Archivo del 12 julio, 2018
LIRIA gran triunfador ante imposibles toros de Victoriano del Rio
El grito de ¡Pepín, Pepín! vuelve a rugir en Pamplona
El murciano vuelve por sus fueros a su plaza talismán con una faena épica y cargada de emotividad premiada con una oreja de ley
PAMPLONA. Jueves, 12 de Julio de 2018. Feria de San Fermin – Publicado en www.aplausos.es Pepín Liria, que reapareció en Pamplona para cumplir sus 25 años de alternativa, salió frente a su primero atacando, fiel a su concepto, con un saludo capotero variado compuesto por dos largas en el tercio, verónicas y chicuelinas, que abrochó con una media de rodillas. Abrió la faena de muleta de hinojos y el toro, que se quedaba corto, a punto estuvo de cogerle. No fue un toro fácil. Duro, exigente, áspero, con movilidad y soltando la cara a veces. Pepín dio la cara con firmeza y valor, intentando con temple romper adelante la embestida. Le puso a prueba y Pepín respondió. Mató de una estocada que hizo guardia.
Mejor condición tuvo el cuarto de la tarde, que permitió a Pepín Liria estar más a gusto y mostrar toda la disposición con la que vino a una de sus plazas. Tuvo nobleza el de Victoriano, aunque poco fondo. Fue una faena de menos a más. Tras brindar al hijo de Espartaco, comenzó la labor muleteril con un cambiado en los medios, para después seguir toreando muy confiado. Lo verdaderamente emocionante llegó al final. Con el toro ya rajado, metido en tablas, apretó al de Cehegín sin echarle mano, pero fue en un desplante cuando cogió feamente al torero, que cayó en muy mala posición con el cuello. Se repuso y ahí rompió Pamplona con él. Se tiró de rodillas nuevamente en un gesto de raza y vergüenza torera, con los tendidos de sol apoyándole con su habitual grito de guerra ¡Pepín, Pepín!, antes de dejar una estocada a matar o morir de la que salió trompicado. Cortó una oreja y el palco no atendió la fuerte petición de la segunda. Momento épico y emocionante.
FICHA: Toros de Victoriano del Río, el 6º lidiado como sobrero, desiguales de presentación y muy variados de juego, complicados y exigentes en distintos grados; más nobles 4º y 5º. Pepín Liria, silencio tras aviso y oreja con petición de la segunda; El Juli, silencio y ovación con saludos tras aviso; y Ginés Marín, silencio tras aviso y silencio. Entrada: Lleno de «No hay billetes». LEER MÁS
»Parrita», cornada menos grave en La Maestranza.
Pablo Páez corta una oreja en la segunda de promoción
También se pidió una oreja con fuerza para Jesús García en el sexto
SEVILLA. Jueves, 12 de Julio 2018. REDACCION.- (Fuente Toromedia) – El murciano Cristobal Ramos »Parrita» quedó inédito, al hacer un quite en el segundo novillo resultó cogido de forma alarmante siendo corneado en la zona inguinal derecha, fue intervenido en la enfermería de la plaza. El novillero Pablo Páez, alumno de la Escuela de Tauromaquia de Sevilla, fue el triunfador de la segunda novillada de promoción al cortar la única oreja de la noche. También se pidió con fuerza un trofeo para Jesús García en el sexto, pero finalmente se tuvo que conformar con la vuelta al ruedo, que también dieron Curro Jurado y Carlos Enrique Carmona.
Partes médicos: »Cristóbal Ramos Parrita fue intervenido de herida incisa en región inguinal derecha, con trayecto ascendente de 10 centímetros, sin afectación de planos profundos. Menos Grave. Carlos Enrique Carmona fue intervenido de herida inciso-contusa en tercio medio región pretibial, miembro inferior izquierdo que interesa tejidos blandos superficiales. Pronóstico leve.»
FICHA: Se lidiaron astados de Carlos Núñez, de juego desigual. Curro Jurado, silencio tras aviso y vuelta al ruedo en el que mató por Parrita. Carlos Enrique Carmona, vuelta al ruedo tras aviso. Cristóbal Ramos ‘Parrita’, herido en el segundo novillo. Manuel Martín, silencio tras aviso. Pablo Páez, oreja. Jesús García, vuelta tras petición de oreja.
Otra vez el torniquete / Por Rafael COMINO DELGADO.
A nuestro entender en esta conducta hay dos errores: El primero permanecer en ruedo perdiendo sangre, con lo que después la recuperación será más lenta…
El pasado año, precisamente en Pamplona, el maestro Antonio Ferrera, con muy buen criterio, rechazó un torniquete.
JUEVES, 12 de Julio de 2018. Por Rafael COMINO DELGADO. En la corrida celebrada en Pamplona el pasado día 7 de Julio, el maestro Paco Ureña recibió, al realizar la suerte de matar con muchísima verdad, tras muy buena faena, una cornada en la cara interna de la mitad inferior del muslo derecho, y como decidió permanecer en el ruedo hasta que el toro, herido de muerte, cayera, inmediatamente alguien le puso un torniquete, unos 10-12 centímetros por encima de la herida, que sangraba profusamente.
A nuestro entender en esta conducta hay dos errores: El primero permanecer en ruedo perdiendo sangre, con lo que después la recuperación será más lenta,- lo que después dio a entender el Dr. Hidalgo, cirujano que le opero- pero es disculpable hasta cierto punto, por la raza y amor propio de estos hombres, y el segundo ponerle el torniquete; es al que nos vamos a referir.
Lo hemos publicado en diferentes medios taurinos, lo hemos dicho en algunas conferencias, lo hemos comentado con muchos profesionales, se lo hemos oído decir, en canal Plus, varias veces al Dr. don Máximo García de la Torre, y también a varios cirujanos taurinos en diferentes conferencias, a las que asistían profesionales: ¡ES UN ERROR PONER UN TORNIQUETE, EN ESAS SITUACIONES, PORQUE SANGRARÁ MÁS!
La explicación es muy fácil. Si comprimimos las venas por encima de la herida-es lo que hace el torniquete-la sangre que regresa por dichas venas hacia el corazón, desde la pierna, al encontrar un obstáculo a su paso, pues eso es el torniquete, se derrama por la herida, y en definitiva pierde más sangre. El torniquete tiene otras indicaciones.
En el caso que nos ocupa, los comentaristas de TV dijeron, tras ponerle el torniquete, ¡debería pasar al quirófano porque está sangrando una barbaridad! Naturalmente, con el torniquete sangraba más que antes.
Lo que hay que hacer, caso de que desee permanecer en el ruedo unos minutos más, es colocarle una gasa, un trapo, (lo más a mano será un pañuelo) sobre la herida, no por encima, y con el corbatín, o lo que sea, atar fuertemente ese pañuelo comprimiendo la herida, con lo que sangrará menos, pero nunca poner la compresión más arriba de la zona herida, siempre sobre dicha zona.
Espero que sirva de algo esta explicación y los profesionales nos hagan caso, en su beneficio.
Yo creo que al repetirlo tantas veces algunos ya habrán tomado nota. El pasado año, precisamente en Pamplona, el maestro Antonio Ferrera, con muy buen criterio, rechazó un torniquete.