Influencia del Toreo en el CINE / Por Rafael COMINO DELGADO.
<LECCIONES MAGISTRALES> POR RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático de la Universidad de Cádiz-
El cine como invento se presenta, por los hermanos Lumiere, el 28 de Diciembre de 1896.
Y el Toreo pronto atrajo la atención de Productores, Directores y Actores, de tal forma que entre películas y documentales destacados se han hecho aproximadamente unas 600, si se incluye versiones diversas de la misma película, siendo la mayoría de las Películas malas o muy malas.
Destacan:
“Sangre y Arena” (1941) (Cuatro versiones). Basada en la novela de Blasco Ibáñez. La versión interpretada por Tyrone Power es la más conocida.
“Currito de la Cruz” (Cuatro versiones). Más conocidas las versiones interpretadas por Pepín Martín Vázquez (1949) y El Pireo (1965)). La dos son de lo mejor que se ha hecho en cine sobre Toros.
“Tarde de Toros” (1956) (Domingo Ortega, Antonio Bienvenida, Enrique Vera). Una de las mejores. El que interpreta el papel de apoderado de Rondeño II (Enrique Vera) lo borda. Es cumbre el diálogo que mantienen Ricardo Puente (Domingo Ortega), torero en el ocaso de su carrera y su amante, Paloma, una buscona que se arrima siempre al triunfador, por tanto ya está tratando de acercarse a Manuel Carmona (Antonio Bienvenida) ahora en su apogeo: Tras logra un gran triunfo Ricardo Puente ella le dice, «las cosas volverán a ser como antes, muchas fiestas y la casa llena de gente», y él le contesta, «si, pero tú no estarás» .
«Mi tío Jacinto» (1956). Dirigida por Ladislao Vajda e interpretada por Antonio Vico y Pablito Calvo. Narra la vida de un torero fracasado que sigue soñando con el triunfo.
«El último cuplé»(1957) (Enrique Vera).Aunque el argumento no es básicamente taurino lo toca.
“El Niño de las Monjas” (1959) (Enrique Vera). – “El Ltri y su sombra” (1959) (El Litri). – “Aprendiendo a morir”(1962) (Manuel Benítez «El Cordobés»). – “Chantaje a un torero”(1963) (Manuel Benítez «El Cordobés»), – «La becerrada» (1963) (interpretada por Fernando Fernán Gómez). Interviene, Antonio Ordoñez, Antonio Bienvenida y Juan García «Mondeño». – “El momento de la verdad”(1965) (Miguel Mateo “Miguelín”). – «Jugando a morir»(1966) (Blas Romero «El Platanito»). – “Fray Torero” (1966) (Paco Camino). – “Nuevo en esta plaza” (1966) (Palomo Linares). – «Las Cicatrices» (1967) (Pedrín Benjumea). – «El Paseillo» (1968) (José Maria Montilla y Agustin Castellanos «El Puri»). – “El Relicario” (1970) (Miguel Mateo “Miguelín”). – “Un torero para la Historia”(1974) (José Luis Galloso).
«Manolete» (2008). Interpretada por Adrien Brody y Penélope Cruz. Sin duda la peor película que se ha hecho de toros según afirman los pocos que la vieron; dicen que es un bodrio y que falsea en exceso la realidad.
En general, los guiones han sido escritos por personas no muy conocedoras del mundo del Toreo, razón por la cual, como decíamos, la mayoría dejan mucho que desear.
Productores y Directores han querido aprovechar la fama y tirón popular de una figura del Toreo para atraer a los públicos, dejando en un segundo lugar la calidad.
Queremos también destacar la interesante serie de Televisión española, en siete capítulos, “Juncal”, de Jaime de Armiñán, protagonizada por el actor Paco Rabal, que se estrenó en 1989, pero la gran película sobre el Toreo está por hacer.
En los años 50 o 60 del siglo pasado ya a se hubiera llevado al cine la vida y lucha de Juan José Padilla, un coloso, se hubiera hecho una gran película sobre Paco Ojeda y su forma de concebir el toreo, sobre José Tomás, etc. Pero en la época que, por desgracia, nos ha tocado vivir, se pone una película de toros y los salvajes antitaurinos queman todos los cines. Y peor aun, muchos políticos corruptos les darían la razón.
Una película que enseñe lo que de verdad es el mundo del Toreo por dentro, sin tópicos, pero trasmitiendo el sentimiento torero del hombre que se viste de luces y se juega , de verdad, la vida para expresar su arte, su sentimiento, tan intenso , tan fuerte que le arrastra hacia el toro, venciendo el instinto de conservación. Acepta arriesgar su vida con tal de expresarse ante el toro.
Naturalmente que se hace por dinero, pero mucho más por ese sentimiento torero. Solo por dinero nadie es capaz de ponerse delante de un toro y pasárselo 25-30 veces por las femorales, tiene que sentir algo más.
Y es que ser torero es una filosofía de vida, una forma apasionada y apasionante de entender la vida y pasar por ella. Quien no lo sienta no podrá entenderlo. ¡Lo siento por los que no lo entiendan!