¿Alguien cree de verdad que la fiesta de los toros es patrimonio cultural?
Artículo firmado por Antonio Lorca y publicado en El País el pasado domingo, 10 de mayo.
Ni Cultura ni los taurinos valoran ni defienden la consideración legal de la tauromaquia
¿Es o no es la fiesta de los toros patrimonio cultural de este país? Es verdad que así lo reconoce la ley, pero la pregunta no pretende ser retórica. ¿Existe el convencimiento real de que la tauromaquia forma parte de la cultura española, en igualdad de condiciones con la música, el teatro o el cine?
Y se puede ir más allá: ¿se creen los toreros, ganaderos y empresarios taurinos actores, agentes y productores culturales?
Y un peldaño más: ¿considera el Ministerio de Cultura que la tauromaquia es una industria cultural más y así debe ser tratada?
Existen serias dudas de que tales preguntas puedan ser contestadas afirmativamente.
La realidad cotidiana ofrece múltiples razones para pensar que los taurinos no tienen muy claro el significado de «patrimonio cultural», pero suena muy bien y ofrece una pátina de imaginable prestigio social. Y poco más. Los taurinos han preferido siempre ser un mundo aparte, alejado de los cambios sociales, un gueto particular, regido por rancias normas de comportamiento. LEER ARTICULO COMPLETO EN ENLACE
TNM.– Redacción- Antes de comentar este articulo con la no idoneidad del «calentón», conviene leerlo de principio a fín; deberían reflexionar los que rigen la Fiesta y son los directos, crematisticamente, interesados de LOS TOROS, para tengan conciencia responsable y real de la delicada situación de la Fiesta desde hace años, y que ahora está en situación crítica y de flagrante discriminación y privación de derechos sociales hacia los profesionales, más necesitadas.
Que los que mandan en el toreo -TODOS- «tomen nota» y que trabajen con honradez, generosidad, comprometida responsabilidad, y que al amparo de las leyes procedan Y EXIJAN LOS DERECHOS QUE PRETENDER PISOTEAR Y QUE LA TAUROMAQUIA SEA REALMENTE TRATADA Y RESPETADA COMO VERDADERO E INIGUALABLE PATRIMONIO CULTURAL.