Valorar la faena en función del toro / Por Rafael Comino Delgado
<LECCIONES MAGISTRALES> POR RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático Universidad de Cádiz-
Creemos que, en general, a la hora de valorar una faena, no se tienen suficientemente en cuenta las características del toro.
Nos dejamos influir en exceso por la brillantez de la misma, por el eco que haya tenido en los tendidos, donde siendo sinceros hemos de admitir que el 90 % de las personas no tienen los conocimientos bastantes para enjuiciar con rigor las condiciones positivas y negativas del toro lidiado. Si la faena ha llegado mucho a los tendidos, porque el toro ha sido muy bravo, con mucha nobleza y calidad en la embestida, ha durado mucho, el veredicto es de gran faena y se solicitan los máximos trofeos para el torero, pero si la faena ha sido buena o muy buena, pero ha llegado menos a los tendidos porque las condiciones de bravura, calidad en la embestida, trasmisión, duración, han sido inferiores, tendemos a valorarla menos, cuando puede ocurrir que haya sido mucho más difícil de conseguir, porque el toro tenía más dificultades.
En la pasada “semana grande” de Bilbao el presidente negó la segunda oreja a Luis David Adame, tras una faena muy buena, muy inteligente, a un toro que fue protestado de salida, que perdió las manos varias veces, pero el matador tuvo la inteligencia y la técnica para ir haciéndolo poco a poco, para que no se cayera, y finalmente consiguió una gran faena, de menos a más, en un toro bueno, pero no muy bueno. El presidente dijo que “para dar las dos orejas debía haber, al menos dos series con las que crujiera la plaza y eso no se dio en esta”. Es una opinión respetable que no comparto en absoluto.
Hace poco hemos visto faenas muy importantes, como la de Ponce en el Puerto, que le valió indultar al toro Fantasía de Juan Pedro, la de Luis David, las dos de Paco Ureña en Bilbao, la de Pepe Moral en Sanlúcar a un toro de Victorino, también indultado. Todas fueron grandes faenas, pero para nosotros tiene más mérito, por ejemplo, la de Luis David que la de Moral, porque los toros que tuvieron enfrente fueron muy diferentes. El de Luis David fue protestado de salida, perdió las manos varias veces (eso influye negativamente en el público) y el torero tuvo la capacidad suficiente para ir haciéndolo, ayudándole mucho al toro, y lograr una gran obra.
El de Moral fue bravísimo de principio a fin, embistiendo con gran calidad, humillado, colocando la cara perfectamente, gran recorrido y saliéndose de la muleta para dejar colocarse al torero. Para nosotros fue, al menos, como Cobradiezmos, el indultado por Manuel Escribano, pero con menos trapío. La faena de Luis David algo menos brillante pero más difícil de conseguir.
Por tanto creemos que se debe valorar la faena, siempre teniendo muy en cuenta las características, las condiciones del toro, y ello se hace, por los públicos, pocas veces.