José Maria Trigueros, oreja de peso, triunfo y terrorifica cogida en la primera de Calasparra / Por Pepe Castillo Abreu
El murciano resultó triunfador de la primera de abono, cortó una oreja de su primero, en el sexto, sin darle tiempo a colocarse ni abrir el capote, sufrió una durísima cogida que se eternizó.
CALASPARRA. Sabado, 03/setm.2022. Por PEPE CASTILLO ABREU.- Fotos: TNM. Tarde soleada de agradable temperatura. Buen ambiente en los tendidos que registraron una entrada de mas de media plaza. Había expectación por ver a los utreros de Barcial en la tarde de su debut en Calasparra, pero en conjunto el encierro no dio el juego que se esperaba, ningún novillo acabo por romper hacia delante, salvo el tercero, fueron reservones y desclasados, acabaron desarrollando mucho sentido, crearon dificultades en el tercio de varas, derribos incluidos, y serias complicaciones en banderillas; donde destacaron Carlos Pacheco y José Antonio Pretel que se desmonteraron.
Destacar el mérito de los tres actuantes –Lavado, Miguelito y Trigueros-, que no se amilanaron y afrontaron con mucha dignidad, honradez y valor sin fisuras las complicaciones de unos novillos que exigieron lidiadores de consumado oficio y amplio curriculum en este tipo de encastes.
José Antonio Lavado, tras un discreto recibo, puso mucha voluntad en su primero, un toro imprevisible que creo desconcierto en banderillas. Antes en el tercio de varas se arrancó con prontitud y galope y cayó derrumbado. Por el pitón derecho se dejó algo pero avisó, y llegó la cogida sin consecuencias. Mejor son tuvo por el pitón izquierdo, donde Lavado firmó buenos y templados naturales. Con rectitud cobro una estocada casi entera que precisó un descabello. Ovación con saludos. El cuarto solo tuvo fachada, pero no tenia nada dentro, no le dio a Lavado ninguna opción, un novillo muy complicado y áspero que no admitía un pase. Media estocada tendida y tras dos pinchazos precisó de cuatro golpes de verduguillo. Silencio.
Miguelito salió decidido y fue aplaudido en un recibo que realmente fue discreto. Derribó al caballo en su primer encuentro y costó tiempo y empeño volver a levantar al animal, novillo que acuso el encuentro y blandeo tras dos puyazos en el picador de turno y un tercero que recetó el que guardaba puerta. Fue un novillo reservón que esperaba y daba arreones. Lo intentó Miguelito y consiguió algunos pases sueltos, mejor por el piton izquierdo. Tras desaciertos con la espada el novillo acabó echándose.
El quinto, «si fue malo», el mas deslucido, sin fijeza, salia suelto del capote donde no permitió un lance. En su encuentro con el caballo acusó mansedumbre saliendo en huida desesperada y en banderillas se volvió a repetir el desconcierto con protestas del público. En la muleta, en medio de un sopor, ya fue el colofón de un imposible. Estocada casi entera perpendicular. Silencio.
José María Trigueros, muy decidido recibio el murciano a su primero, novillo que no fue colaborador pero que el publico valoro la decisión y en valor premiando con una cerrada ovación. Novillo que en varas se arrancó de largo cobrando el picador un buen puyazo, excesivamente largo, pero en buen sitio metiendo las cuerdas, el segundo putazo fue de tramite. Intentó Lavado hacer un quite que no permitio el novillo. En banderillas hubo orden, exposición y acierto, Carlos Pacheco brilló en dos pares soberbios de poder a poder, fue muy aplaudido y se desmonteró. El novillo no era un «regalo», aunque no llegó al mal juego de los anteriores, Trigueros apostó fuerte, con su decisión le sacó lo mejor que tenía el animal; fue una faena donde Trigueros acabo sometiendo a su oponente. Lo mejor fue la espectacular estocada que hizo rodar al novillo sin puntilla. La plaza fue un clamor pidiendo doble trofeo, el palco solo concedió uno. Ciertamente, si se quiere valorar los trofeos, la faena no remontó vuelo para dos orejas, por tanto, la oreja concedida fue una oreja de mucho peso.
En el que cerró plaza, sin apenas haber visto al novillo, sorpresivamente se arranco en veloz galope donde estaba Trigueros, que no tuvo tiempo de reaccionar, ni de colocarse ni tan siquiera abrir el capote. La cogida fue espeluznante (me recordó la de Rafaelillo en Pamplona), el toro cogió a Trigueros violentamente por el pecho lanzándolo contra la barrera, en el estribo se cebó una y otra vez contra su presa con instinto asesino, finalmente lo enganchó de la chaquetilla y lo arrastro pisoteándolo durante unos veinte metros. Infructuosos fueron los intentos de los compañeros de sacar a Trigueros de los pitones de su avieso enemigo. En volandas sacaron a Trigueros hacia la Unidad Móvil, donde ya había tenido tiempo de llegar y esperarle el Dr. Ricardo Robles y su Equipo.
José Antonio Lavado fue el encargado de la lidia, hizo un esfuerzo y consiguió buenos muletazos en una faena que fue un atentico pulso. Con la espada perdió trofeo que habría paseado. Silencio.
FICHA: Se lidiaron novillos de Barcial, bien presentados, desclasados, reservones que esperaban y desarrollaron serio peligro, peores 1º y 6º, manejable con reparos el 3º. Jose Antonio Lavado, ovación, silencio y silencio en el que mató por Trigueros.
Miguelito, silencio en ambos. José María Trigueros, oreja con petición de la segunda, durísima cogida en el sexto. Entrada: Más de media entrada.
CUADRILLAS: Se desmonteraron en banderillas Carlos Pacheco y José Antonio Pretel.
BRINDIS: José Antonio lavado al maestro Pepin Liria y José Maria Trigueros a Filiberto.
PARTE MEDICO: «José Maria Trigueros sufre traumatismo craneal con herida hemorrágica en cuero cabellludo que se sutura con 10-12 puntos. Herida contusa en hombro derecho, hematoma en tibia derecha. Su estado es estable y consciente con exploración neurológica normal. Se traslada a Hospital Virgen de la Arrixaca en Murcia para estudio radiológico y observación. Pronóstico: Reservado». Firmado: Dr. Ricardo Robles.