Archivo del 28 junio, 2018
LA UNIÓN. Los Cantes Mineros en la Universidad de Murcia.
LOS CANTES MINEROS SE INCLUYEN EN LOS CURSOS DE VERANO DE LA UNIVERSIDAD DE MURCIA.
El curso se impartirá por José Francisco Ortega, Profesor Titular del Área de Música de la Universidad de Murcia, desde el 6 de agosto en la Casa del Piñón.
La Secreataria Ejecutivo Fundación Cante de las Minas y primer teniente de alcalde de La Unión, Elena José Lozano dice que los cantes de las minas “huelen y saben a minas”
La Unión, 28 junio 2018: La Universidad de Murcia ha elegido como sede La Unión, para impartir uno de sus Cursos de Verano, en concreto el dedicado al “Cante Minero”. Esta actuación es posible gracias acuerdo existentes entre la Fundación Cante de las Minas y la Universidad del Mar que permitirá acoger en la Casa del Piñón el curso que impartirá José Francisco Ortega Profesor Titular del Área de Música de la Universidad de Murcia.
Para la directora de la Universidad del Mar, Mercedes Bernabé, “Estos cursos suponen un foro de debate, un lugar donde intercambiar experiencias que van más allá del ámbito académico que se ofrece en las aulas”. Por su parte, el profesor José Francisco Ortega ha apuntado que “en los cantes mineros el baile, el toque o el cante son importantes pero sin las poesía de las letras de esos cantes no sería posibles ya que reflejan tanto las alegrías como el drama de los pueblos”
El curso que se impartirá del 6 al 8 de agosto tiene como objetivo “enseñar a escuchar y ver el flamenco” según ha indicado Elena José Lozano, “nos vamos a centrar en la importancia y en la riqueza mundial, material, espiritual y sentimental de los cantes mineros”.
Para Ortega los cantes de mineros y el flamenco requieren “de una renovación que se están llevando a cabo gracias al apoyo que esta encontrando en el trovo”. El director del curso mencionó “la estupenda labor que desde La Unión, con figuras como Paco Paredes se está llevando a cabo”.
En el curso se analizará el contexto histórico y social en el que surgieron los cantes minero-levantinos, se aprenderá a distinguir los diferentes palos que integran este cante y se conocerán sus peculiaridades interpretativas.
Una Lámpara Minera, profesora
Las jornadas del 7 y 8 de agosto, contarán con una profesora de excepción, la ganadora de la Lámpara Minera 2017, Antonia Contreras, dará su particular punto de vista sobre los cantes mineros bajo el título “De la letra al cante”. Para Lozano “es un privilegio que nuestra Lámpara Minera de 2016 imparta estas conferencias ya que la cantaora malagueña tuvo el mérito de haber ganado el máximo galardón del festival unionense merced a que escribió y adaptó las letras de sus canciones al palo minero”.
En este sentido Juan Antonio Campillo, Presidente del Consejo Social de la UMU, ha puntualizado que “tener a toda una referencia en el flamencos y en los cantes mineros como Antonia Contreras es un privilegio que hace de este cursos algo que no es fácil de conseguir”
El 8 de agosto día de la clausura y entrega de diplomas, se realizará una visita a la mina Agrupa Vicenta con la concejala de Hacienda del Ayuntamiento de La Unión y secretaria de la Fundación del Cante de las Minas, Elena José Lozano
La duración total del curso será de 12,5 horas, el máximo de alumnos 50 y supondrá un crédito de libre configuración y 0,5 créditos CRAU, el precio público se ha fijado en 65 euros y 50 para los miembros de la UMU y la UPCT. Los participantes en el curso tendrán derecho a una entrada para asistir el miércoles 8 de agosto a la gala de la primera semifinal del Festival Internacional del Cante de las Minas.
En el acto han estado presentes, José Francisco Ortega, director del Curso de Letras de Cante Mineros, Elena José Lozano, Secretaria Ejecutiva de la Fundación Cante de las Minas y Coordinadora del Curso de Letras de Cante Mineros; Mercedes Bernabé, Directora de UNIMAR; Manolo Barón, Gerente del Parque Minero de La Unión, Juan Antonio Campillo, Presidente del Consejo Social de la UMU y Francisco Paredes, flamencólogo. Todos ellos vecinos de La Unión
PEPIN JIMENEZ: «El compás sobre la arena» / Por RAFAEL COMINO.
<<LECCIONES MAGISTRALES>>
»El maestro Pepín Jiménez ha sido uno de los toreros de más personalidad, de más compás, de más arte, de más creatividad y torería que yo he visto, y por tanto de los que más me han emocionado en una plaza de toros.» / Rafael Comino Delgado.
JUEVES, 28 de Junio de 2018. Por RAFAEL COMINO DELGADO – Fotos cedidas por el autor: LUIS GODINEZ. Una cosa es torear con temple, es decir, haberle cogido el ritmo al toro, y otra es «torear a compás», aunque algunos, tal vez muchos, confunden, o hacen similares ambos conceptos, cuando son distintos.
