Pepe Castillo Abreu, sorpresa (y pureza) en el coso ceheginero / Por Manolo Guillén
«Entre Manolo Guillén y yo…. y Ustedes.»
DOMINGO, 12 Marzo 2017. (Tal como lo cuenta mi querido compañero Manolo Guillén, en TorosEnLaCondomina, sin añadir ni quitar nada, lo publico en TNM.com) – Mi querido compañero en tareas informativas Pepe Castillo ha firmado hoy un auténtico faenón sobre la centenaria arena de la recién reinaugurada plaza de Cehegín, donde se celebraba una jornada de convivencia del Club Taurino local.
Sin darle mayor importancia, el propio Pepe me envió esta imagen que ilustra, y de qué manera, esto que les cuento.
Sólo quería compartir conmigo lo que para él no era más que una sentimental instantánea, que representaba el momento siempre emocionante que acababa de vivir.
Sabía yo que él había hecho sus pinitos delante de las becerras toreadas que soltaban en aquellas fiestas en la desaparecida placita que había a la orilla de la carretera en Cabo de Palos, y también en la de su amigo Manolo Juárez en Roche.
También me había confesado en una ocasión que había soñado que le daban la alternativa sus dos toreros: el mismísimo Antonio Bienvenida y su admirado Pepín Liria.
Lo que no sabía yo, no me imaginaba, que era capaz de dibujar un natural con más empaque y pureza que el de la foto. ¡Pedazo de natural! ¡Soberbio!
Además, ha tenido algo de su padrino y de su testigo de «alternativa» (soñada): la naturalidad del gran Antonio, y el marco incomparable en el que todavía retumban los ecos de los eternos rugidos del León de Cehegín.
Grande Pepe, que, según me cuentan, ha puesto la plaza boca abajo con sólo tres naturales…
Se dice pronto… ¡tres naturales como el de la foto!
(P.D.- Pepe, no me he podido contener. Perdóname siempre. ¡Te propongo un mano a mano! Es broma. Enhorabuena de verdad).
Amigo Manolo Guillén: Por favor, nada que perdonar, al contrario, sé que te he hecho sonreir con esta curiosidad, este atrevimiento mio de volver a ponerme delante (de una becerrita) después de tantos años…; de la misma manera, igualmente tu me has hecho sonreir, por tu atención y afecto, en tu crónica del «acontecimiento», en una impronta tuya tan ocurrente como simpática. Casi me has hecho creérmelo, es bonito soñar….
Por ambas partes, me consta, a muchos de nuestros amigos les hemos provocado lo mismo: Sonreir, y eso es bueno.
Reitero Manolo: ¡¡MUCHAS GRACIAS, por tu tan bonito generoso detalle de afecto y amistad!! Discúlpame, ni en broma puedo aceptar ese mano a mano, porque no creo que vuelva a «reaparecer»; además, ¿enfrentarme a ti, y en un ruedo?, sería una locura en la que yo tendría todas las de perder por muchas ventajas que me dieras. Con absoluta certeza, primero porque la edad no perdona, y, luego tus conocimientos, experiencia, manejo de los trastos, técnica y el arte que tu atesoras… No quiero pensar el petardo que pegaría. Sí te acepto me des alguna clase de toreo de salón, que me vendrá muy bien.
Igual en menos de un mes, te ves alternando -en privado- toreando de salón con un torerazo que mucho admiramos. Ya sabes que asistiré de espectador. Un fuerte abrazo Manolo.