El Toreo, un difícil arte ritual / Por Rafael COMINO DELGADO.
<LECCIONES MAGISTRALES> POR RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático de la Universidad de Cádiz-
En anteriores artículos exponíamos las características del Toreo que nos llevaban a considerarle un arte único, extremadamente difícil de realizar, y ritual.
Tan difícil es que el poeta Rafael Alberti, en cierta ocasión, pidió a su amigo Ignacio Sánchez Mejías hacer el paseíllo vestido de torero (como si fuera un banderillero), una tarde que toreaba en Pontevedra, y después se quedó en el callejón presenciando la corrida. Posteriormente diría y escribiría: “Entonces comprendí la astronómica distancia que media entre un hombre sentado ante un soneto y otro de pie, solo, bajo el sol, frente a ese mar ciego, rayo sin límite, que es el toro recién salido del toril”.
La dificultad extrema del Toreo la expresó muy bien el maestro Curro Romero cuando dijo, “en el Toreo se convierte algo tan violento como la embestida de un toro en algo bello”. Fíjense si será difícil que se debe convertir la enorme violencia de la embestida de un toro en arte, en estética, en belleza.
En el mundo del toreo circula la siguiente frase, atribuida a Santiago Martín “El Viti”: “Ser torero es casi imposible, y ser figura, eso ya es un milagro”. Pienso que es necesario haberse puesto delante para comprender, en toda su dimensión, la enorme dificultad de Torear.
Aunque el Toreo pueda considerarse un espectáculo, tiene unas características que le convierten en Rito. De hecho, a los Toros no se va a divertirse, se va a emocionarse, y ciertamente el Toreo emociona como ningún otro Arte. Pensamos que no hay espectáculo que pueda emocionar, entusiasmar, arrebatar tanto como le Toreo
Todo en el Toreo es ritual, desde el sorteo de los toros por la mañana, vestirse de torero, el paseíllo, el saludo al presidente, etc., ritual, caracterizado todo él, por un gran respeto, que acaba con la muerte del toro, si bien en algunos casos el toro es indultado; se gana por su bravura el derecho a seguir viviendo en la dehesa, padreando, hasta el fin natural de sus días. También puede ocurrir la muerte del artista, y de hecho ha ocurrido muchas veces. El drama de la muerte, ese peligro, siempre está presente en el ánimo del profesional y del espectador.
Para Ladislao Vadja, director de la película Tarde Toros, “la Fiesta de los toros es el compendio de todos los espectáculos artísticos, porque es algo diferente e impresionante”, y Sasha Gusov, fotógrafo ruso, amante de los toros, dijo: “Como artista, no soy capaz de encontrar ningún elemento de creatividad mejor que la Tauromaquia. Es el arte de las artes…¡Tiene todos los ingredientes!
Este arte ritual, tan difícil de realizar, es un bien universal inigualable, hasta el punto de que el filósofo francés Francis Wolf declaraba, en el Círculo de Bellas Artes, en marzo de 2007: “La Fiesta es un Tesoro de la Humanidad, uno de los dones de España a la cultura europea…es un bien moral y estético”.
Por ello pensamos que la Tauromaquia debería enseñarse a los niños en los colegios, igual que se les enseñan otras artes como Pintura, Literatura, Música, etc., ¿Por qué no? ¡Que me den una explicación razonada con el cerebro, no con las vísceras!