Ortega Cano, nueva reaparición en Benidorm / Pepe Castillo Abreu
Ortega Cano – Morante De La Puebla – José María Manzanares. Toros de Núnez del Cuvillo. Plaza de Toros de Benidorm. Sábado, 16 de Julio – Festividad de la Virgen del Carmen –
CARTAGENA (Murcia) . Lunes, 30/05/2016. Texto.- Pepe Castillo Abreu. El cartagenero José Ortega Cano hace bueno con mayúsculas que los toreros «nunca se retiran del todo». Así, Ortega declaró en el programa de ayer de Molés en Plus Toros, tras la corrida de cada tarde en Las Ventas, del que Ortega es tertuliano, que volverá, una vez más, a reaparecer por una tarde, en esta ocasión en la Plaza de Toros de Benidorm, de la que es el actual empresario. Le acompañarán en el paseíllo, según sus propias declaraciones, Morante De La Puebla y el alicantino José María Manzanares, toros de Núñez del Cuvillo.
Haciendo rápida historia, aún recuerdo gratamente una de sus últimas retiradas, en concreto la bonita tarde en el Palacio de Vista Alegre en Madrid, fue el 21 de noviembre de 2003, que vivímos in situ muchos incondicionales y amigos del Maestro, desplazándonos desde Murcia, Cartagena y otros puntos de la Región, junto a otros seguidores de Ortega llegados a la antigua «Chata» desde distintos lugares de la geografía nacional. Fue una triunfal gran despedida en solitario, con emotiva y multitudinaria salida a hombros en corrida con fines benéficos. Despedida esta a la que incorporo el recuerdo de la bonita fiesta privada que ofreció a sus amigos José junto a su esposa, la inolvidable Rocio Jurado. La recordada como «La Más Grande» estaba aquella noche radiante de felicidad y derrochó a raudales exultante simpatía para con todos los que asistimos, entre otros, Jaime Ostos y su esposa la Doctora Grajal, la periodista Isabel Gemio;de Cartagena no faltaron su compadre Manolo Juárez, Curri de Camas, el escultor y pintor Juan de la Cruz y la Familia Ojados.
Pero como sabemos, aquella despedida de los ruedos en Vista Alegre fue una más de tantas otras. También reapareció Ortega Cano en distintos Festivales Benéficos, con especial recuerdo para los murcianos en los que actuó en la Plaza de Toros de Murcia, a beneficio de la Lucha Contra el Cáncer, el último en el que actúo, de emotivo recuerdo para quién firma, pués, Rocío ya sufría la fatal enfermedad.
Recordar la anterior triunfal despedida de José en el año 1998, fue en la Feria de San Lucas de Jaén, donde un año antes, el 17 de octubre de 1997, tuvo una de las faenas más importantes de su carrera, indultando un gran toro de Carmen Borrero.
En estos últimos años del gran torero de Cartagena, al que tantos admiramos los aficionados, y al que proclama Pepin Liria: «El Maestro Ortega Cano es el torero más importante que ha dado Murcia».Y es que Ortega Cano ha sido como el «rio Guadiana» del toreo, dicho quede, con todo respeto; en su última época de idas y venidas, con más sombras que luces, pero siempre dejando inolvidables recuerdos de su personalísima tauromaquia, y su corte de torero artista y de inspiración.
Otras reapariciones en triunfo fueron en Getafe (Madrid) el 15 de mayo de 2005, y otra sonada reaparición tras el fallecimiento de Rocío en junio de 2006 (se cumplen diez años),fue la de Olivenza el 4 de marzo de 2007. Los años y las limitadas facultades físicas por tantas graves cogidas sufridas, sin olvidar el gravísimo accidente de tráfico de Castilblanco, pasan muy alta factura. Y, sinceramente, desde la admiración al Maestro Ortega Cano, su reaparición ahora en Benidorm, por encima de todo es motivo de preocupación para los que también lo apreciamos.
Seguro que sus amigos de verdad coincidirán conmigo. Con todo, mis mejores deseos: !!Suerte Maestro, en Benidorm y en la vida!! Y si Dios quiere, nos veremos en la recordada como la «Plaza de Alegre, Puchades y Barcelo», en recuerdo a los grandes empresarios que la construyeron.
P.D. En ocasiones hay toreros a los que erróneamente se les tacha que vuelven por dinero, casos lo hay que necesiten el vil metal. En Ortega Cano, evidentemente, no es el caso, su vida está sobradamente solucionada en lo económico. Los toreros vuelven -TODOS- porque «No Pueden Vivir Sin Torear». Esa es la única y verdadera causa del porqué reaparecen, aún sin deber de hacerlo.