La niña Norah y el triunfo de Rafaelillo / Por Juan Lamarca.
Rafael Rubio «Rafaelillo» ha sido declarado triunfador de la recién finalizada Feria de Julio de Valencia por el jurado de la Diputación.
MADRID. Publicado en Blog del toro al infinito. Por Juan Lamarca. Y con toda justicia tras jugarse la vida ante toros de Miura con unas dotes de lidia plenas de maestría, técnica y arte. Rafael Rubio estuvo inmenso con su lote consiguiendo cortar solo una oreja por fallo a espadas, y con ella en la mano dio una clamorosa vuelta al ruedo ante la mirada penetrante y atónita de una niña de nombre Norah acompañada de su abuelo Domingo.
He ahí el documento gráfico con la alegre limpieza de alma plasmada en las caras de Norah y Rafaelillo, donde el brillo en los ojos del torero murciano y su faz sonriente, delatan su felicidad por tener sobre sus brazos el gran premio de la tarde como colofón a su memorable actuación en el coso de la calle Játiva; es la niña Norah aupada al torero, es el símbolo de la España eterna, el de la sangre joven admirando al que la ofrece gallarda y generosamente mediante un rito ancestral enfrentándose a un toro en el acto culminante de la cultura taurómaca, la corrida, una liturgia espiritual que ha sido y es seña de identidad y sentimiento de unidad entre españoles, pero que, sin embargo, en estos desquiciados tiempos la han convertido en moneda de cambio entre apóstatas que obran en contra de su nacencia, de sus propias raíces, de lo que han mamado…
Es Norah la que, en su asombrosa precocidad, mira a Rafaelillo como un héroe -tal cual fue sobre la arena-, la niña que se deja manchar su inmaculado vestido con la roja sangre del toro impregnada en el traje de luces del torero, la que vibra de inquietud por lo que percibe en el tendido de una plaza de toros, con emoción, sentimiento, alegría, miedo…en esta su primera vez presenciando la lidia y muerte del totem ibérico, de la mano de su abuelo Domingo el que ya viviera en sus carnes las mismas emociones de su nieta pero delante de un toro acariciando con sus dagas las sedas y bordados que envuelven al héroe. Hoy las comparten, es lo natural….