Hoy hace 40 años. Felicidades, Pepín / Por Manolo Guillen.
Escribo hoy estas líneas con añoranza…
No era la primera vez. Ni por supuesto la última. A mis 4 añitos recuerdo el coraje que me daba cuando me enteraba que mi padre se había ido a los toros sin avisar y me había dejado en casa.
Aquella tarde era de las que tuve suerte, me llevaba a los toros. Además también venía mi mamá. Y yo me ponía en el centro, cogiéndolos a los dos de la mano. Me emociono al recordarlo.
Subíamos la estrecha y empinada calle del Ángel, que las tardes de corrida tenía un olor especial. El humo de los habanos, las boñigas que habían dejado en el camino el tiro de mulillas,… El olor a toro que emanaba de los corrales, donde aguardaban los que iban a ser lidiados en un rato, los caballos de picar…
La banda de música terminaba el pasacalles y el sonido del bombo y de loa clarinetes terminaba de despertar el cosquilleo de estar ante una tarde de toros.
Aquella tarde curiosamente iba a debutar con picadores Pepín Jiménez, quien acompañado de un tal Juan Antonio Ruiz «Espartaco» y Manuel Rodríguez «El Mangui».
Con el paso de los años comprendí mejor lo que significaba aquello de hacer el debut con picadores. Y comprendí también la categoría de torero que ha sido Pepín Jiménez.
Es más, me hizo sentir un privilegiado, poder gozar de su amistad y ser partícipe de algunas confidencias. LEER MÁS