La Tauromaquia después del Covid-19 / Por José Maria JERICÓ
La gravedad de la situación y las actuales expectativas, podría llevar a que tristemente la temporada taurina 2020 quedara en blanco…
Ahora más que nunca es precisa, urgente, la unión de todos los sectores taurinos.
ALICANTE. Martes, 28 abril 2020. Por JOSÉ MARIA JERICÓ. Como es público, no se celebrarán las tradicionales ferias y corridas de toros, rejones, novilladas, bous al carrer, etc. que con ancestral tradición se programan en nuestras ciudades y pueblos con motivo de sus fiestas patronales. A Sevilla y Madrid se han sumado Badajoz y Pamplona, otras como Valencia, Castellón, Alicante, Teruel y un largo etcétera es muy oscuro que la situación pudiera cambiar.
Tenemos que ser consecuentes con el triste momento que vivimos con más de 23.000 muertos, oficialmente, según fuentes gubernamentales, seguro que la cifra podría dispararse mucho más cuando se tengan datos estadísticos más exhaustivos. Con este panorama y la pandemia que nos acosa con grave riesgo para nuestras vidas, no se van a poder celebrar espectáculos que como nuestros festejos taurinos, son el segundo espectáculo de masas más importante de España, con grave riesgo de contagio al no estar controlado el corona virus.
Repito el segundo espectáculo de masas, aunque no lo reconozcan, tal y como lo viene ninguneando nuestro gobierno. Tan solo, vagos intentos de efecto justificativo, pero de vacios contenidos reales; así, la Tauromaquia ha sido, como es habitual, feamente discriminada, y sufriendo intolerables agravios comparativos, tanto en lo cultural como en la importancia, respeto y consideración como fuente de riqueza que es en todos los órdenes, con importante peso cuantitativo vía impuestos al herario público.
Los medios informativos generalistas, todos desde que comenzó la alarma, salvo puntuales exceociones, nada o muy poco han hablado de la ruina que supone para toda la gente que vive y alimenta esta tradición cultural tan nuestra. Se han hecho eco de lo que este parón supone para la economía de sectores como la industria, comercio, hostelería, turismo, espectáculos, deportes, etc. etc., pero señores, que tristeza, ni una sola vez se ha mencionado la tauromaquia. Como si no existiera, cuando en los medios afines ya se estaba hablando de la solidaridad del mundo del toro y de los gestos que por distintos cauces estaban teniendo muchos de nuestros profesionales, ganaderos, etc., para recaudar fondos y ayudar a los más necesitados tal y como siempre he hecho el toreo.
Para ser más exactos, el pasado martes, 21 de abril, apareció en todos los medios la suspensión de San Fermín y un día después, una cadena televisiva sacaba a relucir los toros de lidia que, tristemente, ya han empezado a entrar en los mataderos ante la imposibilidad de poder lidiarlos; algo verdaderamente doloroso y ruinoso para sus criadores, y para los que amamos la fiesta, que este animal tan bello y noble, pues para él no hay nada más denigrante que morir en un matadero sin vender cara su vida en el ruedo de una plaza cualquiera, fin para el que fue criado.
Destacar el informativo de Tele 5, que dirige Pedro Piqueras, donde entrevistó a Cayetano y hablaron, entre otros temas relacionados, de lo mal que lo está pasando el sector taurino. Por contra, es como si algunos medios hubieran recibido la orden de silenciar la grave problemática que el Covid-19 ha causado al mundo taurino.
De otra parte, se ha celebrado una reunión entre representantes del sector taurino y del Ministerio de Cultura y Deporte. Todo fueron buenas palabras, ya veremos por donde salen. Ojala lo hablado no se lo lleve el viento y se conviertan en realidad las ayudas al mundo taurino. Ya veremos, repito ojala lo hagan.
Pero la fiesta de los toros como otras muchas cosas, va a tener un antes y un después. Para ello es necesario aunar esfuerzos entre todos; empresarios, ganaderos, matadores, subalternos y demás sectores afines y todos al unísono alzar la voz defendiendo sus derechos y que se les escuche, pues es mucho lo que está en juego. Para ello nada mejor que crear una federación o plataforma en defensa de la tauromaquia en la que todos juntos luchen por la misma causa, aunque luego si llega la hora de negociar cada colectivo negocie sus intereses con el estamento que corresponda. Todo ello si quieren que la tauromaquia no desaparezca que es lo que están tratando ante el ninguneo a la que está sometida y viene sufriendo desde siempre.