinó la invitación de Rafaelillo para tener su momento. No olvidamos a la “orquesta”, digo orquesta porque fue mucho más que una banda de música la que amenizó el festejo. De “sinfónica” sonaron los pasodobles que acompañaron oportunamente los distintos momentos. Para no alargar, dejamos aquí lo que más que una crónica, que podrán ver “toro a toro” en sus distintas versiones y diferentes opiniones en otros medios, fue lo que quedó en la retina (memoria) de quién lo firma, y visto desde el objetivo de TNM.com. Como último apunte: La Marquesa de Seoane, tras el festejo, ya en el hall del emblemático Hotel Reina Victoria, se levantó de la mesa en la que estaba para saludar a Rafaelillo, que bajaba de la habitación rodeado de seguidores, y cogiendo de los brazos al torero, mirándole fijamente, se prodigó en admiración y elogios a nuestro paisano. El muy atento, pero todavía jodido por el trago que había pasado en la plaza, con reverencial respeto torero contestó: «Muchas gracias Señora Marquesa, enhorabuena”. Fue entonces cuando la Marquesa no pudo disimular su emoción y gratitud ante tanta generosidad de Rafaelillo. Doy fe de ello, porque fui testigo. CONCLUYO: Una tarde, a pesar de los toros, de las que hacen afición, y es que los que se vistieron de luces HONRARON el toreo.
FICHA: Toros de Prieto de la Cal y un sobrero de Nazario Ibáñez (lidiado 5º). Bien presentados y cómodos de pitones, el de Nazario con más cara, infumable. En general deslucidos, con picante y peligro que desarrollaron, sin fondo, sin clase y flojos. Mejor el 6º al que se le dio una generosa vuelta al ruedo.
RAFAELILLO, oreja, silencio y ovación con saludos tras leve petición. JAVIER CASTAÑO, silencio, oreja y 2 orejas. ENTRADA: Un tercio.