Calasparra y Cehegín son dos localidades que, además de hermosas, tienen una enorme tradición en el mundo taurino.

MARTES, 4 de septiembre de 2018. Por Juan TOMAS FRUTOS. Año tras año siguen con su epopeya y se renuevan en los deseos de hacer ferias y actos más cercanos a un público que vive con especial emoción y devoción sus entregas al escenario del albero y a unas narraciones épicas en pos de un universo no siempre comprendido.

La empresa Chipé Producciones, en el caso de Cehegín, ha hecho caso de un sentimiento popular, manifestado por diversos conductos. Rectificar, aunque no sea el verbo más apropiado, es de sabios (así debe ser), y el torero local, David Fernández, que competirá con Juan José Padilla y Filiberto, entra en el espectáculo taurino de este año, en pos de una patrona, la Virgen de las Maravillas, que tuve el honor de ensalzar hace unos años en el pregón de las fiestas locales.

Hay que desear suerte para ese magnífico cartel del día 10 de septiembre, en el que asoman fervor y entusiasmo. Me van a permitir que les sugiera el arte del rejoneador “Andy Cartagena”, un arte que, porque lo advertimos poco, debería ponderarse más y más.

Por otro lado, también la XXIX edición de la Feria Taurina del Arroz, en Calasparra, nos ofrece una primera parte del mes de septiembre honda, profunda, cargada de estilo y de sentimiento. En torno al toro y a la imagen de la Virgen de la Esperanza, hay programadas muchas actividades, que tienen que ver con las ceremonias ancestrales, sí, con sus encierros, pero asimismo con conciertos, exposiciones y charlas que harán las delicias de propios y extraños. Como debe ser, como subrayamos, en un lugar tan taurino.

Sin duda, es de agradecer la labor y el esfuerzo de todos, que embellecen almas y actuaciones, al tiempo que les compartimos nuestros mejores anhelos para este momento y para resto del año.