«Templar -como ya expusimos, en otro artículo– consiste en llevar el engaño a la misma velocidad del viaje del toro, pero unos centímetros por delante, sin que los pitones lo rocen, siempre al mismo ritmo que el toro, es decir, adaptarse al ritmo de la embestida”
El Compás es otra cosa, pues éste surge cuando se templa con todo el cuerpo y no solo con el brazo y la muleta. Se puede Templar muy bien solo con el brazo, o brazos si se torea con el capote, pero, cuando además se templa con la cintura, con el pecho, con todo el cuerpo, se transmite al público una sensación diferente, más honda, de más sentimiento. Todo el cuerpo va girando a la misma velocidad que el engaño (aunque los pies permanecen clavados en la arena), y así todo el cuerpo expresa el sentimiento del pase. Cuando se torea a Compás, a ojos del espectador aparece toro, muleta (o capote) y torero como un conjunto escultórico que gira rítmicamente, armónicamente, con los pies clavados en la arena, en cada pase, lo cual genera una gran estética y una gran emoción.
Entendemos que el Compás fue introducido por el maestro Curro Romero, hasta el punto de que representa una de sus grandes aportaciones al Toreo.
Por ello, el maestro Romero, al principio impresionaba con su forma de torear a Compás, nunca antes vista, por lo que don Gregorio Corrochano dijo de él que “era el torero de la armonía”, pues al fin y al cabo el Compás es armonía entre la embestida del toro y como la conduce el torero, expresada con todo el cuerpo. Algunos, a este concepto, le llaman “acompañar”, pero nosotros creemos que, cuando solo se acompaña no se manda. Compás sería, pues, acompañar la embestida con el cuerpo pero templando y mandando. Entendemos que hay que procurar Templar con todo el cuerpo, es decir torear a Compás.
Cuando se Templa con todo el cuerpo surge el COMPÁS y se genera ESTETICA, BELLEZA, en definitiva, ARTE. Cuando se Torea a Compás se lleva al toro enganchado con la Muleta, con el Brazo, con todo el cuerpo pero, sobre todo, se le lleva enganchado con el Alma.
Rafael de Paula, que toreaba a Compás, dijo, “Se torea a Compás, como se baila y se canta, a Compás, pero también como se vive, o ha de vivirse, a Compás”; enorme frase, sobre todo la segunda parte, que suscribo y practico en su toda su amplitud.
Yo estoy viendo toros desde el año 1950, y debo decir que los dos toreros que mejor he visto torear verdaderamente a Compás han sido Curro Romero y Pepín Jiménez.
Con respecto a este último recuerdo perfectamente la primera vez que le vi, y lo mucho que me impresionó. Fueron tres o cuatro verónicas, más o menos en la primera raya, que me llegaron hasta lo más profundo del alma. Pensé, ¡Dios mío que estoy viendo! ¡Qué estética! ¡Qué obra de arte! ¡Qué pellizco en el corazón! Aquello era sentimiento, creatividad, arte puro derramándose sobre la arena. Todo hecho con gran naturalidad, como debe ser el buen toreo. Lógicamente la plaza enloqueció, porque fue de una belleza inenarrable, como lo es todo el buen arte, en cualquiera de sus ramas. Luego vino la faena de muleta, y lo que había visto con el capote se multiplicó por mil. Naturalmente me dije, ¡a este hay que seguirle! y le seguí. Pues uno de los mayores gozos, para mi espíritu, ha sido ver torear a Pepín Jiménez, cuando le salían las cosas.
Cada torero tiene unas características que le hacen diferente a los demás, y el maestro Pepín Jiménez ha sido uno de los toreros de más personalidad, de más compás, de más arte, de más creatividad y torería que yo he visto, y por tanto de los que más me han emocionado en una plaza de toros. Cada faena suya era completamente distinta a las demás, dependiendo del toro, como es lógico, pero sobre todo de su estado de ánimo, de su estado de inspiración, porque el arte es sentimiento, inspiración, diferencia, expresión, creatividad y emoción. Fue creativo y original incluso el día que, de pronto, sin que nadie lo esperara, hizo el Cristo, tumbándose con los brazos en cruz delante del toro. Aquel, desplante, si se puede llamar así, ha quedado para siempre en la historia del torero, porque fue un detalle genial de un torero genial. Otros hicieron después algo parecido, pero lo de Pepín Jiménez fue otra cosa, en todos los aspectos.
Fíjense si sería creativo que hasta la muleta la liaba, sobre el estaquillador, al revés que todos, para entrar a matar.
El problema es que de esos toreros, con esos dones, nacen muy pocos, poquísimos, y uno de ellos es el maestro Pepín Jiménez, al que nosotros, los aficionados de mi época hemos podido disfrutar.