Origen del Toreo a pie. Creación de la muleta / Por Rafael COMINO DELGADO
<<LECCIONES MAGISTRALES>> RAFAEL COMINO DELGADO
El Toreo a pie, tal y como hoy lo conocemos, empezó a desarrollarse en la primera mitad del siglo XVIII (1710-1730 aproximadamente), y según cuenta la leyenda fue Francisco Romero (1695-?), abuelo del gran Pedro Romero, el primer torero a pie.
Para algunos, el Toreo a pie, nació en Ronda, mientras que Guillermo BOTO (2001), sostiene que nació en Cádiz. Al fin y al cabo, lo importante es que nació y lo hizo en España. Incluso puede ser que naciera en Ronda y su infancia – adolescencia (se desarrollara) se repartiera entre Ronda, Cádiz y Sevilla; recuérdense los versos de José Bergamín:
-El Arte del Toreo/ fue maravilla/ porque lo hicieron juntos/ Ronda y Sevilla. / Unieron dos verdades /en una sola, / con Illo y Romero, / Sevilla y Ronda. /………………
Antes solo existía el alanceamiento de toros desde un caballo, y luego la corrida caballeresca consistente en matar al toro clavándole rejones desde el caballo. Ese inicio del Toreo a pie es lo que se llamó corrida Plebeya, porque participaba gente plebeya.
Pero aquellos caballeros tenían ayudantes (también denominados escuderos o chulos) a pie por si ocurría algún percance, especialmente para hacer quites a caballos caídos, y siempre que actuaban era celebrado por los públicos incluso más que cuando actuaba el caballero. Así, poco a poco, los públicos fueron demandando la actuación de los de a pie, lo que dio lugar al nacimiento del Toreo a pie que hoy, con grandes modificaciones, perdura.
En un principio el objetivo de la Lidia era preparar al toro para matarle con una espada, ayudándose por un trapo (capa, lienzo, etc.) que se portaba en la otra mano, generalmente la izquierda, para citarle, puesto que la espada se empuñaba con la derecha. Si bien, algunos realizaban la suerte de matar citando al toro con un sombrero. Siempre se mataba haciendo la suerte de recibir.
No existía la faena de muleta, entre otras razones porque no existía la muleta. Por tanto, esa suerte, la de matar, era lo más importante del espectáculo. Pero después el Toreo ha ido evolucionando, como todo, y lo más importante ha pasado a ser la faena de muleta, de tal manera que, aunque la estocada sea perfecta, si no ha habido previamente una buena faena con la muleta el triunfo es imposible.
Como decíamos parece ser que fue Francisco Romero el primer torero a pie. Realmente era ayudante de los caballeros maestrantes de Ronda, encargándose principalmente de hacer quites a caballos caídos, labor en la que destacaba sobremanera, y sus actuaciones eran muy aplaudidas por los públicos hasta el punto de que frecuentemente solicitaban su presencia.
Creación de la Muleta
Así pues, podemos aceptar que Francisco Romero fue el primero en torear a pie, pero hay datos fidedignos de que fue Manuel Bellón “El Africano” (o Manuel Ballón “El Africano”) (1702-?) el primero en utilizar realmente una Muleta para torear y matar al toro. El Africano había nacido en Sevilla el año 1702, y a la edad de 12 años tuvo una pelea, no se sabe el motivo (aunque algunos creen que por asuntos de amores) en la que mató al contrincante. Lo cierto es que por ello fue condenado a seis años de presidio, que debería cumplir en Ceuta. De aquel presidio escapó y vivió entre los moros, donde aprendió perfectamente el árabe, a burlar a los toros, a comerciar, aspecto en el que destacó por su inteligencia. Allí se cambió el apellido de Bellón por el de Ballón, con el que figura en el Cossío. En cierta ocasión vino, en unión de varios moros, a Gibraltar para comerciar naranjas, dátiles, babuchas, etc, donde supo que en la plaza Mayor de San Roque se corrían unos novillos bajo la dirección de Francisco Romero, a quien suplicó le dejase intervenir, haciéndolo con espectacular éxito, lo que le vale para dos días más tarde actuar en Algeciras, y desde allí en muchas más ciudades españolas. Pero, y es lo importante, en San Roque, en aquella fecha que era el 16 de Agosto de 1720, utilizó un trozo de capote montado sobre un palo como muleta, lo que Francisco Romero vio, impactándole tanto que copió aquel utensilio haciendo la muleta con la cual torearía a partir de ese momento.
Del Africano se sabe que posteriormente, como dijimos, toreó con grandes éxitos y, finalmente, parece que vivió acomodado, gustándole compartir y alternar con gentes cultas y de alto nivel.
Por tanto parece evidente que “El Africano” fue el inventor de la Muleta y que Francisco Romero fue el iniciador del Toreo a pie, que como es lógico después fue evolucionando hasta llegar a nuestros días, pero en aquellos tiempos prácticamente solo consistía en citar al toro con aquella “muleta” y pegarle una estocada, tras haber sido picado, pasado con el capote y banderilleado.