Caro, carísimo tributo el que ha pagado hoy Víctor Barrio en unos días o, mejor dicho, en una época en que el toreo está siendo atacado con crudeza desde el exteriot mientras le faltamos el respeto desde adentro a diario como cuando no valoramos lo que son capaces de hacer estos hombres. O no reconocemos ni premiamos sus triunfos…

Víctor Barrio no llegó a presentarse como matador de alternativa en la Región de Murcia, a pesar de sus triunfos como novillero desde su etapa sin picadores, donde fue proclamado triunfador del Certamen Manuel Cascales de Los Felices (Molina de Segura); y ya en su etapa con los del castoreño que ganó una Espiga de Oro de Calasparra (Murcia).

Este invierno tuve ocasión de charlar con él con motivo de los «Extras de Matadores» de la Revista 6 Toros, 6 donde analizó la que el destino quiso que fuera su última temporada completa.

Estaba siendo apoderado por Alberto García de Tauroemoción, que gestiona entre otras plazas la propia de Teruel y la de Cehegín (Murcia).

Hace apenas diez días compartía el que quizás haya sido el último tentadero de su vida con nuestro paisano Antonio Puerta en la finca gaditana de Ana Romero.

Y en el trayecto hacia la enfermería, donde falleció instantes después, también colaboró el calasparreño Pascual Mellinas que actuaba a las órdenes de Morenito de Aranda.

Descanse en paz Víctor Barrio, que Dios le reciba en la gloria de los toreros valientes y de la mejor clase, y hoy más que nunca hay que gritar con determinación eso de ¡viva el toreo!