El Rubio: “No soy figura pero me siento muy grande”

El matador de toros Antonio José López “El Rubio” fue el protagonista de una nueva edición de los tradicionales Martes Taurinos celebrado este martes en la sede del Real Club Taurino de Murcia.

MURCIA. Miércoles, 13 nov. 2019 -Prensa-RCTM- El diestro de Caravaca protagonizó una amena e interesante tertulia en la que comenzó hablando de como la DANA que asoló en septiembre a la Región de Murcia, se llevaba por delante la corrida de toros que debería de servir para despedirse de la profesión. “Estoy fuera del circuito pero me queda ese día por vivir y poder despedirme de la profesión como vine a ella, toreando”, aseguró, añadiendo que: “No voy a pelear por torear más, ni por hacer temporada, ni por buscar mi futuro en el toreo, pero a título personal me apetece y me encuentro físicamente preparado”.

El Rubio aseguró que, aunque hubo ofertas para poder haberse despedido en otras plazas, “tenía que ser en esa plaza y con esa empresa”, haciendo referencia a la gran relación personal que le une con Juan Reverte quien fue su apoderado. “Se unieron todos los astros para que Juan estuviese en Cehegín y surgiera ese día. Era el formato que yo quería y no otro, y de repente vimos como todo se esfumó”, afirmó.

El caravaqueño, explicó que: “Hice un esfuerzo sobrehumano porque llevaba seis años sin vestirme de luces y la cabeza no la tenía metida en el toro”, y prosiguió: “Mi familia me pregunta si me merece la pena y les digo que prefiero vivir ese día que irme en silencio”.

El Rubio hizo un repaso de su carrera profesional que comenzó en la Escuela Taurina de Murcia, con una etapa de novillero con picadores en la que superó los cuarenta festejos y una alternativa de lujo en Cehegín con tan solo 19 años. Después vivió la dureza de la profesión y fue víctima de los que calificó como los “depredadores de la profesión que van a quitarte lo que puedan”.

“He matado 50 corridas de toros en 16 años y ahí está mi currículum y aunque no soy figura pero me siento grande”, concluyó.