¿Dónde se debe picar al toro? III / Por Rafael COMINO DELGADO
<LECCIONES MAGISTRALES> POR RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático Universidad de Cádiz-
Como ya anunciábamos en artículos anteriores, hay varios estudios sobre donde se ponen actualmente los puyazos, cuyos resultados pasamos a exponer:
Don Pedro MARTÍNEZ ARTEAGA, un mejicano que vino a la Facultad de Veterinaria de Córdoba a realizar su Tesis Doctoral sobre “Lesiones anatómicas producidas en el Toro por los trebejos empleados en la Lidia”, hizo un excelente trabajo (1998), cuyos resultados, resumidamente, son los siguientes:
Toros estudiados= 340. Puyazos=705
– Lidiados en Madrid (Ventas), Sevilla (Maestranza), Zacatecas (Monumental) y Aguascalientes (San Marcos).
– El número de puyazos correctos fue solo de 85, es decir el 12.05 %. Pero después de leer su trabajo creo que ha sido demasiado generoso al considerar algunos puyazos como correctos.
BARONA y CUESTA, en su libro “La Suerte de Vara” (1999), realizan un estudio biométrico sobre la lesión anatómica de la puya: Estudio realizado en las plazas de Sevilla, Córdoba, Madrid (Temporadas 1996-97)
Total de Puyazos: 578, En Morrillo=6.92 %; Profundidad=24.75 centímetros.
Sus Conclusiones son:
-Los puyazos más adecuados, anatómica y funcionalmente, son los colocados en el Morrillo.
-Los puyazos que más deterioran la locomoción son: en la Paletilla, los Caídos y en la Cruz.
-Convendría determinar legislativamente que la situación correcta del puyazo es el Morrillo
Los veterinarios doctores Julio FERNÁNDEZ y Juan VILLALÓN hacen otro estudio de las lesiones producidas por la Suerte de varas, en la segunda parte de la Feria de San Isidro de 1998:
Material: 90 animales de 13 corridas y una novillada. Varas =197; Puyazos=276.
Y Llegan a las siguientes Conclusiones:
-Solo el 4.7 % de los puyazos se colocaron en lugar correcto.
-La profundidad media de la suma de las trayectorias alcanza 61.91 centímetros por animal.
-La puya ha llegado a penetrar casi cuatro veces su longitud en el músculo.
-El 95.3 % de los puyazos se ubicaron en la cruz, paletillas y dorso.
Las lesiones en estas zonas pueden comprometer la aptitud para la lidia, al disminuir capacidad para el desplazamiento lateral, mermar potencia y movilidad frontal, e incluso la función respiratoria. Se han llegado a producir lesiones de vértebras y cartílago de prolongación de la escápula.
Las conclusiones de los estudios expuesto hablan por sí solas. ¡La inmensa mayoría de los puyazos se colocan fuera del lugar correcto, lo que altera seriamente la movilidad del toro, y por tanto su forma de embestir! En definitiva, que muchos toros se estropean en la suerte de varas, en lugar de favorecer una embestida más ahormada, humillada y rítmica.