Simular la suerte de matar tras indulto / Rafael COMINO DELGADO
<LECCIONES MAGISTRALES> POR RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático Universidad de Cádiz-
En el artículo 83.2 y 3 del Reglamento taurino español (1996, última revisión en 2001), en el 80.2 del de Navarra, en 68.2 y 3 de el de Aragón (2004), en el 83.2 y 3 de Castilla León (2008) y en el 80.2 y 3 de el del País vasco (2008), se dice literalmente:
2.- “Ordenado por el presidente el indulto mediante la exhibición del pañuelo reglamentario, el matador actuante deberá, no obstante, simular la ejecución de la suerte de matar. A tal fin, utilizará una banderilla en sustitución del estoque”.
3.- Una vez efectuada la simulación de la suerte y clavado el arpón, se procederá a la devolución de la res a los corrales para proceder a su cura.
Sin embargo, en el Reglamento de Andalucía no se obliga a tal simulación, lo cual nos parece más lógico. Así las cosas, queremos hacer sendas observaciones al tema.
–Con respecto a la simulación de la suerte de matar con una banderilla, creemos que es un sinsentido por dos razones fundamentalmente: a) Primero, porque a un toro que ha de ser curado de los puyazos y las heridas con las banderillas, hacerle una herida más es absurdo, no nos parece razonable, pues no añade nada a la faena, ni al espectáculo; b) Segundo, que en el toreo todo lo que se haga debe ser de verdad y nunca jamás simulado, eso se queda para el teatro, el cine y otras actividades, pero no para algo tan serio como es el toreo, en el que un hombre se pone delante de un toro para expresar su sentimiento y crear una obra de arte, arriesgando en ello su vida.
Al hilo de este aspecto igualmente nos parece absurdo y una pantomima obligar al toro a que vaya dos veces al caballo, cuando el segundo puyazo es inexistente o todo lo más señalarle con la punta de la puya, de lo que el toro ni se entera. Es cierto que podemos valorar como se arranca al caballo, en la segunda ocasión, pero luego al no recibir castigo su comportamiento no es valorable.
En definitiva, que hacer la suerte de matar con una banderilla es un absurdo, y todo lo que sea simulado no debe tener cabida en el toreo, es decir, en lo que los profesionales hacen delante del toro.
Con respecto a devolver el toro a corrales, en caso de indulto, debería ser el torero y no los cabestros, como ya expusimos en pasado artículo.