Cayetano, silenciado en ambos, perdió en el sexto con la espada la posibilidad de salir a hombros.

Los toros de Murube lo único negativo de una tarde con un ambiente excelente en «La Deseada».

CIEZA (Murcia). Miércoles, 24 Agosto 2016. -Fiestas Patronales de San Bartolomé – Texto y Fotos.- Pepe Castillo Abreu. Extraordinario ambiente de tarde de toros en la ciudad del melocotón y la oliva con «Denominación de origen Cieza», y con un cartel de auténtica expectación, el murciano Rafaelillo que lleva una excelente temporada con sonados triunfos, incluida su reciente celebrada salida a hombros en Beziers, con motivo de sus 50 corridas lidiadas del mítico hierro de Miura; completaban la terna el extremeño Miguel Angel Perera, clave en todas las ferias, y el medíatico dinástico Cayetano, relanzado tras sus últimas actuaciones, con sonado reciente triunfo en la feria de Málaga.

Pero a la tarde le faltó lo esencial para que fuera redonda, y es que los toros de José Murube no estuvieron a la altura, decepcionaron en conjunto por su falta de clase y mansedumbre, la profesionalidad de la terna y la benevolencia de un público generoso y festivo fueron clave para que al final todo resultara, al menos, no desagradable. Lo importante es que el público, que por momentos expresó con vehemencia su descontento, al final con Rafaelillo y Perera saliendo a hombros entre una multitud que los aclamó hasta sus coches de cuadrillas, olvidó lo que con razones le enfadó en el transcurso del festejo. Los nulos murubes.

Rafaelillo, no tuvo oponentes ni material, para desarrollar su personal e intransferible tauromaquia de poder, y cuando le es posible sacar a relucir el artista que es. Salió con muchas ganas de agradar, con disposición, larga cambiada a su primero, y se aplaudió el recibo de capote, pero el toro ya descubrió su falta de clase y de fuerzas. Se midió en el caballo y se cambió con dos pares de banderillas. En la muleta fue imposible ligar y tuvo el murciano que recurrir a arriesgar de rodillas en el comienzo de faena y a efectismos. Estocada entera trasera y descabello. Una oreja. El cuarto fue un toro con más volumen, en la linea de su primero en cuanto a nulo juego. Tuvo Rafaelillo que tirar de consumado oficio, pero siendo imposible construir nada. Las ganas de agradar, y tras la estocada, tardó Rafaelillo en decidirse a coger el descabello y el tiempo transcurrido enfrió un poco. Aún así, una oreja concedida que se pidió con fuerza.

Miguel Angel Perera, en su primero a punto estuvo de ser arrollado en el primer lance, el toro acusó sus carencias, mansedumbre; sin fijeza y cada vez que le puso el capote salió suelto dando una vuelta al ruedo completa. Debió Perera, al menos, haber puesto algún interés en sujetarlo. El toro además acusó su falta de fuerza y el caballo fue de puro tramite, se cambio con dos pares. Para colmo de males el toro se dió fue fuerte topetazo en un burladero, quedando muy quebrantado y las protestas del público lo dijeron todo. Mal con la espada, tras pinchazo, dos sartenazos que hicieron guardia, con «galones y condecoraciones». Una última más de media y escuchó un aviso. Silencio. El quinto, en la misma linea de sus hermanos, un toro con volumen y con unos pitones que recordaban los colmillos de un paquidermo, bajos, largos y feos, sufrió una fuerte voltereta tras su paso por el caballo que le dejó aún más mermado, Perera recurrió al arrimón en una faena sin fuste pero rentable. Estocada entera, y un público, con ganas de que nada le estropeara la fiesta, pidió trofeos con mucha fuerza, y que el palco concedió. Dos orejas.

Cayetano, a su primero lo recibió con ajustados doblones al hilo de tablas, pero el viento arreció y complicó. Las nulas condiciones de también ese tercero, hicieron que los pitos arreciaran. Tras el trasteo inicial de muleta el toro se derrumbó y la tarde se iba poniendo más cuesta arriba. Fuerte pitada. Las ganas de Cayetano y su generosidad profesional tornaron los pitos en gritos de torero, torero. Estocada entera y descabello. El público pensando más en la merienda, se olvidó hasta de unas generosas palmas. Silencio. En el que cerró plaza, anovillado y cómodo por delante, todo hizo presagiar que Cayetano también saldría a hombros. Estuvo muy por encima de su oponente viéndose la faena de mayor vistosidad, con los mejores muletazos de la tarde, pero con la espada y descabello perdió los trofeos que seguro se le habrían pedido.

FICHA: Se han lidiado toros deMurube,sin clase, ni raza ni fondo, mansos, correctos de presentación, excepto el terciado sexto, desiguales, con volumen 4º y 5º.RAFAELILLO, oreja y oreja.MIGUEL ANGEL PERERA,división de opiniones y dos orejas.CAYETANO, silencio en ambos.ENTRADA: Más de tres cuartos.