Ética en el Toreo II / Por Rafael COMINO DELGADO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>> POR RAFAEL COMINO DELGADO>>
Para mí queda claro que el Toreo es una actividad Ética, pero admito que estamos debatiendo sobre un tema filosófico, y si yo no tengo la verdad absoluta tampoco la tienen los demás, por tanto ¡respetémonos!
Por otra parte este animal, el toro de lidia, si no existieran las corridas de toros, habría desaparecido de la Tierra hace años, porque no tiene utilidad para otra cosa. El hombre utiliza al toro de lidia para lo único que sirve, para torearle. ¿Va esto en contra de la Ética? Contra la mía no, aunque respeto otras opiniones; pero con una condición: ¡Qué los otros me respeten a mí!
Todas las posibles Éticas deben dialogar entre sí, y tener un fundamento común cual es el RESPETO y el reconocimiento mutuo de la dignidad intrínseca de cualquier ser humano, y como objetivo los derechos humanos sin olvidar los deberes.
El hombre ha elaborado unas normas de cómo debe desarrollarse la corrida, normas que ha de cumplir a rajatabla; si no lo hace se comporta de forma no ética.
Naturalmente que no se debe maltratar a los animales porque si, para disfrutar viendo como sufren. Ello no es ético, pero es que al toro se le pica no para verle sufrir sino para evaluar su bravura, atemperar su embestida y hacer posible que el torero pueda crear una obra de arte. No se disfruta viéndole sangrar, se disfruta viéndole acometer una y otra vez al caballo o a la muleta. No se disfruta viendo como un ciclista sube a una montaña con enorme esfuerzo, sufriendo, se disfruta viendo la heroicidad que está haciendo.
Al toro no se le mata para verle sufrir, se le mata porque así nació la Tauromaquia, y una vez toreado ya no sirve para otra cosa, y si no muere en la plaza morirá en el matadero (En la Tauromaquia antigua, el objetivo era solo matar al toro, para demostrar la destreza y valentía del hombre que lo realizaba). A cambio ha vivido cuatro años muy bien en la ganadería.
Por otra parte, los antitaurinos dicen que se hace sufrir al toro, no para comer, sino para que el hombre se divierta (se emocione), y es verdad que no se torea para comer, como se hace con la pesca, aunque ellos también están en contra de la pesca, si bien mucha gente vive trabajando en el mundo del Toreo, pero es que el hombre, ser superior, tiene otras necesidades, que no tiene el lobo o el león, que también son crueles matando para comer, y haciendo sufrir a los animales que matan. El león mata a los cachorros de leonas para que estas entren en celo (no es para comer) y eso es cruel. Me podrán decir que el león no tiene culpa de ser así y yo contesto, ¡ni el hombre! (cuando le crearon lo hicieron con la necesidad de emocionarse). Para mí queda claro que el Toreo es una actividad Ética, pero admito que estamos debatiendo sobre un tema filosófico, y si yo no tengo la verdad absoluta tampoco la tienen los demás, por tanto ¡respetémonos!
Nuestro planteamiento es el siguiente: Como decía, debatimos sobre un problema filosófico; los antitaurinos defiende unas ideas y los taurinos otras. Admito que nosotros, los taurinos, podemos estar equivocados, pero también podrían estarlo ellos. Infinidad de personas de las ciencias, de las letras, artistas, políticos, y en general gentes muy inteligentes, y muy bien formadas, son taurinas y consideran que el Toreo es un arte grandioso, una actividad ética, aunque también hay personas muy inteligentes entre los antitaurinos, pero seguro que si son inteligentes y respetan la libertad de los demás, por un aparte no serán violentos, como lo son los activistas que se manifiestan en la puerta de las plazas de toros y llaman asesinos a toreros y aficionados, y por otra no pedirán prohibir los toros, simplemente no acudirán a las plazas.
Así las cosas, dejemos que cada cual haga lo que desee, el que quiera ir a los toros que vaya y el que no quiera que no vaya. En todo caso, que ellos intenten convencernos a nosotros de lo acertado de su pensamiento, para cambiar el nuestro y viceversa, pero siempre solo con la palabra, civilizadamente, pacíficamente. Pero es que los antitaurinos activistas no aceptan esta solución, quieren imponer su pensamiento por la fuerza, por la violencia, y prohibir las corridas de toros. No admiten su posible error, sino que ellos están en poder de la verdad absoluta, y aquel que cree estar en posesión de la verdad absoluta no sabe que está en la absoluta ignorancia.