Lo Ferro se viste de cante todos los años. Lo hace con talentos consagrados y con otros en busca de futuro que aqui recibe impulso. Un total de 39 ediciones avalan una situación recurrente de fomento de este arte.

Pese a las dificultades económicas y sociales de esta década, hemos progresado, y lo hemos hecho con el apoyo de instituciones públicas y privadas, y, sobre todo, con el respaldo de los aficionados, que han llenado, y colman, el recinto de celebración del concurso, y también el histórico Patio de la Peña Flamenca “Melón de Oro”. Los ingredientes de pasión y entusiasmo adquieren con las gentes devotas de este evento un sustento crucial.

Hemos defendido durante cuatro décadas sucesivas ediciones de cante, adornadas de buenos guitarristas, de excelentes instrumentistas, de artistas únicos, con bailaores y bailaoras sensacionales. La calidad ha sido ingente. Además, una de nuestras mayores divisas, la solidaridad, nos ha colocado en el frontispicio de la sensibilidad, fermentada por todos los que se involucran en este certamen. Con nuestras galas hemos ayudado a enfermos de cáncer, de fibrosis quística, de diabetes, y a otros que están en serias dificultades de adaptación a través de sus respectivas asociaciones y organizaciones.

Asimismo, hemos mostrado nuestro incondicional cariño por las escuelas flamencas. La formación en general es otra de nuestras señas de identidad. No tiene sentido lo que hacemos sin que los más menudos se incorporen a aquello en lo que creemos desde siempre. Padres, hijos y devotos de todo género han sumado empeños con resultados excelentes.  

Grandes figuras han pasado por los escenarios de este Festival, emplazado entre los tres mejores de España, que es tanto como decir del mundo. No hay artista que se precie que no haya sido parte de esta iniciativa cultural que impregna una localidad de apenas unos cientos de habitantes que es un faro universal para toda la fenomenología flamenca.

No hay secretos para este éxito, pero sí hemos de significar la importancia de un equipo bien engranado, desde los responsables técnicos a los encargados de los contenidos, pasando por todos y cada uno de los oficios en la producción de un espectáculo, a la que se añade una delicada organización audiovisual, que consigue que lo que sucede en el certamen pueda llegar también a todos los hogares a través de la televisión.

Importancia de la Peña Flamenca: Si me lo permiten, les gloso la relevancia de la Peña Flamenca para que todo funcione perfectamente. Las peñas tienen un papel fundamental en el presente y el futuro del flamenco. La del Melón de Oro, la nuestra, la suya (con el corazón en la mano, les digo, de todos ustedes, de todos vosotros), sirve de cimiento para un Festival que ha crecido año tras año. El fundador, Sebastián Escudero, y ahora su hijo, Mariano, han incidido de manera grandiosa en los brillantes beneficios que estamos mencionando. Ellos han sabido liderar un grupo humano que ha ido confeccionando una excelsa programación durante estos años, en todo instante con una intuición muy fina.

En la visibilidad del festival tienen mucho mérito los medios de comunicación, sin los cuales no estaríamos en el punto en el que nos encontramos. Así, hemos aparecido en “mass media” regionales, nacionales e incluso internacionales. Gracias a ellos han tenido una enorme presencia los premios principales, el Melón de Oro, al cantaor más completo, y el Molino de Lo Ferro, que galardona al cantaor o cantaora que me interpreta el palo propio de estos lares, la Ferreña, creada a la par por Juanito Valderrama y Fosforito. 

Los que aportan confianza empresarial e industrial al festival son otra parte esencial del mismo. La financiación en estos tiempos es un eje que contribuye igualmente a dar calidad y “hoja de ruta” a un certamen que repercute en pos de un arte, el flamenco, que es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, según declaración de la UNESCO.

Hay quienes prestan valor en especie, con sus manos, con talento, mientras que otros brindan economía e infraestructura Todos, desde su bondad y hermosura, provocan que la ilusión se haga realidad en las galas de invierno (todos los primeros viernes de mes) y en la última semana de Julio, cuando se celebra el Festival, amén de ese Flamenco Solidario y los aspectos formativos que reiteradamente subrayamos.

En ese afán, un grupo de soñadores seguiremos ubicados. Lo Ferro, su Festival, lo merece, y también su público. ¡Siempre adelante!

Juan TOMÁS FRUTOS – Director del Festival de Cante Flamenco de Lo Ferro-