La verdad de Ureña / Por Rafael COMINO DELGADO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>>
Paco Ureña es el paradigma de la integridad, de la verdad, de la entrega, de la pureza… ¿Por qué no está en gran figura? Pues creemos nosotros que hay dos razones fundamentales:…
Jueves, 14 Junio 2018. Por Rafael COMINO DELGADO
En el toreo todo debe ser de verdad por parte del toro y del torero. El toro debe estar sano e integro cuando sale al ruedo, y el torero debe ser integro, de verdad, en el ruedo y fuera de él.
Dicho esto, hoy día en el toreo, a nuestro modo de ver, Paco Ureña es el paradigma de la integridad, de la verdad, de la entrega, de la pureza. Todo lo que hace ante el toro es pura verdad, y también pura pasión, tanto que a veces esa pasión que pone en su actuación incluso creo que llega a perjudicarle. Pero no es solo verdad y pasión, es que torea muy bien, con muchísima pureza, con gran profundidad.
En estos últimos años le hemos visto muchas veces, en Madrid, en Sevilla, en otras plazas; incluso he tenido el privilegio de verle en el campo, y siempre Ureña es la pureza y la verdad.
La última actuación que le he visto fue el pasado día 10 de junio en la corrida de la Prensa en las Ventas. Fue el Ureña de siempre, entregado, puro, apasionado, hasta en el brindis que hizo a su majestad el rey don Felipe VI, lleno de contenido.
En general estuvo muy bien; creo que si su primer toro hubiese caído antes le hubiera cortado una oreja. Lo cierto es que se tiró a matar con toda la verdad del mundo, pero la espada cayó algo perpendicular, el toro tardó en doblar y aquello se enfrió.
La faena tuvo momentos muy brillantes, pero no fue redonda, quizás porque quiere ser tan puro, tan de verdad, que en varias ocasiones estuvo a punto de ser volteado, sufrió empujones, le tropezó la muleta, en definitiva que tuvo altos y bajos, pero hizo cosas de muchísima calidad.
Por como torea Paco Ureña, por su entrega , por su verdad debería estar en gran figura, pero la realidad es que no lo está, aunque entra en las ferias y los buenos aficionados van a la plaza con gran ilusión cuando se anuncia, cosa que no pueden decir todas las figuras.
Claro, la pregunta es obligada: ¿Por qué no está en gran figura? Pues creemos nosotros que hay dos razones fundamentales: a) Porque en momentos clave ha perdido triunfos sonados en Madrid y otras plazas importantes por la espada; b) Porque los toros le cogen demasiado, aunque hasta ahora ha tenido suerte de que no le han herido de mucha gravedad. Está bien que arriesgue tanto, que se entregue tanto, que lo haga todo con mucha pureza y verdad, pero el torero tiene que emplear su técnica y su inteligencia para evitar volteretas, cogidas, evitables. Y es en este aspecto donde creemos que su demasiada pasión puede resultar más negativa que positiva, pues puede llegar a nublar algo la mente.
Espero, deseo, y estoy seguro de que con el tiempo él ira perfeccionando su técnica, y sobre todo haciendo que su inteligencia predomine sobre su pasión, y ocupe el puesto que le corresponde de gran figura, de torero muy importante.