Los últimos estertores del verano y esa cruel pandemia que nos atenaza y acongoja nos arrebata para siempre a Felipe de Paco, «Calañés», al que tanto quisimos y tanto nos quiso.

Capilla ardiente instalada en tanatorio de Cehegin. Misa funeral mañana jueves, a las cinco de la tarde.

Miércoles, 22/sept./2021. Por Diego Vera. Me da la noticia un familiar suyo, y a la sorpresa, por lo imprevisto, se une pronto el dolor y el llanto por la pérdida de un ser con cuya amistad nos sentíamos siempre honrados.

Tenía Felipe tres grandes pasiones: la docencia, a la que dedicó gran parte de su vida; la familia, con su fiel esposa, Lucía, a la cabeza, y la fiesta de los toros, y dentro de esta, a uno de sus protagonistas, Pepín Liria, a cuya biografía dedicó parte de su obra literaria.

Todas las temporadas del torero de Cehegín acababan siempre con la tarta que Felipe y Lucía ofrecían en honor al maestro y a cuya degustación invitaban a amigos y compañeros en la crítica taurina.

El destino ha querido que su última corrida de toros la presenciara en su plaza, en Cehegín, el coso cuya historia no se comprendería sin consultar las obras que tras grandes esfuerzos y mucha dedicación ha publicado en los últimos años sobre el mismo.

Fue hace apenas una semana, cuando nada hacía presagiar tan inminente desenlace, en la corrida organizada con motivo de las fiestas preparadas en honor a la patrona, la Virgen de las Maravillas, por la que tanta devoción sentía.

Guardo de él recuerdos imperecederos, que solo la tristeza por su muerte hace cubrir de  un halo de melancolía. Cuando dejó de ejercer la crítica taurina en la Agencia Efe me llamaba con frecuencia para que diera las noticias que él había conocido, dentro de la generosidad que en todo momento derrochó con sus compañeros y amigos.

Tenía necesidad de sentir cercana la voz de sus seres queridos. Hablar con ellos. Charlar con ellos. Por eso, cuando pasaba algún tiempo sin vernos, me llamaba. Y el saludo era siempre el mismo: “Diego, ¿dónde te metes?” Para él, la ausencia era una manifestación que siempre debía ser corta, y transitoria, y a la que ponía fin enseguida.

Desde ese inmenso ruedo que es el cielo quizá pueda contemplar la situación de vacío y tristeza en que nos deja.

Que Dios lo acoja en su seno. Sería una tremenda injusticia que así no fuera.

Desde Toros Noticias Murcia nos unimos a Diego Vera y a los incontables testimonios de pésame a la familia, allegados y a todo Cehegin, que circulan por redes sociales por tan irreparable pérdida.

Descanse en la Paz del Señor, el querido amigo y maestro en la información taurina y en la vida, Felipe de Paco.