Juan de Castilla se jugó la vida entrando a matar sin muleta de forma estremecedora, fue prendido y volteado con violencia y se escapó de mayores de auténtico milagro. De haber acertado con la espada quizá habría salido a hombros.

Manuel Ponce, pasó de puntillas por Calasparra, fue silenciado en ambos.

CALASPARRA (Murcia). Martes, 6 Septiembre 2016. Texto y fotos.- Pepe Castillo Abreu – 4ª de abono XVIIFeria Taurina del Arroz – La novillada de Sobral no ha sido buena, pero, lo peor de esta 4ª de feria ha sido la entrada, tan solo un tercio escaso de plaza se ha cubierto. No recuerdo una entrada tan pobre en la Espiga de Oro. Es para preocuparse.

En Calasparra el hierro de Cebada es muy de las preferencias de los aficionados, han sido distintas ocasiones en las que se ha lidiado y varias en las que se ha premiado este hierro de la Ruta del Toro.Así, que casi como de un consuelo se tratarahoy se anunciaba un encierro de Sobral, los llamados “cebadas” portugueses.Perola novillada de Sobral, ha sido tan deslucida como desigual, aunque, bien presentada y con cara, pero sin opciones de grandes triunfos.La tarde ha tenido pasajes, más por la entrega sin fin del colombiano Juan de Castilla y la actitud del francés Adrien Salenc, que sustituía a Juan C. Carballo. Una oreja pasearon cada uno. Otro cantar fue la descafeinada actuación del chiclanero Manuel Ponce.

Manuel Ponce, podemos resumir las dos actuaciones en sus dos novillos con un denominador común, aunqueteniendo en cuenta que las condiciones del ganado no fueron favorables.Pero el de Chiclana ha pasado de puntillas, hasta el punto de que no se ha visto, ha estado como ausente, sin ideas, sin convicción; en definitiva, no acabó de entrar en la tarde. Es cierto que una mala tarde la tiene cualquiera, y hoy para Manuel Ponce es una tarde para olvidar. En su primer novillo, el de menos volumen, pero de bonitas hechuras, no consiguió acoplarse, sufrió desarmes en el recibo y el de Sobral se fue poniendo complicado. Brindó al novilleroJosé Manuel,que actuará en Calasparra la última de feria. En la muleta su actuación no tuvo ningún fuste y con desarmes, el silencio en los tendidos era sinónimo del aburrimiento. Estocada tendida, caída y trasera. Silencio.En el 4º Manuel Ponce se las tuvo que ver con un auténtico toro por volumen, hechuras y ofensivos pitones.El de Sobral salió muy suelto y con signos de mansedumbre, a punto estuvo de saltar al callejón. Y el tiempo fue transcurriendo sin pena ni gloria, concluyó fallando con la espada, precisó un golpe de verduguillo, y escuchó un aviso. Un segundo silencio lo decía todo.

Juan de Castilla, su 1º un toro por cuajo y por cara que salió con muchos pies, no pudo lucirse el colombiano en el recibo y tras pasar por el caballo el novillo se le quedó muy parado.Imposible construir faena, pero si mostró ganas e insistió sin fruto porque no había nada que sacar. Estocada entera, tendida y algo caída de efecto fulminante. Rodó sin puntilla, pitos en el arrastre, y ovación con saludos.En el 5º, otro auténtico toro, salió algo suelto, pero logró sujetarlo a base de disposición, y el recibo fue el más vibrante y de mayor lucimiento de la tarde.Se cambió tras un puyazo. Comprometido fue el tercio de banderillas resultando lesionado el banderilleroManuel Macíasque tuvo que tomar el olivo y cayó de fea manera al callejón.La faena de muleta mantuvo la emoción de principio a fin, porque la disposición y los riesgos que afrontó Juan de Castilla fueron máximos.Se mantuvo firme, consintió y acabó sometiendo al complicado y peligroso de nombre Janoto, al que le pudo sacar lo mejor toreando al natural, cerró adornándose con manoletinas.El colombiano se calentó y busco la puerta grande tirando la moneda al aire, y en la suerte suprema sorprendió y conmovió a todos cuando al perfilarse con la espada se deshizo de la muleta,se tiró como una exhalación a la yema resultando prendido y lanzado al aire con mucha violencia, se temió una fuerte cornada, todo quedó en la paliza y en el susto. Lástima porque entregarse de esa manera merecia el doble premio, que de haber acertado a la primera se le habrían pedido con fuerza. Paseo una merecida oreja. Desde luego un premio al valor y a la entrega de Juan de Castilla sería incuestionable.

Adrien Salenc, su 1º fue un novillo que se tapó por la cara, bien armado, pero destartalado, feo de hechuras y hasta con alguna posible malformación se le observó en los cuartos traseros,posiblemente fuera lo que le hacía ir renqueante y dando unas arrancadas descoordinadas. Fue muy molesto en la muleta, iba rebrincado dando tornillazos y soltando la cara. Anduvo firme el francés y los muletazos fueron meritorios por las dificultades. La estocada algo delantera y perpendicular fue efectiva. Paseo una oreja que se pidió con fuerza.En el que cerró plaza salió con ambición, lo recibió con larga cambiada y ajustadas verónicas.El innecesario segundo puyazo dejó el novillo muy parado, ahí se equivocó porque la faena de muleta careció de interés, mostró buenas maneras. De haber acertado con la espada quizá le habrían pedido trofeo. Se pasó de tiempo y escuchó un aviso y el ambiente bajó de tono. Silencio.

Descatar la despedida, en la que el respetable brindó sendas cerradas ovaciones a Juan de Castilla y a Adrien Salenc.

FICHA:Utreros deSobral,desiguales de presentación y con pocas opciones, más anovillado el primero de bonitas hechuras, que tuvo el picante de los “cebada”, destacaron por volumen 5º y 6º, mejor el 5º, pero faltos de fondo y trasmisión. Desarrollaron sentido.MANUEL PONCE:silencio y silencio (aviso).JUAN DE CASTILLA:ovación con saludos y oreja.ADRIEN SALENC:Oreja y silencio (aviso).ENTRADA:Un tercio de plaza.

INCIDENCIA:El subalternoManuel MacíasRodriguezfue atendido en la enfermería, se le recompuso la luxación que sufrió en el quinto dedo de la mano izquierda al saltar al callejón. Juan de Castilla, llevaba un visible varetazo en la parte posterior del muslo izquierdo.

CUADRILLAS: Destacaron José Mora, a quiénel público ovacionó con fuerza para que se desmonterara, pero Mora rehusó hacerlo aunque agradeció desde el callejón, quizá no acabo de gustarse al pasar ciertos apuros teniendo que tomar el olivo. Dani Oliver y Niño del Barrio, muy eficaces como es habitual, fueron aplaudidos en sus intervenciones. Y David Lorente, con justificadas razones, escuchó una sonora pitada.