Salvemos La Tauromaquia / Por José María Jericó.
El 13 de marzo es necesario que las calles de Valencia se llenen de aficionados y representantes de todos los estamentos profesionales.
ALICANTE. Jueves, 18 Febrero 2016. Por José María Jericó. Se detecta una nutrida afluencia de aficionados que desde distintos puntos de España acudirán a la gran manifestación que en defensa de la Tauromaquia han organizado los integrantes de la Unión Taurina de la Comunidad Valenciana. Eso esta bien porque vamos a defender nuestra cultura, nuestra tradición, la razón de ser de unos cuantos millones de ciudadanos españoles que sienten todo lo que se mueve alrededor de ese animal totémico que se llama toro y un arte, casi una liturgia, que subyuga e inspira a muchos y diversos artistas, que se llama Tauromaquia.
El domingo, 13 de marzo cuando a las 15 horas inicie su recorrido la manifestación, seremos unos cuantos miles de personas que sin insultar, ni agredir a nadie, pacíficamente, recorreremos las calles de Valencia para pedir libertad, una libertad que poco a poco nos están quitando, sin tener en cuenta que las leyes actuales protegen y obligan a que la Tauromaquia en sus distintas facetas se mantenga y difunda como un Bien de Interés Cultural que forma parte de nuestro Patrimonio Artístico, que por cierto corre un gran riesgo si llegaran a gobernar ciertos partidos de la izquierda radical, los cuales no dejarían títere con cabeza, a pesar de lo aficionados que son a los «titiriteros», pues no en vano aprovechan cualquier coyuntura para manifestar su odio ante una sociedad que luchó por la libertad contra una dictadura.
Resulta paradójico que los hijos de la libertad, puesto que la inmensa mayoría de ellos nacieron después del 20 de noviembre de 1975, sean los que quieran coartar libertades, haciendo uso de la suya, la que les otorga nuestra Constitución, sin respetar a gran parte del pueblo español que ama su cultura y tradiciones que desde hace siglos se mantienen y forman parte de nuestras señas de identidad. Las faltas de respeto a las que cada vez con mayor frecuencia someten a una población pacifica por sus creencias o costumbres los definen.
El 13 de marzo es necesario que las calles de Valencia se llenen de aficionados y representantes de todos los estamentos profesionales. Nos tienen que oír. ¡¡Salvemos la Tauromaquia!!