La Suerte de matar I / Por Rafael COMINO DELGADO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>> POR RAFAEL COMINO DELGADO>>
En un principio, cuando se inició el Toreo a pie en la primera mitad del siglo XVIII, entre los años 1710 y 1730 aproximadamente, el objetivo de la Lidia era matar al toro con una espada, ayudándose por un trapo (capa, lienzo, etc.) que se portaba en la otra mano, generalmente la izquierda, puesto que la espada se empuñaba con la derecha. El hombre mataba al toro frente a frente, a pie, y no como anteriormente, que lo hacía desde un caballo (alanceamiento de toros, corridas caballerescas). Por tanto, esa suerte, la de matar, era lo más importante del espectáculo.
Pero después el Toreo ha ido evolucionando, como todo, y lo más importante ha pasado a ser la faena de muleta, inexistente al comienzo, de tal manera que, aunque la estocada sea perfecta, si no ha habido previamente una buena faena con la muleta el triunfo es imposible; no obstante, aún en nuestros días se sigue llamando a la suerte de matar la “Suerte Suprema”, y es verdad que, en general, y especialmente en algunas plazas, aunque la faena de muleta haya sido buena, si no se remata con una buena estocada tampoco se consigue triunfar.
Existen diversas formas de realizar la suerte de matar que expondremos en próximos artículos.
Antes aclararemos, aunque todos o casi todos ya lo sabrán, que si marcamos teóricamente el radio del ruedo desde el centro hasta las tablas, y ese radio lo dividimos en tres partes iguales, la franja, parte o tercio más cercano a las tablas (aproximadamente desde las mismas hasta la primera raya) se denomina “Tablas”; la franja correspondiente al tercio medio del radio es lo que se llama “Tercio” y, finalmente, la franja o tercio que llega hasta el centro del ruedo se denomina “Medios.
Pues bien, según la posición de toro y torero, uno frente al otro, en el ruedo con respecto a las tablas de la barrera, hablaremos de Suerte de matar Natural o Suerte de matar Contraria. Suerte Natural es cuando, una vez perfilado el matador frente al toro, para realizar la suerte, el lado derecho del toro está mirando a las tablas y el izquierdo al centro del ruedo, por tanto, tras la estocada el matador sale más cercano a las tablas que el toro. Se emplea en los toros bravos. Cuando ocurre lo contrario, es decir, el lado derecho del toro está mirando al centro del ruedo y el izquierdo a las tablas, tras la estocada el matador sale más alejado de las tablas que el toro. Se emplea en los toros mansos, rajados que, como tienen querencia hacia las tablas, ayudarán más al matador en la ejecución de la suerte. No obstante, hoy no se respetan mucho estas normas, puesto que lo verdaderamente importante para dejar una buena estocada es la verdad con que se ejecute la suerte y el grado de decisión del torero a la hora de matar al toro.
Naturalmente, cuando se mata al toro en los medios, o bien éste no está paralelo a la barrera sino perpendicular, no puede hablarse de suerte Natural o Contraria.