<<LECCIONES MAGISTRALES>> POR RAFAEL COMINO DELGADO

En nuestra opinión, aun admitiendo que Belmonte es el eslabón fundamental en la evolución de la Tauromaquia,  puesto que fue el introductor del Temple -que convirtió definitivamente el Toreo en arte- Manuel Jiménez «Chicuelo», Manolete y Pepín Martín Vázquez son los pilares sobre los que se ha construido el toreo moderno, el que hoy se practica.

JUEVES, 4 de octubre de 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO.Como  decíamos Juan Belmonte introdujo el Temple, pero quien lo consolidó definitivamente fue el maestro Domingo Ortega (Borox 1906-Madrid 1988).

El paso siguiente fue dado por Manuel Jiménez “Chicuelo” (Sevilla 1902-1967), que introdujo otro nuevo concepto, la Ligazón. El 24 de Mayo de 1928, Chicuelo realizó en Madrid una faena, al toro “corchaito” de Graciliano, una faena, ligando hasta cuatro naturales con el de pecho, y esto en varias series, que ha quedado para la historia. Federico Martín Alcázar escribió, en el Imparcial: “La faena más grande del Toreo”. Tan es así que para algunos con Chicuelo se inició el Toreo moderno. Pero quien realmente  consolidó la Ligazón fue Manolete (Córdoba 1917, Linares1947), que lo hacía habitualmente. Además,  Manolete siguió acortando las distancias entre toro y torero, demostró que cruzarse no siempre es necesario ni conveniente y que se puede torear sin cargar la suerte.

Es de justicia citar aquí también a Pepín Martín Vázquez (Sevilla 1927-2011), que en sus tiempos ya toreaba como se ha toreado muchos años después, o muy parecido. Continuó alargando el muletazo y ya  empezó a vaciarlo detrás de la cadera, con gran naturalidad y garbo, es decir, precursor de lo que hoy se considera ortodoxo.

Coetáneo de los anteriores, que seguía su propio camino, fue Pepe Luis Vázquez (Sevilla 1921-2013), gran torero, gran artista y máximo exponente de la llamada “Escuela Sevillana”. Introdujo el cite de frente con la muleta plegada en la izquierda (el “cartucho de pescado”); frecuentemente daba series completamente de frente, lo que también hacia su hermano Manolo Vázquez, en unos tiempos en los que habitualmente se citaba de perfil.

Si bien tras ellos hay otros pilares sin los cuales no se hubiera llegado a donde estamos, tales como  Rafael Ortega, Antonio Ordóñez, Curro Romero, máximo exponente del Compás, Paco Camino, José María Manzanares (padre), Paco Ojeda (que introdujo el Parón, pisando unos terrenos que hasta entonces parecía imposible), Finito de Córdoba, que ha aportado una calidad nunca antes vista. Pero creemos que todos han aportado algo para que hoy se pueda torear como hoy se torea.