Una jornada única / Juan Tomás Frutos
Martes, 9 Agosto 2016. – Por Juan Tomás Frutos – Luce el día desde el primer momento, y es así por la confianza que nos implica con recortes de grandeza. Superamos los emblemas, que son significativos guías. Hemos hallado todas las respuestas en este instante de valor, que hay que tenerlo. Apostemos por la gracia de enseñarnos con contento. Todos nos aportan algo.
Nos miramos, y, sin habernos visto antes, nos reconocemos de algún modo. Nos preñamos de fe en nosotros mismos. Nos atraemos con entereza. Abrazamos las figuraciones que, por esenciales y valiosas, convertimos en realidad.
Hemos de abundar con impresiones y empatías de querencias singulares. Nos hemos puesto en ese punto de inflexión para mejor que tanto anhelamos. Ganaremos. Nos conseguiremos con cautelas y con riesgos a partes desiguales. Nos propondremos calma, y con ella avanzaremos.
Los aires quebrados se unen ya en esta tarde para contarnos aquello en lo que han de creer, y nosotros con ellos. Pensemos en la estima que nos tenemos. La base es fuerte y flexible con paralelismos hacia el porvenir.
Las canciones de toda una vida, recopiladas en la entrega de este encuentro, dinámico, experimental y combinado, nos ofrecen la oportunidad soñada, y con seguridad la vamos a aprovechar. Nos vamos a favorecer con la propia actitud.
Sientes, sentimos, de mil maneras diferentes, unívocamente también, que estás y estamos vivos, más que nunca, con trayectos útiles, en una senda de gozo, de placer y de inteligencia. Abordas la jornada con experiencia, pero, a la vez, como si fuera única, y, probablemente, por la postura lo sea. ¿Vamos?