Archivo del 18 octubre, 2019
ANTONIO BIENVENIDA… ‘El Papa blanco’
Dedicó buena parte de su carrera a defender a los más desprotegidos, a liderar el Montepío de Toreros, en beneficio de cuantos se vestían el traje de toreros. Labor altruista por la que le fue concedida la Cruz de Beneficencia.
Su convicción de hombre bueno, además de la ya relatada de buen torero, su bondadosa y perenne sonrisa, su cercanía para con todos, que tanto se asemejan a la imagen de los Papas buenos, a él que era hijo del famoso ‘Papa Negro’, bien le podría hacer merecedor de un nuevo apelativo, el de ‘El Papa Blanco’.
Publicado en Blog del toro al infinito. Antolín Castro. El toreo es, se dice, mejor cuanto más natural se realiza. Si hemos de destacar una cualidad, por encima de las muchas que le adornaban a Antonio Bienvenida, esa sería la mayor, la naturalidad.
Considerado el torero de Madrid por excelencia, le hizo llegar a adquirir el derecho de ser llamado Don Antonio por su afición. En el ruedo de Las Ventas firmó páginas que todavía perduran en la memoria de los aficionados, muchas actuando en solitario. La mezcla de torería, elegancia y naturalidad que desprendía su toreo, aderezado con vastos conocimientos de la lidia y sin asemejarse a ningún otro, caló de manera especial en la afición madrileña que le profesó profunda veneración.
Con esa naturalidad, de la que hizo gala en los ruedos, con la misma, llevó su vida de torero cuando no iba vestido de luces, de paisano. Entendía qué había que hacer sin que se notase el exceso de figuración, sin que se notase el esfuerzo, aunque eso fuera precisamente lo más difícil, lo más meritorio y valioso.
Y así fue como dedicó buena parte de su carrera a defender a los más desprotegidos, a liderar el Montepío de Toreros, en beneficio de cuantos se vestían el traje de toreros. Labor altruista por la que le fue concedida la Cruz de Beneficencia.
Su convicción de hombre bueno, además de la ya relatada de buen torero, su bondadosa y perenne sonrisa, su cercanía para con todos, que tanto se asemejan a la imagen de los Papas buenos, a él que era hijo del famoso ‘Papa Negro’, bien le podría hacer merecedor de un nuevo apelativo, el de ‘El Papa Blanco’.
Sin duda, por su trayectoria, y por sus hechos, fuera y dentro de los ruedos, creemos no equivocarnos si le llamamos desde hoy
‘El Papa Blanco’.
Muere Juan Palma, apoderó a Pepin Jiménez y Antonio Mondejar
Muere Juan Palma, que llevó Sevilla a los andaluces que vivían en Madrid / Por Francisco Correal.
Juan Palma era el número 5 de la Asociación de la Prensa, en la que jugó un papel fundamental organizando los festivales taurinos de la prensa.
Publicado en Blog del toro al infinito. FRANCISCO CORREAL Diario de Sevilla,17 Octubre, 2019 – Persona y personaje se fundieron en uno. La de Juan Palma Hernández fue, parafraseando a Bryce Echenique, una vida exagerada. Hace unos días falleció con 87 años en el hospital San Juan de Dios de Bormujos. Nacido en plena República, fue un niño de la guerra que hizo de la supervivencia una forma de vida y un estilo. Revolucionó el periodismo taurino, que ejerció en medios como La Voz del Guadalquivir y El Correo de Andalucía.
Se fue a Madrid, vivió un tiempo en el hotel Wellington. Allí tuvo un programa diario, La Hora de Andalucía, con una legión de seguidores entre la comunidad de andaluces en Madrid.El toro y la copla fueron dos de los hilos conductores de su vida profesional. Amigo y representante de Gracia Montes, muy próximo a Lauren Postigo. Juan Palma fue propietario de la revista El Ruedo, que vendió al grupo Campo Bravo. Fue apoderado en solitario o compartiendo funciones con José Luis Martín Berrocal y Pedro Macías de los toreros Pepín Jiménez y Antonio Mondéjar.
Casado con Amparo Polonio, padre de cuatro hijos. Tenía el número 5 de la Asociación de la Prensa, donde jugó un papel fundamental cuando esta más que centenaria institución estuvo a punto de desaparecer con el cierre en 1983 de La Hoja del Lunes.
Llevó la caseta de la Prensa en la calle Pacual Márquez con el nombre de La Hora de Andalucía y organizó varias corridas de la Prensa. Amigo de Miguel Báez Litri y Paco Camino, logró que los hijos de los toreros, a los que sus padres les habían dado la alternativa en Nimes, hicieran un mano a mano en 1987 en una Maestranza llena hasta la bandera.