Casposos / Por José Maria JERICÓ
Si, ‘casposos’. Así ha llamado el ministro de Fomento del actual gobierno de España a ciudadanos españoles.
ALICANTE. Sábado, 22 de diciembre de 2018. Por JOSE MARIA JERICÓ – Y señala directamente el ministro Ábalos en su peyorativo comentario a los amantes del toreo y de la caza, resulta chocante que este ministro se ha dejado ver en plazas de toros importantes, eso sí, entrando gratis en aras del cargo y en en lugar de privilegio. No ha reparado un ápice en los millones de personas de distintas ideologías políticas a quienes gustan el espectáculo taurino y a los que practican el deporte cinegético de la caza o la pesca.
Llama ‘casposos’ y se queda tan pancho, como si nada, cuando esta insultando a unos cuanto millones de ciudadanos que pagan su impuestos religiosamente y que además contribuyen a mantener dos de las manifestaciones artísticas, culturales y ecológicas de mayor raigambre de nuestro país. La tauromaquia y la caza, las cuales representan una forma de ser, de vivir y de mantener el equilibrio ecológico de nuestros campos, dehesas y de innumerables especies de nuestra fauna, aparte del toro de lidia, raza de bóvidos única en el mundo que mantiene el equilibrio en las más de 500.000 hectáreas de nuestros campos. Son innumerables los pueblos de nuestra geografía situados en las dos Castillas, Andalucía, Extremadura, Navarra, Valencia, Murcia y Madrid que la caza y la tauromaquia en sus distintas manifestaciones les aportan pingües beneficios que gracias a ellos mantienen la economía estructural de la región y del estado, pues solo en impuestos varios, además de IVA, IRPF, Seguridad Social, etc., unos cuantos miles de millones van a engrosar las arcas del estado cada año.
Parece ser que el ministro Ábalos ha rectificado ante el negativo revuelo que hubo por sus declaraciones, incluidos en destacados compañeros de partido declarados defensores de la tauromaquia; bueno esta el decir que se siente taurino, no en vano es hijo de Heliodoro Ábalos “Carbonerito”, un novillero que prometía por su arte y por su valor, que soñaba con triunfar en Madrid y salir por la puerta grande, que soñaba la gloria del toreo allá por la década de los años 30 del siglo pasado.
Con su matización o rectificación el ministro habrá tranquilizado a todos esos pueblos que basan su economía en estas actividades, y son muchos en los que si se abolieran los toros, caza y pesca, sus habitantes lo pasarían muy mal, a no ser que el señor Ábalos tuviera una fórmula mágica para ayudarles a vivir que no fueran esas subvenciones, que el partido político que representa y que durante treinta y muchos años ha gobernado la Comunidad Andaluza, que como el PER a lo único que han ayudado es a hacer de muchos españoles unos ciudadanos acomodados por el Estado a no hacer nada y vivir de la sopa boba de su asignación mensual, eso sí, a cambio del voto que se aseguran, cada vez menos, tal y como ha ocurrido en Andalucía, en ultimas las elecciones.
Flaco favor hacen declaraciones como la del señor Ábalos y acciones como las que estamos viviendo en Cataluña los últimos días a la democracia. No se dan cuenta del daño que están haciendo al partido que representan, tan necesario para mantener el equilibrio de la democracia en España.