La vida es un premio. / Por Juan Tomás Frutos
«La vida es un premio.Cuando se supera el envite de una tarde se sabe. Aprender de ello es signo de progreso»
MURCIA. Martes, 16 Febrero 2016. Por Juan Tomás Frutos -Editor Informativos RNE y TVE en Murcia -Foto.- Archivo TNM. Aprovechemos las oportunidades. Siempre que podamos nos hemos de regalar un buen momento para pasar el día entre telas que nos alimenten con enseñanzas calladas, que nos han de diversificar en las propuestas y en sus contestaciones. Desde la planificación improvisemos en el albero, que todo lo ofrece y todo lo da a conocer. No valen ahí fingimientos. Cada pase es un estadio de conquista.
Hemos de disponer los más óptimos instantes de pasión, que nos conducirán por lugares queridos, únicos. No perdamos la perspectiva. Tampoco la estropeemos. Las curiosidades nos deben producir felicidad. Indaguemos y no tengamos miedo a los cambios, a las mejoras, a cuanto pueda acontecer.
Si no nos amilanamos, tendremos mucho espacio entre consideraciones de caricias claras. Nos debemos hacer caso en lo personal y en lo colectivo desde el respeto a los universales de paz. Todo podrá ocurrir. Meditemos sobre lo ilusionante. Nos animaremos como consejo, como obligación también, como cura. La fe debe ser cultivada y nutrida. Trasladaremos las montañas.
Las tendencias se han de presentar con presunciones equilibradas y sin prevenciones de entendimientos globales y de alturas infinitas. Seamos realistas. Ganemos en la trazabilidad. Los eventos nos deberán brindar contento, al menos de algún modo. Reparemos y saquemos partido a la virtud, que existe sin agobios. Luzcamos con las promesas de arriesgar mirando a la cara a la adversidad. Busquemos la música para movernos al compás. Cada amanecer es el anticipo de una superación de un conflicto. Nos colocaremos donde corresponda.
Todo lo que fue reseñable volverá por unos lares de enseñanzas no fugaces. Tengamos en la mano lo que vale la pena, sin dudas apuradas, sin contemplarnos en posesión de la verdad, siempre relativa, y tratemos, en paralelo, de lo que deberá seguir siendo de cierto gusto. La vida es un premio. Cuando se supera el envite de una tarde se sabe. Aprender de ello es signo de progreso.