Impacto del COVID-19 en la Tauromaquia / Por RAFAEL COMINO DELGADO «Lecciones Magistrales»
RAFAEL COMINO DELGADO -Catedrático de la Universidad de Cádiz
Seguramente la humanidad deberá tomar conciencia, de que vamos por un camino equivocado, que este camino solo busca el placer material, el hedonismo, que ignora a aquellos que no tienen nada…
Lo superaremos, venceremos si nuestro espíritu de lucha no decae…
Creemos que las consecuencias de esta pandemia van a ser, por ahora, incalculables pero en cualquier caso de enormes proporciones, en todos los aspectos: Económico, político, social, moral. Cuando esta catástrofe pase, que pasará como todo pasa, en la vida, el mundo será otro muy distinto al que teníamos cuando todo empezó en China (ciudad de Wuhan). Ahora, a priori, podemos hacer cálculos más o menos aproximados, pero la realidad la veremos, como siempre ocurre, a posteriori.
La humanidad, creemos nosotros, cambiará, o debería cambiar, su forma de pensar, porque el impacto de la pandemia será de tales proporciones que nos hará detenernos, reflexionar, darnos cuenta de lo frágiles y vulnerables que somos los seres humanos, aun siendo los seres superiores de la creación. Fíjense si somos pequeños, que con todos los avances que ha logrado el hombre en Ciencia y Tecnología, con todos los avances en Biología, Medicina, Química, Física, con todo lo que conocemos del universo, con todo lo que suponen los conocimientos que hoy se tienen sobre Astrofísica, con todo el poder militar que algunos países tienen, que pueden destruir la tierra en segundos, ocurre que llega un virus, un microscópico trocito de ARN, ni siquiera de ADN, y pone en jaque a toda la humanidad, a los países más poderos de la Tierra.
Seguramente la humanidad deberá tomar conciencia, de que vamos por un camino equivocado, que este camino solo busca el placer material, el hedonismo, que ignora a aquellos que no tienen nada, cuando otros están derrochando a manos llenas solo por el placer de derrochar, que ignora totalmente los deberes y solo exige derechos, que no está dispuesto a hacer esfuerzo alguno, pero si quiere vivir en el lujo y el placer, que llega hasta la estupidez de poner a los animales irracionales -en los que se gasta cantidades ingentes de dinero, cuando al lado hay personas que se mueren de hambre- por delante de los humanos, que abandona a sus mayores cuando ya no pueden producir, que promulga leyes de eutanasia para poder matarlos legalmente, que asesina diariamente a miles de fetos humanos, amparándose en leyes perversas. Cuando pase esta pandemia el mundo se planteará otra forma de vida, otra filosofía de vida. Al menos debería hacerlo. Eso esperamos.
Pero nuestro objetivo es detenernos en el impacto que tendrá sobre el Toreo. Algunos han calculado que las pérdidas para el mundo del toro serán de unos 700 millones de euros. Puede ser eso o pude ser mucho más, ya lo veremos con el tiempo, que es muy sabio, pues siempre acaba aclarándolo todo.
Lo cierto y verdad es que esta crisis ha llegado en un momento muy malo, puesto que el Toreo, debido a la persecución que viene sufriendo desde hace años por parte de los animalistas, pero sobre todo por parte de los políticos antitaurinos, o que sin serlo quieren enriquecerse vendiéndose al mejor postor, está en un momento muy difícil. Estábamos en la UVI, o en planta, pero muy graves, y el virus nos han colocado en situación de gravísimos, así que el estado no puede ser peor y el pronóstico similar.
Pero siguiendo con el hilo de nuestro discurso, es posible que esta temporada se dé casi por perdida, pues vemos muy difícil que se puedan dar festejos taurinos antes del mes de agosto, y eso si todo va muy bien, pero incluso si así fuera las pérdidas ocasionadas en el mundo del Toreo serian enormes.
En primer lugar, están los ganaderos que tendrán que llevar al matadero muchos toros porque cumplirán los seis años y no podrán lidiarse en la plaza, pero ellos ya han hecho el gasto de mantenerlos hasta esa edad. Muchas ganaderías desaparecerán.
Infinidad de negocios, de pequeño y mediano tamaño, viven alrededor del toreo, y no podrán soportar varios meses, incluso un año, sin ingresar un euro.
Los toreros que tengan reservas podrán aguantar un año sin torear, pero hay muchos que en su temporada apenas sacan para pasar el invierno. Muchos banderilleros, picadores, mozos de espadas, solo viven del Toreo, y si no torean nada ingresan. Obviamente lo están pasando y lo pasaran muy mal. Igual ocurre con pequeños y medianos empresarios.
Pero es que esta pandemia, a nivel general, va a tener una enorme repercusión negativa en toda la economía, por lo que cuando empiecen a darse festejos, muchos aficionados si tienen 50 euros los necesitan para pagar facturas atrasadas, y no pueden comprarse una entrada.
Por todo ello, creemos que hasta que de nuevo empecemos a volver a la normalidad faltan, al menos, dos o tres meses, en el mejor de los casos; para que esa normalidad se empiece a aproximar a lo que era antes de la pandemia, deben faltar, al menos, seis o siete meses, y para que estemos casi en la normalidad, por lo menos ha de pasar un año, y alcanzar la normalidad total, ni se sabe, porque, como decía, la herida económica que está produciendo es de enorme gravedad, y ya sabemos que todo gira alrededor de la economía. Si la economía es floreciente todo se mueve y prospera, pero cuando la economía está enferma la humanidad entera se resiente, pues el poco dinero que hay debe dedicarse a los productos básicos, y el ocio no es básico.
Así pues, el mundo del toro ha de enfrentarse a otros antitaurinos diferentes, pero incluso más peligrosos (las consecuencias de la pandemia), y ha de enfrentarse solo, porque del Estado no recibirá ni un centavo. Ya se han publicado las ayudas a la Cultura, y el Toreo ni se menciona, como era de esperar. Habrá ayudas para cosas que llaman Cultura, (hablemos de tirititeros, raperos, películas que luego ni se estrenan), ofendiendo así a la verdadera Cultura, para ONGs. de amiguetes (hay que pagar favores), para aleccionar a los niños desde el colegio en determinadas ideologías, para la ideología de género, para comprar medios de comunicación, para muchos ministerios inútiles, para enchufar a los familiares y amigos del gobierno, etc., pero para el Toreo, que mete en las arcas del Estado unos 140 millones de euros anualmente, solo en IVA, ni un solo céntimo.
Pero no olvidemos que el hombre solo está derrotado cuando deja de luchar, y los taurinos jamás dejaremos de luchar, de defender lo nuestro, un arte único, grandioso. Nuestros antepasados taurinos también atravesaron épocas muy difíciles y salieron triunfantes, por tanto, nosotros no vamos a ser menos. Tenemos de nuestra parte la razón, la verdad, y el saber que nuestros enemigos son trastornados mentales, o simplemente desvergonzados.
Lo superaremos, venceremos si nuestro espíritu de lucha no decae, y decidimos, cada uno en la medida de sus posibilidades, que vale la pena pelear por nuestra Fiesta, defenderla, difundirla y apoyarla.